Que no pasen turistas por Perón y Andrés Pazos
ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Días atrás, desde la Comuna capitalina, el Arq. Guillermo Federik, secretario de Planificación, Gestión y Desarrollo e Infraestructura, esbozó un ilusionado manifiesto acerca del porcentual de obra de bacheo y remodelación de arterias paranaenses. Hoy, continuamos dando detalles concretos de desastres en calles a muy pocas cuadras del centro. Y se viene Semana Santa…
Las esquinas del cruce entre Perón y Andrés Pazos están horribles. Para colmo, una de ellas, junto a la parada de colectivos, luce peligrosísima.
Las notas gráficas rebelan sin vueltas que no enarbolamos una bandera de ácida crítica. Solo somos realistas. Se emite un discurso y el ciudadano de la capital entrerriana ve otra.
Es como que la retórica política está sufriendo un descrédito alarmante producto de la incontinencia verbal del propio funcionariado, que podría salir a la calle, recorrer las arterias, tomar nota y hacer que cuadrillas al menos emprendan las labores básicas, al menos para que Paraná no parezca una ciudad bombardeada.
Lo venimos diciendo hace rato. Para la clase política municipal, al parecer solo revisten trascendencia las grandes obras y fallan grotescamente. El paranaense obviamente que vería con buenos ojos toda obra que produzca beneficio, pero hay prioridades, o debería haber dentro de la agenda de obras.
NUNCA se ha visto tan golpeada a Paraná. Así de CONCRETO. A Blanca Osuna la precedieron gestiones muy defectuosas, es VERDAD, como admitimos que por ende hubo una PESADÍSIMA HERENCIA. Pero por eso hablamos de fijar como prioridad las obras pequeñas y de EVIDENTE necesidad por sobre las colosales que terminarán siendo un sello de Gobierno.
Hoy es necesario menos cháchara, menos divulgación de cónclaves, reuniones, menos actos, menos anuncios grandilocuentes, y MÁS observar a la intendenta y sus funcionarios caminar por Paraná y doblarse tobillos, hallar dificultades para cruzar calles, sortear vendedores ambulantes, sufrir por el sentir de los discapacitados que lisa y llanamente tienen vedado salir de sus casas, entre tantos avatares.
Estos reportes gráficos, sin clarificadores. Como tantos que éste humilde medio aporta, sin el más mínimo premio o reconocimiento de la Comuna. Como si estuviésemos castigados por DECIR LA VERDAD.