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Echagüe y la salida de Sikes: Spinelli nos da la razón

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Mediante un parte de prensa del área respectiva, desde Echagüe se admite que hubo el tiempo adecuado para elegir correctamente o decidir oportunamente acerca de la ficha extranjera seleccionada y la cual acaba de cortarse.

 

Según la misiva oficiosa,  Pedro Spinelli, dijo en declaraciones radiales: “hemos hecho grandes esfuerzos para conocer deportivamente a Marcus, vino un mes antes y había periodistas preocupados porque Echagüe no completaba la plantilla pero en los últimos años, muchas veces se empezaba el torneo sin un americano. Nosotros lo trajimos un mes antes para conocerlo. La salida es de común acuerdo con él, que nos ratificó lo que pensábamos como persona de él”.

 

Por último, el dirigente del AEC expresó que “de cualquier manera, dentro de la prudencia económica estamos levantando la apuesta para correr un poquito menos de riesgo. Los jugadores necesitan un período de adaptación y todos lo sabemos. Para reducir las posibilidades de equivocarnos hemos trabajado para poder mejorar y de esta manera lograr un contrato más oneroso pero que nos dé una mano más grande”.

 

Reflexiones

 

Pedro no es un improvisado. Primero es un empresario, hombre de inmensa actitud en el laburo, y sagaz a la hora de manejar los números de una empresa que se ha mantenido como una de las de mayor prestigio en el mercado pertinente.

Por ende, sabe que las finanzas de Echagüe han colapsado años atrás por esas aventuras en las cuales supimos escuchar eso de “correr un poquito menos de riesgo… o reducir las posibilidades de equivocarnos”.

La realidad es que con todo lo vivido y sufrido por Echagüe, y los esfuerzos colosales en sacar el club a flote, ni siquiera se debería mencionar más la palabra “riesgo” o menos aún “equivocarnos”.

Con sensible abnegación, en una nueva quijotada, se volvió a adquirir una plaza de TNA y en cuotas. Por consecuencia, ya no había margen para siquiera especular con una hipotética inseguridad.

Y si bien está claro que ante todo emprendimiento SIEMPRE hay una mínima cuota de incertidumbre solapada, las experiencias diversas en tantos años de Liga ya deberían haber sido útiles para evitar esa tendencia que hoy acaba de esgrimir de nuevo, tras tanto tiempo sin sentirla, el apreciado Pedro.

Pero siempre es bueno inmolarse con una cuota extra de humildad. Yendo de atrás para adelante en sus expresiones, nos adherimos a la prudencia económica con que se afrontó éste proyecto de retorno al TNA, aunque SIEMPRE manifesté que la plaza de foráneo era la que requería el toque de distinción insoslayable, por ende, su expresión inherente a “estamos levantando la apuesta…” y anexarle un “…de esta manera lograr un contrato más oneroso pero que nos dé una mano más grande” lo entiendo subrayable y loable.

 

Sin embargo, interpreto como un tono peyorativo al decir “hemos hecho grandes esfuerzos para conocer deportivamente a Marcus, vino un mes antes y había periodistas preocupados porque Echagüe no completaba la plantilla pero en los últimos años, muchas veces se empezaba el torneo sin un americano. Nosotros lo trajimos un mes antes para conocerlo…”

Ojo, digo “INTERPRETO” no por ello debe considerarse como que lo dijo en sentido irónico. Si así fuese, es un acto fallido muy elocuente.

Una entidad profesional no debe “hacer grandes esfuerzos por conocer deportivamente” a su extranjero contratado. Debe previamente valerse de sus antecedentes en planillas, observar videos completos, no solo Highlights (escenas trascendentales del mismo) y llevarse no solo por un técnico, en este caso Miguel Volcan Sánchez. Pero a su vez, la realidad es que los dirigentes deben responsabilizarse de satisfacer las necesidades básicas de sus profesionales, no de hacer grandes esfuerzos por conocerlos…

 

Se selecciona al extranjero, se lo trae, a veces sale bárbaro y otras, por más scoutings profundos y currículums sensacionales, suele pasar que el forastero llega y por algún motivo pierde centímetros, jugaba adentro en Ligas con adversarios no tan fuertes y talentosos, o venía de equipos donde era la vedette y todo pasaba por él. Hay también casos de foráneos que no se sienten cómodos con técnicos que no hablan inglés, o sin otro extranjero para compartir estadías como sí lo hacían en otras competencias. Todo ello se PREVÉ. Por eso es que quien debe responsabilizarse de las características de esa ficha trascendental es el entrenador. El dirigente no tiene la necesidad de sacrificarse por lo que ocurrió. El dirigente debe poner a disposición del entrenador un presupuesto, el coach buscar una lista de jugadores acordes a lo que él pretende y dentro de ese marco presupuestario presentarlas a la directiva que termina cerrando la operación con el agente respectivo.

 

Por lo tanto, no debe el dirigente “hacer grandes esfuerzos por conocer deportivamente” al profesional contratado. No debe hacer el MÁS MÍNIMO ESFUERZO. Quien debía hacerlo OPORTUNAMENTE era el coach, y Ricardo De Cecco, salvo que lea el básquet muy distinto a nosotros, vio lo mismo que observé y expresé a través de Cuestión Entrerriana, y seguramente fuí uno de esos “periodistas preocupados porque Echagüe no completaba la plantilla…” según los dichos de Spinelli.

 

Sí, sí… Sabemos que hay mentes brillantes que entienden a la labor periodística como una tarea obsecuente o mínimamente consecuente, o que califican la tarea del periodista como “Pro” cuando no habla, no opina o vive ensalzando, y que rotulan de “Contra” a quien dice lo que piensa, lo que siente, con argumentos irrefutables y lo que LAMENTABLEMENTE se termina COMPROBANDO.

 

También son mentes esplendorosas aquellas que suelen abrazar y besar a tal o cual periodista al cual le da lo mismo si Echagüe está o no está, o son tan reflexivos que prefieren a quienes los critican desde las sombras, en asados, en pasillos, en charlas de café, que aquellos que revelan los defectos, las imperfecciones en busca de que se subsanen.

 

Y qué loco… ¿no?… Pedro termina dándonos la razón pero con detalles increíbles como el reconocer honradamente que trajeron a Sikes “un mes antes para conocerlo”. Ya está. No se puede seguir experimentando. Quien venga debe dar garantías en todo sentido.

Acá han llegado extranjeros que hemos alertado su arribo con lesiones Y NO SE LOS REVISÓ… No se pueden seguir trayendo jugadores “para conocerlos”. Hay que traer jugadores garantidos, analizados todos los pro y los contra del mismo. Pero a veces la adversidad o hasta la delincuencia de algunas agencias de extranjeros hacen incurrir en adversidades y ahí debe estar la resolución rápida. Si se lo tuvo a Sikes con tanta antelación, ¿por qué se esperó tanto cuando se denotaba desde los primeros ensayos que NO ERA LO QUE NECESITABA ECHAGÜE con ésta plantilla de nacionales al jugar más de ‘3’ que de ‘4’ como era lo que se le requería???…

 

Entonces está bueno enaltecer la preocupación de algunos periodistas. Está bueno que se valore a esos periodistas. Prefiero mil veces a quienes se preocupan por mí y lo dicen por más que duela, que a aquellos indiferentes o a los que se escudan en la crítica artera por detrás.

Espero que con ésta franqueza del querido Pedro, Echagüe empiece a transitar por un camino, por una senda en la cual se remarquen responsabilidades. El dirigente NO DEBE ELEGIR JUGADORES, puede PROPONER continuidades sí, pero no ELEGIR arribos o llegadas sean nacionales o extranjeras. El dirigente maneja la billetera y a lo sumo puede tirar ideas, proposiciones enmarcadas en lo que puede afrontar como compromiso. Pero no DEBE ELEGIR Y MUCHO MENOS “hacer grandes esfuerzos para conocer deportivamente” a sus profesionales contratados. Sirven o no sirven, así de simple. Y hay casos en que se puede esperar que exploten determinados valores, pero la plaza, la franquicia de extranjero, única en la categoría, debe tener un riguroso celo y el RESPONSABLE N° 1 de su selección es el entrenador y sus asistentes.

 

De Cecco se equivocó mal con Sikes. La responsabilidad es de él. Pedro, en representación de la dirigencia, terminó haciéndose cargo de algo sobre lo cual no tuvo culpa alguna, ni él, ni sus pares, salvo que le hayan puesto al coach una pistola en la cabeza y lo hayan conminado a contratar a un jugador que quizás fue “4” en otras Ligas no tan competitivas y que por sus características podría servir en cualquier elenco como un interesante “3”.