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Sorprendente versión sobre la autopsia: Gonzalo Calleja no presentaría indicios de violencia en su cuerpo

Contra todos los pronósticos y hasta contra lo que fuentes confiables ligadas a la investigación trasuntaran este jueves en el lugar donde fue hallado muerto Gonzalo Calleja, sin conocerse de modo oficial el informe preliminar de la autopsia practicada sobre su cuerpo un medio de enorme repercusión como Todo Noticias refleja que el joven contador y basquetbolista habría fallecido sin constatarse violencia alguna que se hubiera aplicado para producir su deceso. 

La noticia ha convulsionado el de por sí conmocionado escenario de la sociedad paranaense por las connotaciones primarias del caso, por el cual hasta fue detenido un joven con diversos antecedentes penales y se realizaran incontables allanamientos en distintas zonas de la Capital entrerriana.

En concreto, la conclusión inicial, que -insistimos- NO FUE OFICIALIZADA ni por los expertos forenses, ni por las altas esferas de la Policía de Entre Ríos, ni los fiscales, ni desde las esferas comunicacionales de cada estamento, sintetiza que no se habrían hallado signos de una muerte violenta, por consiguiente no se habría logrado determinar que haya sido un homicidio.

Por el contrario…, presuntamente, se le habría descubierto un problema coronario, de acuerdo a la información aportada por los colegas Ignacio González Prieto y Darío Lopreite, ambos de TN-Canal 13 de Buenos Aires, y a esta hora ya replicado por medios locales de altísima repercusión.

Sí… La investigación -supuestamente- ha tenido un “filtro” y el mismo seleccionó que la “primicia” no sea vernácula, autóctona o de la ciudad. Alguien, informó ello a los expertos periodistas porteños. ¿Quién? No lo sabemos y hasta el cierre de este informe, NADIE DA LA CARA ni siquiera para DESCONOCER LA ESPECIE OFICIALMENTE, o RATIFICARLA.

Pero lo tangible es que resultan muy confusas estas “deducciones iniciales” inherentes a la descripción tanatológica y traumatológica (como muestras de hisopados, fichaje de huellas, muestras de la piel, etc), y la posterior búsqueda de lesiones externas y/o hematomas internos, o el examen de si hay proyectiles u otros elementos extraños en un cadáver que fue estudiado primariamente durante un prudente período en el lugar donde fue encontrado por un avezado perito y luego derivado a la morgue para profundizar esos exámenes por alguna razón que cuesta interpretar sean al final solo hipotéticas “escoriaciones” al haber sido arrastrado como hoy se pretende transmitir.

Por otra parte, restaría aún un análisis toxicológico y de anatomía patológica, como se sacan otra clase de muestras de rigor, lo cual podría dar otro vuelco a la autopsia si se corroborara las especies informativas que en este momento nos atribulan.

De hecho, hay casos en los que en ese primer informe no se puede arribar a una conclusión definitiva, aguardándose el resultado de estudios complementarios que demoran más tiempo, por ejemplo, sostenemos, los exámenes histopatológicos -para determinar si el cuerpo contiene sustancias- que pueden demorar varios días en ciertas circunstancias.

Ante esta coyuntura, lo ideal sería que la Familia también esgrima su posición y más que nunca presente un abogado querellante e incluya de modo urgente un perito de parte. Hemos procurado establecer contacto pero el propósito ha sido infecundo una vez que conocimos esta extraña divulgación.

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