Maran Suites & Towers

Red Bull trae a Buenos Aires la Soapbox Race: representación entrerriana

Casi haciendo honor a los recordados dibujitos animados, Los Autos Locos, Red Bull realizará, por primera vez en Argentina, la Soapbox Race, una competencia amateur de vehículos sin motor. Diversión asegurada que tendrá representación entrerriana. Galería de fotos.

El 10 de noviembre a las 14 hs se realizará, en un circuito especialmente diseñado en la bajada de Av. Corrientes y Florida, la “Red Bull Soapbox Race”, la carrera de autos sin motor más loca del mundo.

Participan 40 equipos amateurs, que diseñaron y construyeron una máquina únicamente impulsada por el esfuerzo humano.

Un jurado de notables evaluará variables como velocidad lograda, creatividad y un show de cada equipo. Es una carrera que se viene haciendo en todo el mundo y es la primera vez que se lanza en Argentina. La entrada es libre y gratuita.

Red Bull Soapbox Race es una competencia para pilotos amateurs, en la que la creatividad y la diversión se sumarán a la velocidad para armar un combo irresistible.

Esta competencia única de vehículos sin motor, presenta un reto tanto para conductores experimentados como para novatos, en el cual diseñan y construyen una máquina únicamente impulsada por el esfuerzo humano para competir contra el reloj, cuesta abajo en una pista.

Los autos del Red Bull Soapbox Race son muy variados. Pueden ser cochecitos de bebés, una celda de una cárcel, un auto de payasos o lo que se te ocurra. Para obtener más puntos, generalmente los participantes se disfrazan, hacen algún show o parodia y crean su propia música para la competencia.

Varios deben recordar a “Los Autos Locos”, una serie animada de la productora estadounidense Hanna-Barbera que comenzó, en su país de orígen, en la década del sesenta pero que en Argentina, que tuvo y tiene muchos fanáticos, la pudimos ver hasta finales de los noventa.

Para los más jóvenes por ahí es algo desconocido pero estamos seguros que varios se acordarán del Rocomóvil, el Espanto Móvil, el Stuka Rakuda, el Súper Chatarra Especial, el Alambique Veloz, el Troncoswagen y la Super Ferrari de Pier Nodoyuna con su perro Patán.

En definitiva, los dibujitos eran un grupo de once prototipos de carrera que compiten entre sí en diferentes pruebas para lograr el título del “Piloto más loco del mundo”.

Haciendo un paralelismo a esa clásica serie, lo más cercano que encontramos es la Red Bull Soapbox Race que se hará el 10 de noviembre en un circuito especialmente diseñado en la bajada de la Avenida Corrientes, entre Florida y Alem.

Desde el año 2000, la marca de bebidas energizantes realiza esta carrera donde autos creados por el público compiten no sólo por ser el más rápido, sino también por ser los más originales. La primera edición se corrió en Bruselas (Bélgica), dando el puntapié inicial a un evento único en el mundo que pasó por numerosas ciudades.

La competencia consiste en una carrera de autos impulsados con la fuerza de un empujón y la gravedad de la pista, lo que significa que no se permite nigún tipo de motor, combustible o batería en su estructura.

Los equipos, que deben contar con cuatro o cinco miembros, son libres de utilizar cualquier material para fabricar los “bólidos”, teniendo como únicas condiciones técnicas la necesidad de que cuente con frenos funcionales, dirección en por lo menos dos ruedas, un peso menor a los 80 kg (sin contar al piloto), un despeje al suelo de 20 centímetros y un máximo de 2,1 mts de altura, 3.65 mts de largo y 1,8 mts de alto.

Al ser una carrera, la velocidad es clave, por lo que los mejores clasificados tendrán más chances de ganar. Esto no significa que el que llegue primero a la meta tenga nada garantizado, ya que también serán tenidas en cuenta la creatividad y el show dado por cada equipo a la hora de correr.

Red Bull seleccionó a cuarenta equipos finalistas que disputarán la cita de Buenos Aires. Los ganadores podrán asistir al Gran Premio de Brasil 2013 junto al Infiniti Red Bull Racing Team, los segundos acompañarán desde boxes a Norberto Fontana en una carrera de Top Race V6 y los terceros podrán disfrutar de un curso de manejo avanzado en situaciones extremas.

Aunque en realidad no sean “Los Autos Locos”, estamos seguros que los cuarenta vehículos que correrán el 10 de noviembre brindarán un espectáculo único, divertido y gratuito, en pleno centro de Buenos Aires.

Entrerrianía

La convocatoria a la carrera de autos locos cautivó a Gonzalo Schneider, de Diamante. Supo que la Red Bull Soapbox Race se haría en la Argentina y supo que de uno u otro modo sería parte de la competencia.

Embarcó en el sueño a su hermano y a cinco amigos. “Pollitos a la fuga” -nombre con el que se anotaron los diamantinos- es el único equipo entrerriano de entre cuarenta argentinos, seleccionados entre tres mil postulantes.

El reglamento dispone que el equipo integre a cinco personas, pero el proyecto involucra a siete. Además de Gonzalo, son parte Emanuel, Alejandro, Nicolás, Emiliano, Lisandro y Mauro.

Gonzalo supo por Internet de la competencia y se inscribió. “Vimos todos los requisitos, lo que teníamos que tener en cuenta. Somos los únicos entrerrianos que quedamos”, dijo orgulloso.

“Somos mi hermano, yo y cinco amigos. A uno se le ocurrió la idea de los pollitos porque en todos lados, acá en Diamante y en la zona, hay mucha producción de huevo, granjas avícolas”, dijo quien es hijo del propietario de una de estas tantas empresas.

El diseño es “un maple, un casillero de media docena de huevos”. En el auto, que tiene su base en un chasis metálico y en cuatro ruedas de moto, van “la caja, con seis huevos. Los dos huevos de adelante están partidos y adentro están los dos pollitos que somos nosotros disfrazados. Uno es el piloto y el otro es el copiloto”, detalló.

“Al chasis de base se le cambia el laminado, la caja de huevos la hacemos con una técnica que se llama cartapesta, una pasta que se hace con diarios mojados y cola vinílica”, se entusiasmó. La máquina no podrá pesar más de 80 kilos según el reglamento y mide 2,60 metros por 1,70.

Los pollitos se van a conseguir con trajes alquilados. “Van dos en el control del auto y el resto vamos a acompañar y empujar, algunos de pollitos, otros de granjeros. Ya veremos”, dijo Gonzalo que contó que el trabajo se completará “con una música country que encontramos”.

“El más fanático soy yo. Hemos participado todo el grupo de las fiestas de disfraces de Paraná. Hace un par de años salimos seleccionados”, oportunidad en la que representaban a un grupo de “cabezones”.

“Nos damos maña para todo. Averiguamos en Internet, aprendemos todas las técnicas. Probamos, desechamos, volvemos a probar”, confió Gonzalo, el capitán del grupo de jóvenes de entre 24 y 29 años.

Ya sacaron el chasis por las calles de Diamante para ver si funcionaba “Nos daba vergüenza pero fue divertido. La gente no entendía nada aunque seguro que se irán enterando en lo que andamos”, dijo Gonzalo. Quién sabe, por ahí, consiguen sumar gente al grupo de familiares y amigos que tiene resuelto ir el 10 de noviembre a Buenos Aires para alentar al equipo.