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Súper 8: Peñarol fue más largo y tuvo a Leo

Con una actuación sólida en especial con enorme aporte de sus relevos, pero con un formidable Leonardo Gutiérrez, Peñarol de Mar del Plata, ante alrededor de mil ochocientos espectadores, derrotó a Juventud Sionista por 78 a 65 en el segundo cotejo semifinal y este domingo desde las 22 definirá el Torneo Súper 8 Copa Ciudad de Mar del Plata ante Atenas de Córdoba, siempre en los últimos tiempos en el camino del conjunto marplatense.

La defensa de Peñarol marcó la pauta de los primeros minutos del partido. No sólo controló bien a Luis Cequeira ?a priori, principal amenaza de los entrerrianos-, sino que clausuró totalmente los caminos cerca del canasto. Sionista, en su afán de tomar tiros cortos, se ?comió? tres tapas (una de Mata, dos de Leiva) en los tres minutos iniciales y tardó treinta segundos más para conseguir su primera conversión. Y el conjunto marplatense, con una ofensiva más variada, con un reparto de tiros generoso, estableció una diferencia inicial de 9 a 2 a falta de poco más de cinco minutos.PEÑAROL SIONISTA

Pero enseguida los visitantes entraron al partido. Porque tomaron lo que ofrecía la defensa local. Dejaron de ir a desafiar la tapa y procuraron provocar faltas personales y ganarse los puntos de la línea. Y como Javier Martínez surgió con chispazos de calidad la diferencia enseguida se estabilizó.

Es más, Peñarol cerró mal el cuarto inicial, con una pérdida de Jones y un solo acierto de Reinick en cuatro tiros libres, y Sionista, con las únicas dos corridas de Cequeira en toda la primera parte, redujo la desventaja a sólo dos puntos antes del descanso corto (18-20) y logró la igualdad en la primera jugada del cuarto siguiente con un palmeo de Malloy.

Peñarol, con mayoría de relevos en cancha, reaccionó con una ráfaga de cinco puntos consecutivos de Alejandro Diez. Y los paranaenses enseguida volvieron a ponerse a tiro porque el circuito Martínez-Robinson funcionó un ratito como en sus mejores tiempos. Por entonces, Hernández se preocupaba porque ya tenía con tres personales a Reinick y el propio Diez y con dos a Martín Leiva.

La diferencia de la primera parte la hizo el regreso al partido de Leonardo Gutiérrez. El cordobés, que no anotó mucho en la primera mitad, consolidó más todavía lo que era ya una defensa importante. Y enseguida aportó tres robos de balón (dos de ellos al cortar pases llovidos al corazón de la pintura) para que entre Campazzo y Vega los convirtieran en puntos de contraaaque. Así Peñarol consiguió una diferencia del orden de los seis puntos que logró mantener a la hora de ir al descanso.

El equipo marplatense entró a jugar el segundo tiempo con una actitud inteligente.

Como no le fue bien en la primera parte con el tiro de tres puntos, fue a ganarse el pan bien cerca del canasto de Sionista. Ofensivamente, una vez más, fue Gutiérrez el que mejor entendió el partido. Pero la inteligencia del cordobés estuvo respaldada por una defensa férrea, sin concesiones, que volvió a frustrar a Cequeira. Así llegó a obtener una renta máxima de catorce puntos (53-39) a falta de poco más de dos minutos.

Sin embargo, una serie de intentos de tres puntos fallidos y demasiado precipitados, le impidió a Peñarol definir la historia en este punto. Y Sionista, con su efectividad en libres, finalizó el parcial diez puntos abajo (45-55) y con alguna esperanza.

La ilusión de volcar la historia le duró unos minutos más al conjunto paranaense, que protegió mejor su canasto con una defensa zonal que le dio réditos. Así, gracias a un par de aciertos de Cequeira, se situó 54-60 abajo a falta de siete minutos. Pero Gutiérrez siempre tiene escondido en la manga lo que su equipo necesita. En el primer tiempo fue defensa, en el tercer cuarto decisión para atacar el aro y en el cuarto final fue tiro de tres contra la zona. Aplicó tres triples en el peor momento de Peñarol y terminó de meter a Peñarol en la final.

Fuente: Sebastián Arana – Diario La Capital – arana@lacapitalmdq.com.ar