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Escuelas Normales: crean régimen legal propio

El Consejo General de Educación (CGE) resolvió darles una estructura legal propia a las once escuelas normales que existen en la provincia, a excepción de la Escuela Normal José María Torres, de Paraná, que depende de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader).

También quedan al margen de la nueva normativa dos instituciones formadoras de maestros: las escuelas normales Alberdi y Almafuerte, también dependientes de la Uader. Pretenden restarles autonomía a los rectores, y evitar la existencia de conducciones paralelas dentro de la misma institución

Las escuelas normales son instituciones educativas sui generis: a diferencia del resto de los establecimientos, dan cabida a varios niveles de educación, desde el nivel inicial hasta el superior. Pero hasta ahora no existía un aceitado mecanismo de decisión y conducción.

Por eso, se creó un cuerpo colegiado de cogobierno, el consejo coordinador institucional, que si bien estará presidido por la rectora de la escuela, estará integrado también pos directores y vicedirectores de la primaria; el vicerrector de la secundaria; el secretario académico del nivel superior y el regente del nivel inicial.

La medida alcanza a las escuelas normales República Oriental del Uruguay, de Colón; Luis César Ingold, de Villa Elisa; Domingo Faustino Sarmiento, de Concordia; Domingo Faustino Sarmiento, de Federación; San José de Feliciano, de Feliciano; Ernesto Alejandro Bavio, de Gualeguay; Olegario Víctor Andrade, de Gualeguaychú; Antonio Sagarna, de Nogoyá; Viale, de Viale; Mariano Moreno, de Concepción del Uruguay; Osvaldo Magnasco, de Victoria; y Martiniano Leguizamón, de Villaguay.

Ejes

De acuerdo a lo que establece el texto de la resolución Nº 4.048, dictada el 28 de diciembre último por el CGE, el consejo coordinador institucional deberá “proponder a la construcción de un espacio democrático y participativo, de acuerdos intrainstitucionales”, y para alcanzar ese objetivo deberá “articular a los distintos niveles”, armonizar la vida institucional y constituirse en “órgano de prevención, mediación y /o resolución de posibles conflictos”.

Y para garantizar un cogobierno armónica de las escuelas normales, el nuevo órgano que se creó deberá reunirse “por lo menos” una vez al mes, y las decisiones que allí se adopten tendrán “carácter resolutivo” hacia el interior de la institución. Lo que no se pueda resolver a ese nivel, deberá pasar a conocimiento al supervisor de nivel y, eventualmente, al director departamental de Educación, señala la nueva normativa.

Las escuelas normales, añade el texto de la resolución, “contarán con equipos de gestión coordinados y asesorados por el consejo coordinador institucional”.

Argumentos

Graciela Bar, titular del Consejo de Educación, señaló que lo que se buscó es establecer un sistema más democrático de conducción de las escuelas normales. “Ocurría que en las escuelas normales, cada nivel se manejaba en un sistema de semi autonomía, y quedaba en la persona del rector ir armonizando las distintas medidas. Y lo que hay que saber es que la escuela es una sola, y por eso se necesita de un cuerpo de conducción que adopte las decisiones en forma conjunta”, indicó.

Pero antes de dictar la normativa, Educación reunió a todos los responsables de las escuelas normales de la provincia, puso sobre la mesa el proyecto de normativa, y se recibieron aportes. “Luego sí se aprobó definitivamente el reglamento –señaló–. Ahora tienen un reglamento propio, algo que quizá generará algunas críticas. Pero nosotros lo justificamos en el hecho que son las únicas escuelas que tienen cuatro niveles, desde el nivel inicial hasta el superior en un único establecimiento. Y está dentro del espíritu que es la Ley Provincial de Educación”.

En 2010 echaron a dos rectoras

Durante 2010 el Consejo de Educación separó de sus cargos a las rectoras de la Escuela Normal República Oriental del Uruguay, de Colón, Malvina Aramayo, y a la rectora de la Escuela Normal Osvaldo Magnasco, de Victoria, Mariela Ramos.

La más polémica fue la salida de Aramayo, que antes de irse obligó a renunciar a la ex directora de Educación Secundaria, Mercedes Roude, quien debió dimitir luego de un entredicho con la docente en medio de un inicio del ciclo lectivo 2010 muy conflictivo en Colón.

Si bien el conflicto fue por la falta de infraestructura para dar cabida a todos los alumnos, en el CGE investigaron otro asunto, menos conocido: dijeron que la rectora habría permitido que un grupo de estudiantes pudiesen pasar de año con más de dos materias previas –algo que la reglamentación escolar impide- pero cuando quiso conformar las mesas examinadoras, los profesores se negaron a integrarlas.

En el caso de la Escuela Normal de Victoria, a la rectora se la cuestionó primero ante el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) luego de que impidiera a un grupo de estudiantes la reinscripción con el argumento de que eran repitentes o tenían acumuladas más de 20 amonestaciones. Pero no era el único reproche que le hicieron. Un grupo de profesores la acusó de haber favorecido a su hija en un concurso para ocupar un cargo.

Lo que ahora pretende Educación con la nueva reglamentación es evitar que se produzcan manejos autónomos por parte de los rectores, y conformar un sistema de conducción colegiado.