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“Es a favor o en contra del cambio, no veo un lugar intermedio”: Patricia Bullrich impulsa un acuerdo electoral entre el PRO y La Libertad Avanza

Patricia Bullrich, actual ministra de Seguridad del gobierno de Javier Milei y referente del PRO, volvió este martes a impulsar un acuerdo electoral para las elecciones de 2025 entre La Libertad Avanza y el partido que ella aún preside y lidera junto a Mauricio Macri, su fundador.

“El acuerdo de ideas y de trabajo tiene que ser un acuerdo total. Me imagino las elecciones del año que viene: a favor o en contra. A favor del cambio o en contra del cambio, no veo un lugar intermedio. Yo voy a impulsar eso”, dijo Bullrich en diálogo con Cadena 3 de Rosario.

Y agregó: “No voy a ser más presidenta del PRO, así que no voy a decidir por todo el PRO, pero mi postura va a ser esa”.

La ministra pasó por la ciudad santafesina en el marco de la presentación de la puesta en marcha del sistema acusatorio en la localidad de Rosario para poder imprimir mayor celeridad a los procesos judiciales en los cuales los fiscales tendrán mayor protagonismo. La acompañaron el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, y el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, entre otros.

En ese contexto, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich confirmó también que el Gobierno tiene listo el proyecto de ley para bajar la edad de imputabilidad y que lo presentarán en el Congreso cuando Javier Milei retorne de su viaje a Estados Unidos.

En marzo, Bullrich ya había dado a entender su postura de cara al futuro del PRO: “Nos tocó la posibilidad de hacer un cambio y no fuimos tan profundamente y ahora tenemos la posibilidad de acompañar ese cambio, tenemos que ir profundamente, no podemos quedarnos a mitad de camino”.

Las opciones de PRO de cara a 2025

A casi cinco meses del inicio del gobierno de Milei, el futuro del PRO es una verdadera incógnita. Si bien la inminente asunción de Mauricio Macri como presidente del partido le imprime cierta expectativa interna, nadie tiene claro todavía cómo va a jugar políticamente y sobre todo cómo van a convivir en un mismo espacio figuras que a partir del internismo de los últimos años sufrieron un desgaste natural, como el propio ex presidente, Rodríguez Larreta o María Eugenia Vidal, las tres figuras centrales del partido hasta 2019, cuando gobernaban en simultáneo Nación, Ciudad y la provincia de Buenos Aires.

Ante ese contexto interno, también se abren espacio otras figuras del partido, en ascenso, como los gobernadores Jorge Macri, Ignacio Torres y Rogelio Frigerio y los influyentes diputados Cristian Ritondo y Diego Santilli.

Además, también se mira con atención como jugará Patricia Bullrich, quien hoy está identificada con el gobierno libertario pero siempre con una pata adentro del partido y atenta a los movimientos de cara al electoral 2025. Ahora, ella dejó en claro cuál su postura.

Muchos de los actores que juegan la interna del PRO coinciden en que la aparición de Milei obliga a pararse al partido en un lugar que no dé lugar a dudas de cara al futuro y más allá del comicio del año que viene. Y allí entran en discusión tres posibilidades: una fusión completa con los libertarios; una coalición, con matices, pero alineados; o directamente mantener una postura independiente como partido y esperar el momento de volver a ser gobierno. Esa encrucijada resulta difícil de resolver porque un éxito en la gestión de Milei en los próximos años podría detonar al PRO como partido, pero a la vez, si el modelo libertario fracasa, las esquirlas también lo salpicarían.

“Hay cosas que todos tenemos claro que compartimos con lo que propone Milei, sobre todo lo que tiene que ver con las políticas económicas del gobierno, la idea de baja de déficit, de terminar con la inflación”, dice una fuente que, a la vez, aclara que también existen muchos lineamientos del Gobierno con los que el partido amarillo entra en conflicto. Y enumera: “En política exterior pensamos que no se negocia solamente con Estados Unidos e Israel; a la institucionalidad le damos un valor muy importante; y educación y salud son cuestiones que creemos que el Estado siempre tiene que atender”.

La comparación que se hace dentro del PRO respecto a la relación con los libertarios es similar a la que se hacía en su momento con el radicalismo, con la diferencia de que Milei ahora gobierna. “Tenemos muchas cosas que nos separan, pero también coincidencias”, explican quienes promueven la idea de una coalición similar a la de Juntos por el Cambio, entre los que en principio se incluyen Santilli, Ritondo, Vidal y hasta el propio Mauricio Macri.

Los proclives a una fusión, que responden a Bullrich, bajan la idea de un alineamiento total al Presidente. Y están los que ven a Milei en una vereda completamente opuesta y se niegan a negociar una alianza, como Rodríguez Larreta.

El desembarco de Macri como presidente del partido la semana que viene, tras un viaje familiar del que regresa en estos días, coincide con la necesidad de diseñar una estrategia hacia 2025. La buena sintonía con Milei sigue existiendo, más allá de que el expresidente ya descarta íntimamente la idea de fusionar ambos partidos y le ha bajado la intensidad a su intención de poblar diferentes puestos de un gabinete con rasgos cada vez más libertarios.

No obstante, la posibilidad de competir juntos en 2025 es real, aunque queda una duda difícil de saldar a tanta distancia temporal. ¿Qué conviene? Ir coalicionados podría darle a los libertarios y al PRO un triunfo claro y tal vez significaría un golpe duro de asimilar para el kirchnerismo en el comicio de medio término. Pero también hay quienes creen que si van todos separados las posibilidades de sumar más diputados y senadores y conformar un Congreso con mayoría entre oficialismo y aliados es muy tentadora.

La senaduría por la Ciudad que se renueva el año que viene resulta muy atractiva. Allí Macri podría ser una opción, si él decide volver a exponerse a una candidatura con el riesgo de perder, con el agregado de que en caso de ganar derivaría en un trabajo legislativo de cuatro años para alguien que hizo un culto de la gestión desde el Ejecutivo, tanto porteño como nacional, y que no pareció disfrutar tanto su paso por el Congreso hace ya dos décadas.

¿Bullrich podría animarse a competirle a su antiguo jefe en un mano a mano? Quienes conocen a la ministra de Seguridad ven ahí una pelea que hoy difícilmente esté con ganas de dar. Contenta con su desempeño en la función pública, con niveles de imagen positiva altos y ladera de Milei, Patricia siempre mirá para más adelante.

Todavía mastica bronca con Macri por, entiende ella, no haberla apoyado lo suficiente en las elecciones pasadas, en las que quedó a las puertas de un balotaje que, cree ella también, hubiera ganado. Perfilarse hacia una eventual sucesión de Milei parece muy lejano en el tiempo, aunque Bullrich ya priorizó otras veces sus ganas de ser presidenta por encima de candidaturas de medio término.

 

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