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Patronato no para de regalar puntos

Patronato volvió a regalar de manera increíble, y a esta altura inconcebible, dos puntos que a la postre pueden ser “de oro”. Volvió a jugar por momentos muy bien, con una clara impronta de su prestigioso técnico, pero de pronto otra vez la debacle. El desperdiciar numerosas ocasiones de aumentar la cuenta a favor, el entregar chances al rival, el conceder terreno, el insistir con hombres que precisaban recambio y el final con premio excesivo para el oponente: 2-2.

PATRONATO SALIDAGanaba bien, cómodo, Patronato. Era un 2-0 sin complicaciones, imponiendo un juego atildado y hasta la diferencia podía ser mayor de no mediar la intervención del seguro cuidapalos tandilense y cierta ineficacia “Rojinegra”, pero poco a poco el local concedió a los “Aurinegros” cierto protagonismo que paulatinamente generó contratiempos a la zona media y defensa local.

Había cambios cantados para realizar, se veía flaquear física y posicionalmente a algunos jugadores o ni que hablar la carencia de oportunismo para resolver todo lo bueno creado frente al marco de Santamarina, pero eso no lo vio el DT Marcelo Fuentes y una vez más pagó caro precio.

Fue 2 a 2 y los de Muría siguen encabezando las posiciones de la Zona 1 cumplidas tres fechas de las revanchas. Ya son varias las lecciones no aprobadas, los desperdicios. Con esa filantropía, en cuanto a regalarle a sus adversarios unidades que luego se sufren, Patronato se dirige rumbo a otro fracaso.

Tiene muchísimo para ofrecer, empezando por la calidad de la materia prima, y siguiendo por el artesano en moldear tanto material útil en pos de concretar un banquete exquisito. Sin embargo hay algo que no funciona. Dentro de la cancha hay jugadores con una irregularidad notable. Afuera hay un técnico que no está procediendo a extirpar los “tumores” que luego hacen metástasis en toda la formación.

Fuentes sabe a la perfección que un equipo es una maquinaria y para que sea precisa deben funcionar de modo impecable todos los mecanismos. Si un engranaje falla, se cae el sistema y eso es lo que está ocurriendo a la vista de todos. Patronato por instancias es un relojito suizo, pero pasan los minutos y se transforma en uno vetusto, de lento y discontinuo andar. En esos pasajes surgen los “agrandes” del contrincante de turno y los goles errados terminan siendo soportados en la valla propia.

Lo venimos diciendo hace rato… En sí el clamor es popular. Hay hombres que tienen una duración a full, psicofísicamente hablando, y Fuentes lo debería saber para cambiarlos a tiempo y posibilitar que el ritmo no decaiga. La insistencia del DT ya causa escozor y varios se fueron del Grella murmurando que la dirigencia ya a esta altura debería intervenir y pegar un tironcito de orejas a quien/es le/s corresponda.

A las pruebas debemos remitirnos… Patronato ganaba claro, clarísimo y hasta pudo ser por goleada. Pero levantó la pierna del acelerador, fue pasivo ante el arco contrario y terminó fracasando y hasta alambrando en los minutos finales por el coraje de los tandilenses que no se conformaron con la igualdad y se escuchó gritar desaforado a Murúa, pidiendo en el epílogo que todos vayan al frente a buscar el triunfo.

Tal vez haya llegado la hora del “clic” en las huestes del Padre Grella. Si hay autocrítica, si hay humildad, seguro que ocurrirá y Patronato reforzará su favoritismo a la pelea por el Ascenso. De lo contrario, será lamentable verlo conducirse hacia otro destino de frustración.

Crónica de otro despropósito

Patronato tuvo un primer tiempo de alto vuelo ofensivo. Espínola y Devallis tomaron la bandera, junto a las proyecciones de Graciani y el criterio tiempista de Echagüe. A ese tandem de mitad de cancha para adelante se sumó la dinámica para mostrarse y/o abrir caminos de Jara y Leclercq. Con esa fórmula, no hubo mejor defensa que ese ataque tan insistente, tan dominante y con una tarea de contención extraordinaria de Leo Ferrero. Fue ese momento por el cual los Santos ejercieron autoridad.

PATRONA SANTAM

Santamarina buscó el ida y vuelta del partido, no fue mezquino, y en esa dosis de atrevimiento dejó brechas para que sean explotadas por el toque va y toque viene local.

Justamente en una combinación vistosa, llegó la apertura: toma la pelota Espínola, descarga en Jara y el concordiense devuelve; centro al corazón del área y Leclerq que se zambulle para anotar el gol que desató la euforia en las tribunas.

A partir de allí todo fue del Santo y los hombres de Murúa lucían desorientados, dañados. Esto no fue aprovechado por el anfitrión o mejor dicho, seamos sinceros, sí hubo buenas intenciones Rojinegras pero los propósitos chocaron contra un Bertoya inexpugnable.

Así se fueron al vestuario con un 1-0 que pudo ser mínimamente 3-0 si computamos las jugadas de peligro en plena área tandilense.

Del vestuario salió un retemplado Santamarina que adelantó sus líneas para buscar el empate. El ingreso del volante Farías por el lesionado defensor lateral Dragojevich dejó en claro un sistema de mayor codicia y el partido ganó en intensidad y ritmo.

El elenco de Tandil mejoró aunque no produjo riesgos frente a la valla de Bértoli. Y sí Patronato no bajó las banderas de querer reafirmar la hegemonía. Jara lució endemoniado con sus fintas y su poder de repentización, así fue víctima de foul que se tradujo en un tiro libre impecablemente ejecutado por Devallis quien desde el vértice izquierdo del área grande puso el esférico junto al vértice inferior del palo derecho. Golazo. Dos a cero absolutamente merecido.

Los de Fuentes ganaban sin discusiones pero sobre el cuarto de hora empezaron a verse síntomas de progresiva pérdida de consistencia, de actitud y de concentración. Ello fue usufructuado por Santamarina y Bucci ingresando por izquierda, ante una desarticulada zaga Sangre y Luto, aprovechó una incursión por el otro andarivel de Farías, y puso el descuento con remate a la izquierda de un Bértoli que voló en cierto modo no con su plasticidad y rapidez habitual quizás tapado por su compañero.

El 2-1 cambió el microclima desde adentro hacia fuera. Renació ese tufillo a nervios, a tensión, que se acrecentó al ver un Patronato que iba a adelante con enorme empeño pero sin eficacia y ya no volvía de manera tan aceitada. En tanto que, Santamarina aguantaba con firmeza y reconvertía su custodia con contragolpes punzantes que causaban dolores de cabeza.

Con el transcurso de los minutos los paranaenses perdieron claridad y hasta resistencia psicofísica, mostrándose la visita más enjundioso, con mayor fiereza y hasta desde el banco los mensajes eran mucho más ardorosos. Ello produjo que desde las tribunas del Grella no baje aliento sino que impere un silencio tenso y no pocos gritos de “sacalo a tal, ponelo a cual…”.

PAT SANT DOSDe los aplausos por tantas jugadas con olor a gol (computamos hasta ese momento no menos de una docena), se pasó a un cuchicheo con mucho de rezongo.

Bertoya tapialó su arco y sus compañeros corrían como caballos desbocados ante un Patronato vacilante. Faltaban 5 minutos. Solo la hinchada intentaba motivar al equipo local con su lealtad inclaudicable, y desde los otros sectores había más “ufa…” que “piropos”. Mientras, Murúa les exigía, los conminaba a sus orientados a que apelen a la última dosis de furia.

De pronto, córner (que no era tal). Ejecuta González y Barth que se eleva ante los titubeos de los hombres entrerrianos y fusila de cabeza a un Bértoli que nada pudo hacer. Dos a dos. Nadie lo podía creer.

Peor aún… Ya en tiempo prolongado se vio a un Santamarina decidido a buscar los tres puntos y a un Patronato herido de gravedad por no poder dominar el balón.

Reflexiones

Un empate que mínimamente fastidia por la lisa y llana razón que Patronato había concretado hasta los 20 del complemento una tarea en la que solo puede reprochársele su falta de contundencia o hasta se le puede compadecer por haberse topado con un arquero iluminado como Bertoya, enorme responsable que su equipo no haya sido goleado con anterioridad y así se liquide el partido y de esta manera hoy no hablemos con éste tono.PAT SANT

Luego, del 2-1, podemos ver el video con quien lo niegue y apuntamos una por una las mermas de rendimiento, se dieron decaimientos notorios y sin embargo los cambios a tiempo no llegaron. Fue como que el DT vio otro partido o confió quizás en el aguante de sus hombres pese a verse un partido de enorme despliegue e intensidad el cual, típicamente, necesita de recambios oportunos para no perder ese ritmo.

Acá llegó el líder, el puntero, y se le pudo ganar por paliza, pero la caprichosa pelota no quiso saber nada con ir a besar los piolines y/o se encontró con una muralla infranqueable.

Ahora bien, reconocida la apuesta ofensiva, se debe refutar lo acontecido del medio para atrás justo cuando las papas quemaron. Una vez más (y van…) Patronato se cayó en un estado de desasosiego, de nervios, de tensión que a algunos los obnubiló y se perdió claridad conceptual como firmeza en la recuperación de la pelota, especialmente por los dos laterales.

Digamos… Patronato fue uno con la pelota y otro sin ella. Se defendió estupendo teniéndola, cuidándola, ejerciendo autoridad. Y se descuidó cuando su adversario lo prepoteó con hombres experimentados, con oficio y artimañas.

Así, al no liquidar termina en parte liquidado. Patronato hizo méritos suficientes para ganar, pero de nuevo le empataron mas con garra y fervor que dotes técnicas.

Nos quedamos con la visión de un equipo partido al medio: Bértoli, Soto, Zuvinikar, Devallis, Espínola, Jara y Leclercq cumpliendo una tarea integral elogiable.

Graciani, Márquez, Echagüe y Ferrero con dos caras. Unas en el primer capítulo y otras en el segundo.

No da para dramatizar. Fue un empate, ante el número uno. Pero más que ganar una unidad, se perdieron asombrosamente dos. Otra vez en su propio hogar.

Revés doloroso de GimnasiaGIMNASIA PERDIO

Gimnasia jugó mal, no pudo encontrarle la vuelta al partido por lo que Juventud terminó ganándole bien por 2 a 0 en un pobre partido disputado en un campo de juego de muy malas condiciones.

Gimnasia llegaba reconfortado tras el triunfo de Ben Hur confiado en poder repetir los buenos pasajes de fútbol que tuvo el domingo pasado.

Nada de eso ocurrió; el equipo de la dupla Losada-Cruassar fue una sombra que deambuló por el campo de juego del estadio que lleva el nombre de uno de los tantos Grondona que tiene el fútbol argentino.

A Juventud le alcanzó con poco para quedarse con tres vitales puntos: Lo mejor de la primera etapa del local fue en el comienzo cuando tuvo algunas aproximaciones al arco defendido por Rougier. Primero Mazza y después Calomino perdieron inmejorables posibilidades.

Gimnasia trataba de defender con orden pero le costaba llegar al arco rival. Un remate de Bravo que exigió a Vellido fue lo mejor de la etapa del Lobo. Muy poco para un equipo con intenciones de estar en la fase final y jugando ante el último de la tabla.

El Lobo sigue dependiendo en demasía de lo que haga Padilla y así resulta muy complicado dado que los rivales saben de eso y entonces con marcar al 10 se le solucionan gran parte de los problemas. A los volantes le cuesta llegar al fondo para poder asistir a los delanteros. Y si, encima, falta Quiroga, todo se hace cuesta arriba.

Más ofensivo

Juventud necesitaba ganar y entonces la dupla local mandó a la cancha a Quiroz para tener mayor peso ofensivo. Y tuvo su premio porque llegó al gol a traves de Bulgarelli tras una buena jugada colectiva y ayudado por un defectuoso pique de la pelota.

Gimnasia sintió el golpe pero no tuvo respuestas futbolísticas para dar vuelta un resultado adverso.

Y todo se complicó aún más a los 27’ cuando Padilla le entró mal a Alessandroni y se encontró con la tarjeta roja de Leandro Bottoni.

Si hasta acá el rendimiento del equipo había sido flojo empeoró sin su enganche en cancha.

El segundo gol casi estuvo de más pero le sirvió a Juventud para estar más tranquilo y festejar una victoria importantísima para su permanencia en la categoría.

Así Gimnasia perdió en su visita a Pergamino algo que no es tan grave como sí lo es la expulsión de Matías Padilla que representará una importante baja. Fue roja directa y al menos dos fechas estará fuera del equipo.

El resto del AUNION MAR DEL PLATA

También por este Grupo A Unión de Mar del Plata, con goles de Miguel Alba y Leonardo Sefaty, derrotó por 2-1 a Rivadavia de Junín. Descontó, Patricio Pubio.

Mientras que, 9 de Julio de Rafaela venció por 1-0 a Ben Hur de Rafaela. El único gol del encuentro lo convirtió Sergio Peralta.

La tabla

Santamarina sigue bien arriba con 22, seguido por Patronato con 20. Rivadavia de Lincoln (el próximo rival del Santo) tiene 17. Gimnasia está cuarto con 16.

Ya en zona de mitad para abajo aparecen 9 de Julio (12) y Ben Hur (11).

Comprometidos: Juventud y Unión 9.

La próxima fecha

Por la 12ª fecha, el próximo fin de semana jugarán Rivadavia (L) vs. Patronato; Gimnasia y Esgrima vs. Unión (Mar del Plata); 9 de Julio vs. Juventud; Santamarina vs. Sp. Ben Hur.

Los otros gruposTALLERES

Por la Zona B, Talleres de Córdoba le ganó 2-1 a Crucero del Norte de Misiones. Ramiro Pereyra y Damián Solferino anotaron los goles.

Central Córdoba, con tantos de Sebastián Saez y Javier Contreras, derrotó por 2-1 a Racing de Córdoba. Descontó, Diego Velázquez.

Con goles de Juan Toya y Lucas Farías, Sp. Belgrano de San Francisco superó por 2-1 a Juventud Antoniana de Salta. Convirtió para éste último, Iván Stevenot.

Unión de Sunchales goleó por 4-0 a Libertad de Sunchales. Los goles fueron convertidos por Cristian Zárate, Enrique Triverio, Emiliano Romay y Manuel García.

Mientras que, por la Zona C, Villa Mitre de Bahía Blanca y Alumni de Villa María igualaron sin tantos.

Estudiantes de Río Cuarto, con goles de Nicolás Gatto y Alexis Salazar, igualó 2-2 a Huracán de Tres Arroyos. Conviertieron para éste último, Gastón Valente y Matías Zbrun.

Sebastián Coria, anotó para el empate entre Deportivo Maipú de Mendoza y Juventud Unida de San Luis por 1 a 1. Anotó para el conjunto de Sanluiseño, Marcos Fernández.

Cipolletti y Brown de Puerto Madryn empataron 0-0.