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Torneo del Interior: Paraná quedó en franca desventaja

Sabido que Atlético Paraná cuando le tocó sufrir un resultado adverso o no definitivamente halagüeño fue por: a) errores defensivos propios; b) no consumar goles “cantados” frente al marco rival; c) groseras fallas del juez de turno; d) mérito ajeno. Y así pasó ante General Rojo, prevaleciendo el punto “A” o sea una desinteligencia atrás y condenado. El “Chacarero” se llevó una victoria por la cual no hizo nada, pero facturó en el momento justo y así son los Playoffs. Fue 0-1 este primer choque de la 5ª fase.

No se terminaban de acomodar los 22 protagonistas sobre el field de Barrio San Martín cuando tras dos intenciones claras de Joaquín Cabral (una conjurada por el arquero y otra que dio en el horizontal) nació un contragolpe letal de la visita.
Pelotazo largo, desinteligencia entre Brian Berlo y Martín Galli, y Cristian Fornillo que se queda con el balón para luego enviarlo sobre Gustavo Vergara decretando la única conquista de la brega.

A partir de allí hubo un solo equipo dispuesto a atacar y otro a colgarse del travesaño. El “Decano” entrerriano puso actitud para revertir la tendencia. Sea cual fuere el método para llegar a la valla de Botaro, los “Rojiblancos” acosaron a su rival pero en realidad, es innegable que no fue una tarde creativa, clara, en la faz ofensiva. Digamos que todo fue muy previsible. Como si la ausencia de Todoro influyó para que no haya conexión contínua entre Alzugaray-Acosta-Chitero-Cabral. Todo resultó irregular, con intermitencias que su adversario aprovechó para aguantar estoicamente no menos de una decena de situaciones comprometidas, no plasmadas exitosamente por falta de puntería, o arrojo de los hombres bonaerenses que cuidaron su marco con entrega al ciento por ciento.

Si en el primer tiempo, General Rojo desarrolló un sistema especulativo, y así solo se cuidó de no ser vulnerado, se imaginarán lo que ocurrió en el complemento.
El equipo forastero se subió al travesaño y así fue casi una misión imposible para el “Decano” perforar esa muralla.
Claro que, destacada la conducta visitante, no puede soslayarse la falta de ideas que tuvieron los de Veronesse. Paraná tuvo fervor, empuje, batalló hasta la última gota de sudor. Fue permanentemente al frente, pero lo hizo sin virtudes técnicas, rústicamente, tipo “a la carga barraca…”.

Su oponente entendió que el negocio era esperar con solidez atrás y dentro de las posibilidades, ante cada posesión, cuidar la pelota en extremo, para que corra el tiempo.
A su vez, dispuso un cerrojo en la zona de contención que también opuso tenaz resistencia para evitar precisamente que se prenda la usina generadora de juego claro, ese toque y toque que caracterizó a Paraná hasta la serie con el “Decano” uruguayense, pasando a efectivizar los del “Gato” una apuesta de consecutivos pelotazos capitalizados expeditivamente por los defensas contrarios.

Lo mejor que hizo Atlético en su feudo fue sacudir a la extrema línea “Chacarera” con tiros libres que no concluyeron en gol por Botaro, el travesaño, y hasta en la última bola del partido un hombre de General Rojo sacó sobre la línea el balón impulsado por Galli.

El 0-1 es un castigo excesivo para el anfitrión como un premio demasiado grande para el visitante. Al menos un empate merecían los dirigidos por el rafaelino Veronesse. Como mínimo, no perder, pero así es el fútbol, más aún en Playoffs.

Bajo “0” en Resistencia

El otro cotejo semifinal que importa a los paranaenses y nicoleños concluyó sin vencedores. En la capital chaqueña, Resistencia Central y Sarmiento de La Banda (Santiago del Estero) empataron 0 a 0, bajo la atenta mirada de Leonardo Neivert. El cotejo desquite tendrá lugar el próximo fin de semana y el ganador jugará la final con quien avance en la llave de Paraná y General Rojo.