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Uno x uno: el DT tiene la palabra de aquí en más…

Para Zielinski queda el dilema de ejercer una honda autocrítica no en cuanto a su esfuerzo y calidad laboral sino en relación al saldo de ese trabajo que nadie discute en torno a su dedicación y capacidad. O sea… Por innumerables vicisitudes, el DT debió apelar a diversas combinaciones pero muy pocas fueron satisfactorias y hubo variables realmente tan sorprendentes como estériles (o peor…) en las tres líneas.

Sorprendieron algunos desafíos, como de pronto, cuando se había logrado determinada homogeneidad, en pro de “retornar” a tal o cual jugador procedió a “enroques” visiblemente perjudiciales a la estructura conseguida.

Y si bien podríamos ser más específicos con determinadas individualidades que fue transportando de puesto a puesto, preferimos que la toma de conciencia sea del propio entrenador y que ésta semana ponga a cada uno en su lugar, más allá que aportaremos ideas en el Uno x Uno.

Lo que no podemos soslayar es respecto a Jara. En el anuncio fuimos rotundos. Creemos que Diego es un JU-GA-DO-RA-ZO pero por alguna razón, semana a semana, desde que retornó al plantel, y más concretamente desde el arranque de temporada, el concordiense en la previa de la mayoría de los partidos presentó dificultades para entrenar.

Reiteramos nuestra concepción respetuosamente: por respeto a todo el plantel, debe jugar quien entrenó en toda la semana. Jara es una pieza de tremenda valía, pero no es Maradona, Messi, Drogba, Xavi, Podolski, Higuain, etc, etc… Es una “Piedra Preciosa” a la cual hay que seguir puliéndola para transformarla en una VERDADERA JOYA.

Pero si en la semana no labura con el equipo, llega el día del partido y se sufre lo que viene sufriendo Patronato (no por culpa de él, obvio…).

Mantenemos firme la idea: cuando logre estar al 100 % de modo regular, será una ficha de Primera A. Mientras tanto seguirá siendo ese jugador que por momentos nos maravilla y por otros o se sumerge en la intrascendencia o pierde la cordura y embiste contra la muralla de turno como autito chocador.

Podemos sonar tan duros como atrevidos, pero nos encantaría ver a Jara llegar desde el banco en los 30 finales y ROMPERLA volviendo locos a los defensores adversarios cansados.

Como lo hizo Ramón Díaz en la gloriosa época del inolvidable Ángel Labruna que lo tuvo al riojano TODO UN TORNEO entrando en los complementos desde la bancada de relevos para que los destruya a sus contrincantes con esos piques fulminantes y las definiciones estremecedoras.

Si estamos equivocados y Jara está para los 90 o para entrar de titular, QUE TRABAJE EN LA SEMANA A LA PAR DE SUS COMPAÑEROS y así se verán mejores frutos en cuanto a coordinación.

Claro que, el DT es Zielinski. Nosotros somos meros comunicadores y/o críticos aunque, también muchas veces hablamos en coincidencia con lo que ve la gente, y muchas, pero muchas veces, el Soberano no se equivoca y fríamente se percata de cosas que -por “x” razón- los técnicos no se dan o no se quieren dar cuenta.

Bértoli, de nuevo el mejor

Sebastián Bértoli (8): Deportivo Merlo pudo castigar aún peor a Patronato. No lo logró porque el guardavalla conjuró tres situaciones muy claras de gol. Además, si la defensa no jugó peor fue por el orden que intentó establecer el “1”.

Fernando Fayart (5): deja todo. Puso fibra, coraje. Pero se lo vio incómodo. Uno de los pocos que transmite en positivo sensaciones a la gente. Tiene que ser zaguero central.

Maximiliano Flotta (3): necesita acordar con Zielinski jugar de lo que sabe y dejar de aceptar posiciones que lo incomodan tanto como a Fayart. Se lo vio indeciso, irresoluto, ineficiente. Uno de los más flojos, sin dudas.

Julio Moreyra (3): no es el mismo del arranque y el DT lo banca a muerte. La defensa cambió notoriamente cuando se hizo expulsar. Como con el correr de las fechas mejoró sensiblemente sin él. Desde su vuelta, la zaga decayó en su estabilidad de manera notable. Se lo ve, sin atenuantes, muy inseguro.

Fernando Cravero (5): tuvo picos, intermitencias, pero sin embargo fue quien más generó maniobras positivas de atrás para adelante.

Cristian Devallis (5): con vaivenes. Muy buenas intenciones pero progresivamente perdió consistencia.

Mariano Echagüe (5): se extraña todo lo que transmitía en ese ir y venir de cacique talentoso. Una de las piezas que Zielinski rotó -creemos- innecesariamente y ahora vuelve a hallarse en su real posición.

Marcelo Guzmán (6): lo más positivo de la zona central. Contención, quite, proyección con una actitud admirable. Lástima que tuvo lagunas pronunciadas de mitad para adelante.

Fabián Espínola (5): cuando alcance un nivel regular, será esencial, pero sus sube y bajas son muy elocuentes. Talento le sobra. Solo le falta un rendimiento más uniforme.

Diego Jara (4): si se haría un editado de todo lo que erró en este primer año de Nacional B no lo contrataría nadie más. Sin embargo, es de esos jugadores distintos a los que está bien esperarlos aunque ya dijimos, mientras se aguarda su explosión definitiva estaría bueno darle el tiempo en que pueda rendir al 100 % y que ese esfuerzo no le quite claridad mental.

Emanuel Herrera (4): de menor a mayor. Empezó bárbaro terminó de manera intrascendente.

Leopoldo Gutiérrez (5): una presentación que ilusiona. Esperemos que si vuelve a jugar no se lo rote.