El Edu Villares y una mezcla de sensaciones

Eduardo Villares está feliz pero no puede evitar un tono de mezcla tristeza-bronca por lo ocurrido en la serie de Octavos ante Quilmes. “Me putearon como nunca en la vida, me tiraron de todo y no me explicó aún por qué…” confiesa con cierta dosis de angustia el paranaense. “Lamento decirlo, de corazón, pero por lo mal que me hicieron sentir, por tanta injusticia junta, me alegro que hayan descendido. Lo lamento por jugadores y cuerpo técnico. Pero no por esos que dicen ser hinchas”.

Un ‘Narigón’ auténtico. Sin vueltas. Como es él. Con una personalidad avasallante, pero con un carisma genial, propio de un tipo de enorme corazón. “Justo a mi me vienen a reclamar que no dejé todo… Me acerqué a un hincha con el cual tenía buena onda y le pregunté que m…. les pasaba y me dijo ‘te pasan factura porque dicen que en el 2008 arrugaste y no jugaste el Playoff definitorio frente a Libertad, que por eso no pasamos a semifinales…’. No podía creer lo que me estaba diciendo. Ese Playoff del que habla tenía cinco puntos de sutura en la mano izquierda porque en el partido anterior Jorge Benítez me hizo un corte y hubo que coser y enyesar. El médico fue claro. Jugás y se te abre. Yo quería jugar!!!… Que le pregunten al Tordo. Pero bueno… ya está. Debería pensar en la felicidad que le regalamos a La Banda después de un año complicadísimo. Me contó mi Vieja como están allá y me emociona de solo pensarlo. Tendría que haberme bajado en Buenos Aires y tomado un avión para estar ya y abrazarme con todos los que creyeron en nosotros”, contó a manera de monólogo el escolta paranaense.

Imposible evitar el completar el párrafo dedicado a su ex club, por eso le preguntamos sobre qué sintió en el momento justo de darle la asistencia a Williams para que anote el triple que condenaba a los marplatenses a bajar al TNA y reconoció: “no me jugué un tiro porque la posición de Frank era mejor que la mía y estaba listo para que le de la bola. La quería, y Frank es de esos tipos que te sacan un conejo de la galera en el momento menos pensado. Tuve fe en que lo resolvía. Por eso se la dí. Pero no pensé en Quilmes. Pensé en Olímpico, en mi equipo, en la gente, en nuestro futuro. No es fácil descender. Se te caen muchas cosas de la estantería. Y La Banda no merecía esto. No te imaginás cómo se vive el básquet allá. Habíamos tenido una temporada llena de complicaciones. No es que jugamos mal, es que nunca jugamos completos. Nunca tuvimos un plantel entero y eso la gente supo valorarlo. Por eso es la descarga de haber terminado y salir todos a festejar por la ciudad como si fuera un título”.

Inevitable repreguntar, como nos gusta, sobre al menos si cuando concluyó todo pensó en Quilmes e insistió: “no; primero pensé en cómo salíamos de ahí. A mi me querían matar. Me ligué de todo, pero reconozco que el accionar de la Policía para con nosotros fue impecable. Los policías de 10. Después, llegando al hotel, también hubo algunos estúpidos que nos gritaron e insultaron, pero lo lindo fue cuando llegó la hinchada de Peñarol. Yo era un ídolo. Qué loco!!!… No???…. Williams y yo éramos los héroes y hasta a Cavaco le gritaban y cantaban agradeciéndole por el descenso de sus odiados vecinos. Ya en el colectivo empecé a pensar en Quilmes y lamento decirlo, de corazón, pero por lo mal que me hicieron sentir, por tanta injusticia junta, me alegro que hayan descendido. Lo lamento por jugadores y cuerpo técnico. Pero no por esos que dicen ser hinchas. Ni siquiera por los dirigentes. A mi me culpan de haber ‘arrugado’ pero se olvidan que ya jugando en Sionista me pagaron lo que me debían. Cinco meses sin cobrar jugué. Eso no se valora. Sabés cuántas veces jugué lesionado???… Vos me conocés… No me gusta perder ni a la Play… Siempre quise jugar y dar todo, y estos boludos me trataron así. Pero bueno… Se olvidan que hasta ese cuarto partido con Libertad era el goleador del equipo… Yo puedo tirarla mal, perderla, pero la actitud no la negocio. Así me pagan todo lo que dí”.

Le sacamos la angustia de encima, y dejamos la injusticia de lado. Pasamos a preguntarle sobre cómo se resolvió ésta Permanencia, el porqué se dio tanta paradoja de perder adentro y ganar afuera…”Así son los Playoffs. No es novedad. Cualquiera le puede ganar a cualquiera. Acá no hay chapa, ni favorito. Y generalmente se resuelve en la última bola. Sabíamos que si era un final cerrado toda la presión era de ellos. Apostamos a un cierre torta y torta y salió cómo lo pensábamos. Confieso que a 4 minutos estábamos muertos. No nos salía una, nos ganaban todos los rebotes, no defendíamos a nadie y se les abrió el aro con bombas mortíferas, pero hubo individualidades que levantaron en el momento justo y logramos quebrarlos. No es que me la agarre con la hinchada en exclusiva, pero este descenso es parte de responsabilidad de esa gente que no sabe apoyar, que no sabe valorar. Me pongo en el lugar de los jugadores de Quilmes y estoy seguro que piensan como yo. La presión les jugó en contra. Ojo que si no entraba esa bola de Frank hoy capaz que no estaríamos hablando. Soy conciente que ganamos por una última pelota y que ellos a lo largo del juego hicieron mejor las cosas. Pero así son los Playoffs te reitero”.

En la parte final de la charla telefónica, con el Edu moviéndose permanentemente para que no se vaya la señal en plena ruta, dentro del micro que trasladaba a nacionales, cuerpo técnico y auxiliares pues los extranjeros retornaron en avión, el ayuda paranaense contó que quiere quedarse una temporada más “como revancha”. Según el ‘Narigón’ todo lo ocurrido en ésta clausura de temporada es “soñado, después de una pesadilla. Fueron demasiados los problemas y los problemas trajeron aparejados malos resultados. Y los malos resultados complican todo. Baja el apoyo, baja la expectativa de la gente, generan problemas económicos a la dirigencia, todo se hace cuesta arriba y se convierte en requisito excluyente el tener paciencia cada parte para comprender la situación y empujar todos del mismo carro. Es obvio que económicamente se termina desfavorablemente, pero en parte uno entiende, uno comprende por todo lo que ocurrió. Por eso es que estaría bueno un desquite. Yo iré a donde se me de la mejor propuesta, pero no descarto seguir aunque me gustaría que en otras condiciones, en especial con mayores certezas sobre el equipo que se logre armar y las metas que se tracen. No quiero pelear más por la Permanencia. Quiero pelear un título”.

También hubo tiempo para pedirle su opinión en cuanto a Sionista y Echagüe dado su corazoncito paranaense: “la alegría es por partida doble. Sionista hoy ya es un gran ejemplo de cómo se debe trabajar en el básquet de alto rendimiento. Se merecen estar discutiendo el campeonato y me dolió cómo lo hicieron perder la final de la InterLigas. Fue muy injusto. Creo que está para ser campeón aunque la serie con Quimsa será durísima. Si la pasa, guarda con Sioni. Y de Echagüe qué te puedo decir???. Duele verlo en la B, pero ya te lo dije en otra charla, se veía venir ese descenso. Ahora me súper alegro que estén peleando el retorno al TNA. Ojalá se les haga”.

Finalmente, la pregunta de rigor: “¿no te imaginás una vuelta a Paraná?”, la respuesta fue tan simple como contundente: “yo no me quería ir. Todos quieren jugar en Sionista. Es así. Pero si a eso le sumás jugar en tu ciudad, vivir con tu gente, está claro que es mi deseo más profundo volver algún día”.