Las ventas navideñas no estuvieron mal pese a los pronósticos adversos
ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Si bien algunos empresarios o comerciantes dejaron entrever que el aumento registrado en los precios antes de la asunción del nuevo Gobierno pudo haber tenido algo de incidencia en el movimiento del “mercado navideño”, la mayoría reconoce que las ventas fueron similares o en ciertos rubros algo mejores que a fines del 2014.
Más allá de la incertidumbre en cuanto a la liberación del cepo cambiario, la cotización del dólar, en diversos ámbitos la incertidumbre propia de un cambio de gestión política, o la coyuntura laboral de los empleados de Cresta Roja, y la problemática de los inundados, las ventas de Navidad hallaron un clima mucho más tranquilo que lo imaginado.
Sí, es real, la suba de ciertos artículos, provocó un replanteo a la hora de la inversión por presentes/regalos o hasta para el armado de la mesa gastronómica.
No obstante, la plaza cambiaria más estable de lo especulado, los sueldos y aguinaldos abonados bastante bien, ayudaron a estabilizar el ánimo social y/o político-económico.
Ello, sumado a ciertos anuncios presidenciales, animaron al ciudadano a “regalarse” una Nochebuena lo más digna posible.
Y es obvio que, estando el mercado sereno, ciertas empresas como los hipermercados, que ya habían aplicado una remarcación de precios notable, tentaron al consumidor con ofertas de todo tipo y horarios de atención extendidos.
Las promociones, el financiamiento y la chance de comprar hasta en horas de la madrugada, atrajo a los clientes que se volcaron de manera decidida a los autoservicios donde no solo pudieron comprar la comida y bebida para el 24/25 sino también otros productos como de juguetería, indumentaria y bazar.
En especial, la implementación de descuentos agresivos en cuanto al 2 x 1 y otras cantidades, generaron una tentación mayúscula y por eso los comercios chicos no vendieron tanto aunque los que proponían adquirir regalos con el aún vigente Plan Ahora 12 sedujeron positivamente y el saldo terminó siendo más que halagüeño.
De acuerdo a un relevamiento de Cuestión Entrerriana se destacó, amén de lo gastronómico, la venta de artículos deportivos y de recreación, calzados, jugueterías e indumentaria, en especial mallas y bermudas, electrodomésticos y artículos electrónicos, como hubo una fuerte demanda de piletas de lona.
Digamos que hubo prudencia, mesura, y una fuerte tendencia a la elección de los locales donde se ofrecía el pago en todas las cuotas posibles y la mejor financiación.
En definitiva, la zozobra del cambio de Gobierno no se denotó tanto, más allá de las predicciones sombrías.