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Quién es Juan Carlos Marino, el senador denunciado por abuso sexual

Una militante del radicalismo de 51 años que fue secretaria de la Convención Nacional de la UCR y del Tribunal de Ética y Disciplina de ese partido y que trabaja en el Congreso de la Nación, Claudia Mabel Guebel, denunció judicialmente por abuso e intimidación al senador nacional Juan Carlos Marino (UCR-La Pampa); a su jefe de despacho, Pedro Fiorda, y a un asesor del diputado nacional Alfredo Olmedo.

 

Marino, de 55 años, casado y con dos hijos, inició su actividad política en 1983 y se desempeñó en esos años como integrante de la Mesa y presidente del Comité de su localidad, Miguel Riglos; delegado a la Honorable Convención Provincial; vicepresidente del Comité de la Provincia y delegado por La Pampa al Comité Nacional.

 

En 1991 ingresó a la función pública. A los 28 años llegó a ser concejal, tras ganar la lista que encabezaba las elecciones para el Concejo Deliberante de su localidad.

 

En 1995, fue electo intendente con el 53% de los votos y en 1999 fue reelecto con el 74 por ciento. Ese cargo lo ocupó hasta el 10 de diciembre de 2003, cuando asumió como senador. Renovó la banca en 2009 y 2015.

 

Además, en 2007 y en 2011 fue candidato a gobernador de La Pampa por el Frepam (Frente Pampeano Cívico y Social, que integran la Unión Cívica Radical, el Partido Socialista, el Fregen y otros partidos).

 

En la Cámara alta fue secretario del bloque de la UCR y también se desempeñó como vicepresidente del Senado.

 

La denuncia

 

En el despacho del fiscal Carlos Stornelli, Claudia Mabel Guebel, licenciada en Ciencias Políticas y especialista en defensa nacional, no solo hizo una extensa exposición de los hechos ocurridos hace tres meses en el despacho de Marino, sino que también aportó los números de teléfono desde los que habría recibido intimidaciones.

 

En el texto de la denuncia detalló que “el senador estipuló que mis funciones fueran desempañadas desde mi domicilio. Nunca tuve un trato de amistad ni de confianza, sí de respeto por su función”.

 

“Ilusamente pensé que trabajar junto a él era el lugar indicado para mí. Para mí era un desafío profesional por mi formación académica. El senador nunca leyó ninguno de mis informes”, agregó.

 

Dentro de los detalles que dio figuran algunos mensajes que recibió a través de su teléfono. “Al mes de empezar a trabajar, comencé a recibir mensajes de WhatsApp a mi celular que conservo actualmente. En esos mensajes me decía ‘¿Dónde estás?’ ‘¿Dónde vivís?’ ‘Voy a estar por allá; me doy una vuelta’ ‘Preparate, que voy a tu casa’. Me enviaba videos alusivos al sexo”, manifestó.

 

También dejó aclarado que no tenía vínculo, ni de confianza, ni de amistad y recalcó que los mensajes se los mandaba “constantemente, varias veces por semana”.

 

El relato de Guebel señala un momento en el que estuvieron sin una tercera persona. “Una vez que nos encontramos solos, directamente me tocó los pechos y me preguntó cuándo íbamos a tomar un café, me dijo que aguardara su llamado que en cualquier momento nos veíamos”, recordó.