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Paraná recupera la caja de crédito como herramienta de desarrollo

Con el impulso del mutualismo y de un puñado de empresarios —aseguran— apoyan económicamente la iniciativa, y luego de un trabajo de tres años, la ciudad está a punto de recuperar un sistema financiero que supo tener gran desarrollo y en el que muchos depositan sus expectativas para mejorar la asistencia financiera a Pymes y microempresas. Llegan funcionarios de un sistema italiano que funcionará como banca de inversión y ya se prepara la Federación que congregará a las entidades.

Aseguran que el arduo trabajo que llevó más de tres años y que incluyó conseguir los inversores, constituir el directorio, desarrollar los protocolos que exige el Banco Central de la República Argentina (BCRA), elaborar los manuales de procedimientos y operatividad en cuanto a seguridad, manejo de fondos, sistemas informáticos, lavado de dinero, encuadrarse dentro de la normativa que exige el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), y elaborar la plataforma general del negocio tendrá un punto cúlmine este jueves cuando lleguen a la ciudad funcionarios de la entidad rectora del sistema financiero argentino y ejecutivos de Federcasse y BCC (un sistema italiano de crédito cooperativo italiano que incluye 400 bancos locales).

Serán parte de la presentación que se realizará en un hotel de la ciudad de la Caja de Crédito Paraná, la primera entidad de la ciudad que —si se cumplimenta el paso final que resta en el BCRA— se constituirá en la primera de su naturaleza en el país luego de la reglamentación de la ley 26.173, recientemente reglamentada por el Poder Ejecutivo y que aspira —teóricamente— a colarse como una cuña entre el sistema financiero formal y el sistema productivo, que en los últimos años se han desarrollado con una inasible brecha entre las expectativas y necesidades de ambos.

Esta cooperativa nace a partir del impulso de la Mutual Modelo, una entidad paranaense que dirigen Miguel Picasso —ex gerente de la sucursal local del Banco Francés— y Adrián Buffal, presidente de la Federación de Mutualidades de Entre Ríos, y comenzó a desovillarse simultáneamente a la sanción de la ley que permitía el retoñar de las cajas de crédito, que antes de la llegada de Alfredo Martínez de Hoz al Ministerio de Economía llegaron a contabilizarse en el número de 990 en todo el país.

Con clientes municipales, monotributistas, empresarios, comerciantes y algunas grandes empresas, la Mutual Modelo advirtió que la ciudad necesitaba modificar el esquema financiero, y que las cajas de crédito estaban llamadas a “recuperar una relación más confiable y simétrica entre el sistema financiero y las empresas, a partir de prestar un servicio preferencial, con tasas más bajas y que fundamentalmente que el dinero de los paranaenses sea administrado por paranaenses que vuelquen esos fondos en la región y que no se vayan a comprar títulos de algún país del mundo o a calzar negocios de los bancos y que no se reinsertan en el sistema productivo”, según lo descripto por Bruffal.

Miguel Picasso será el gerente de la Caja de Crédito Paraná y estuvo a cargo de todo el proceso de desarrollo del proyecto que fue presentado formalmente el 9 de febrero y que —según consignan— se encuentra ante la firma final de parte de los funcionarios del BCRA.

“Nos llevó un año desarrollar la plataforma y contratamos una importante consultora que nos ayudó en el armado. Fue necesario un análisis financiero de la ciudad y conocer la cultura y la estadística de captación de fondos en el mercado local y la modificación de dos artículos clave de la ley nos dio un impulso muy fuerte, especialmente el que limitaba a 20 mil pesos el límite de depósito de un ahorrista. Con la extensión sin barreras de estos fondos se abre una nueva posibilidad para trabajar con empresas y personas y reinvertir todos los fondos en el sistema productivo local”, precisó Picasso.

El negocio no es menor. De acuerdo a los números que se conocieron acerca del movimiento de dinero, durante 2009, en Entre Ríos hubo depósitos por 1.500 millones de pesos, de los cuales 920 ingresaron a sucursales ubicadas en la ciudad de Paraná. La captación del ahorro es importante en cuanto a ahorro declarado, y las proyecciones del plan de negocios dan cuenta de una sustentabilidad para esta herramienta, que supo tener sobre la década del 60 gran desarrollo en nuestra ciudad.

Si bien prefieren por ahora mantener en reserva los nombres de los inversores y especialistas que dieron su apoyo —aseguran que están vinculados a importantes cámaras como la de la construcción, el comercio, mutuales, turismo y algunos otros de rubros menores— adelantan que el capital inicial rondará los 3,5 millones de pesos, bastante más que los 2,4 millones que exige el BCRA para las nuevas entidades crediticias.

“La caja de crédito avanzó con la idea de darle un salto de calidad a los servicios que nosotros estamos manejando, por eso convocamos a nuevos inversores, les trasladamos la idea y a muchos empresarios les gustó. Algunas la tomaron como propia, y empezamos a trabajar con el norte bien definido”, prescribe Bruffal, quien asegura que con las condiciones actuales deberían estar ofreciendo productos con una tasa entre el 2 y el 4 % por debajo de los bancos.

Bruffal y Piccaso viajaron a Italia como parte del desarrollo del proyecto. Es que la reglamentación de la ley abrió también la posibilidad para que llegara al país la Federcasse, un sistema italiano de bancos de créditos cooperativos (BCC) italianos de carácter local y autónomo que tienen un consejo propio y que nuclea hasta 400 entidades, que ya puso un pie en Ecuador y desembarca en la Argentina con el objetivo de ser un banco de inversión para fondear y apalancar a la Federación de Cajas de Crédito de Argentina. Se conoce que ya son cinco las que ya están en carrera (Mendoza, Córdoba, Misiones y Tandil), y que sumará a las muchas otras que se proyectan en el país que necesariamente deberán funcionar bajo la órbita de la Federación, en la cual Paraná aspira a desarrollar un papel importante.

Es por eso que este jueves visitará Paraná Nicola Di Santo, vicepresidente del Crédito Cooperativo Italiano, quien será parte de la presentación y describirá cómo funciona su entidad de segundo grado.

Este sistema, describe Bruffal, en Italia poseen casi un millón de socios, cuenta con 426 bancos, administran 141 millones de euros de depósitos y préstamos por 120 millones de euros, con una participación promedio del 8 % del sistema financiero de ese país.

“Es necesario corregir con una concentración existente que no ha favorecido a las empresas de la región. Nosotros estamos convencidos que hay un renacer muy auspicioso de las cajas de crédito en todo el país, sobre todo porque fue muy impulsada por Mercedes Marcó del Pont, hoy presidente del BCRA. Nosotros pusimos mucho esfuerzo en el proyecto y estamos orgullosos de haber llegado a este punto sin haber recibido mayores objeciones al proyecto, y esperamos en el corto plazo ser una herramienta válida para financiar a entidades, empresas y personas en las necesidades del sector productivo y el consumo”, refirieron los impulsores.

Cómo funciona

La Caja de Crédito Paraná tendrá las mismas obligaciones y derechos que tiene un banco, de acuerdo a la normativa del BCRA, exceptuando el giro de fondos de y hacia el exterior. Como existen cuestiones de seguridad muy estrictas, se evalúa la posibilidad de funcionar en el local en el que hasta hace poco ocupara el Banco Credicoop Coop. Ldo., en calle Urquiza, ya que posee bóveda, alarma antisísmica y casquillo para el policía. La inversión inicial es importante, y estiman que inicialmente la Caja de Crédito Paraná contará con 11 empleados, con oficiales especializados como tienen los bancos.

Los impulsores advierten que se trata de una herramienta muy flexible y dinámica y que “contribuirá al desarrollo económico y social de la ciudad y que será considerada por los vecinos como la principal institución financiera de Paraná”

Para destacar

Productos y servicios. Está habilitada para brindar los siguientes servicios: a) cuentas a la vista; b) cajas de ahorro comunes y especiales; c) adelantos en cuenta corriente; c) descuento de valores –cheques de terceros, pagarés, facturas, certificados de obra, etc; d) préstamos personales y/o financieros; e) tarjetas de créditos. La caja de crédito podrá solicitar la apertura de hasta cinco sucursales dentro de su zona de operación.

La Caja de Crédito se asociará a una cooperativa de grado superior, Federación especializada a satisfacción del BCRA y el Inaes. Estará capacitada para brindar servicios comunes, soporte operativo, informes, asesoramiento, nexo financiero con el resto de las cajas de crédito y podría operativizar el sistema informático para todas las cajas.