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Paranaenses y turistas rehenes de un conflicto con olor a intereses políticos

El centro de la capital entrerriana, Avenida Echagüe y la zona de 5 Esquinas, en especial Ramírez y Carbó fueron un caos este miércoles, vísperas de Jueves Santo. Una nueva protesta de exempleados municipales produjo cortes de calles estratégicos, los cuales impidieron una fluida circulación y causaron enorme confusión al transporte público de pasajeros. La quema de neumáticos, con distintos focos establecidos, produjo densas humaredas que dificultaron la visión y causaron molestias a vecinos y transeúntes. A la madrugada hubo incidentes en la esquina de Andrés Pazos y Corrientes.

Durante la “caliente” jornada, Policía de Entre Ríos y Bomberos tuvieron la orden de no actuar drásticamente, aunque sí asumir una postura de alerta y prevención, ante los reclamos que en la ocasión no tuvieron -a simple vista- acompañamiento de cabecillas sindicales, y tampoco se vio a “rebeldes” de Planta, tal cual sí ocurrió en los últimos sucesos de dominio público.

Uno de los puntos de mayor conflicto, por las características cinematográficas de la quema de neumáticos, fue la esquina de Carbó/Dean J. Álvarez y Ramírez donde pese a estar enclavado el Instituto Cristo Redentor los demandantes hicieron arder pilas gomas causando no solo cortes de tránsito en dicho sector sino esencialmente densas columnas de humo que implicaban malestar a frentistas , caminantes de esa zona, alumnos, docentes y padres de la precitada comunidad educativa.

Obviamente que, por momentos, el tráfico en esa área resultó enmarañado pese a las buenas intenciones de personal comunal afectado a regularizar el flujo de vehículos.

Desde Obras Sanitarias de la Municipalidad se explicó que se requiere la inmediata reincorporación de cerca de 40 trabajadores, que cumplían tareas de reparación de cañerías, desobstrucción de cloacas y el tratamiento del agua, y se arengó que la ausencia de dichos compañeros impactará en que el servicio se vea disminuido en la calidad y cantidad.

Por otra parte, la decisión de la intendenta de Paraná, Blanca Osuna de no dar continuidad laboral a los contratos caídos el 31 de marzo del 2012, trajo como consecuencia que en otras Unidades descentralizadas se produzcan quema de gomas y cortes de calle en protesta a los despidos, por ejemplo también en calle Almirante Brown.

Claro que fue muy visible y produjo inconmensurable perjuicio de toda índole, la protesta frente al Palacio Municipal, en especial por la confusión que creó en materia de transporte urbano de pasajeros, ya que no hubo precisión sobre el lugar exacto de las paradas de colectivos, teniendo el corte de calles que afecta a las mayoría de las líneas en su recorrido, extendiéndose la medida y recrudeciéndose durante gran parte de la noche, hasta que, a la 1.25 del Jueves Santo, una fuerte tormenta de viento y lluvia produjo amainó los actos de violencia que iban in crescendo habida cuenta que, al parecer, la presidenta municipal aún se mantenía reunida hasta esa hora con parte del Gabinete.

Loa ofuscados ex empleados y familiares, muchos de ellos acompañados por esposas con bebés en brazos y otros familiares, pretendían que Blanca Osuna salga a escuchar sus demandas, pero ello no sucedió y la irascibilidad se precipitó cuando el titular del Suoyem, Hugo Vásquez, apareció en su auto por calle Andrés Pazos, superó focos ígneos de neumáticos y se metió en contramano por Corrientes, para ingresar raudamente en la cochera de la Intendencia.

Los exempleados, algunos de ellos que argumentaban sentirse desamparados por una presunta acefalía del Sindicato, aparentemente por irregularidades en el proceso electoral, no ocultaron su enojo por el raudo paso de Vásquez y lo acusaron de no querer hablar con ellos.

Cerca de la 1.15 arremetieron contra el edificio de Andrés Pazos y Corrientes, justificando que desde allí había personal de Osuna que los amedrentaba e ironizaba. Mientras se producían golpes contra puertas y ventanas, una veintena de policías ordenados en un vallado humano, daban paso a personal de Bomberos para que apaguen las piras de neumáticos y procuraban evitar que los manifestantes ingresen al sector de cocheras y se mantenían alertas para que los daños sean lo menos graves posible, actuando por momentos de manera disuasiva, intentando contener a los más exaltados que paradójicamente eran mujeres quienes insultaban a viva voz a la intendenta.

Para colmo, se vieron involucrados algunos autos de turistas que buscaban ingresar a la cochera del Gran Hotel Paraná o una cuadra antes en un hostel. Y ante cada coche que procuraba pasar por esa zona venían reacciones.

Nuestra cámara tomó los reportes gráficos sin flash producto del accionar de un par de revoltosos que amenazaron con gestos ampulosos al fotógrafo, por eso, las disculpas del caso en cuanto a la calidad de los testimonios.

Repetimos que, a la 1.25, un fuerte temporal modificó el escenario, y si bien un grupo se quedó desafiando a las adversas condiciones climáticas, otro mayoritario fue desalojando la zona prometiendo volver.

Para finalizar, cabe resaltar que sorprendió la reducida cantidad de empleados de planta acompañando a sus ex compañeros lo cual habla de una incipiente merma o hasta quita de apoyo a los despedidos quizás por efecto “dominó” a lo ocurrido luego de conocerse la resolución del Ministerio de Trabajo de la Nación, por la cuál se denegó la certificación de las autoridades electas en el Suoyem, suspendiendo la cartera de Trabajo provincial los plazos de la conciliación obligatoria, causando que la incertidumbre se cierna nuevamente sobre la negociación en un conflicto que no encuentra solución y que promete, de seguir este curso, solo profundizarse.