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Palito Ortega en Paraná: intacta devoción por el Rey

ANTICIPO.- Palito Ortega sigue con su gira por el país y Paraná vivió su gran show en el estadio cubierto del Atlético Echagüe Club. De la mano de Queen Producciones el Coliseo de calle 25 de Mayo estalló de alegría con las canciones con las que muchos crecieron y que luego les cantaron a sus hijos, dejando al desnudo el espíritu intacto de aquella vieja nueva ola que hizo historia. Imperdible Galería de Fotos.

Tras su salida de la política, Palito regresó a la música, primero en fiestas privadas, luego los escenarios de toda América. Cultivó un perfil bajísimo hasta finales del 2010 y anoche brindó un gran show que permanecerá en el recuerdo de sus fans.

Ante un estadio colmado por la nostalgia de las canciones del Club del Clan al recital que duró más de dos horas no le faltaron la emoción hasta las lágrimas de sexagenarias, muchas de ellas acompañadas por sus maridos y hasta por hijos y nietos.

Una multitud que aplaudió a rabiar cada uno de sus temas, entre ellos: Viva la Vida, Media Novia, La Felicidad , Un Muchacho Como Yo, Corazón Contento, Bienvenido Amor y La Sonrisa de Mamá, consiguiendo sus fieles devotas obsequiarle cartas, fotos y hasta tocar a su amada Majestad que se puso de rodillas ante sus místicas entusiastas.

El viernes, este ícono de la música argentina desbordó el “Luis Butta”. Pasadas las 21.30, miles de admiradoras lo recibieron con aplausos, gritos y declaraciones de amor. El, con un atuendo celeste y blanco, exhibiendo una leve reminiscencia de los años 60, apareció en escena y en pocas palabras admitió sus nervios y emoción.

“Esta es una ciudad que me trae muy buenos recuerdos, a Paraná la he visitado mucho en mis comienzos, hasta supimos cruzar en lancha cuando estaban muy de moda los bailes en los clubes y nos presentábamos, con una afluencia muy grande de familias”, manifestó más allá de recibir un tirón de orejas simpático de la gente cuando gritó “Vamos Posadas” y admitió ser “muy despistado” a lo cual le respondieron al unísono desde todos los sectores, “a vos te perdonamos todo”

Confirmó también su entusiasmo, que reconoció como el mismo con el que llegó a su primera prueba. “Recuerdo que allí dije: «Tú tienes…»”, entonó sutilmente. La multitud estalló en nuevos aplausos y alaridos que pronto se convirtieron en los coros de “Despeinada”. Era el comienzo de un show que duró más de dos horas y en el que recuerdos y reencuentros fueron las musas predilectas.

Siguieron los hits “Bienvenido amor”, “Viva la vida”, “Corazón contento” y “La felicidad”. Con palmas y baile, las fanáticas acompañaron a un Palito que ofreció precisamente lo que ellas añoraban.

Detrás de la banda de once músicos -que incluye al mítico Lalo Fransen-, una pantalla led montada en el escenario erguido en la Preferencial, reproducía imágenes y extractos de películas que mostraban a Palito años atrás pero, de alguna forma extraña, igual que ahora, e interactuando con figuras de la música con quienes compartió la carrera.

En el Coliseo de calle 25 de Mayo se vivía una recreación de aquellas escenas sesentosas. Todos eran los mismos haciendo lo mismo; tres décadas después. “Lo amo. La última vez que lo vi tenía catorce años. Vine con mi hijo porque él lo escucha desde que tenía tres años, cuando no sabía leer y, sin embargo, ponía en mi Winco a Palito”, resumió con emoción Estela, acompañada por su nieta Josefina, mientras varias parejas en el público se abrazaban y reían con recuerdos cómplices de una época.

Cuando una fans le acercó un disco de pasta evocó “la gente compraba nuestro discos. Ahora no pasa así; los chicos bajan todo de internet, no tienen el disco, ni la imagen de su autor”.

La mención de Sandro fue recibida por el público con gran emoción y un cerrado aplauso, que pronto se convirtió en risas: “Cuando Roberto salía a cantar, las mujeres se volvían locas y le tiraban de todo. Cuando yo salía a cantar, las mujeres me daban estampitas”, bromeó Palito.

Mientras el Rey se cambiaba en vestuarios, Lalo Fransen también demostró estar entero despertando varios suspiros en la platea mayoritariamente femenina con su Bikini a Lunares Amarillo.

Un enorme acierto fueron los juegos audiovisuales que incorporan invitados como Sofía Loren, Plácido Domingo, y Elvis Presley. “A Elvis lo conocí en 1963, en Nashville. Fue como si hubiera bajado Dios. Era el espejo en el que todos nos mirábamos en ese momento”, dijo para maravillarnos con un Rock de la Cárcel espectacular.

El tema de la película La sonrisa de mamá y el recuerdo de Libertad Lamarque (que interpretó en ese film el rol de madre) fueron recibidos con inconmensurable emotividad, sobrando sollozos sentidos.

Con el público lleno de satisfacción y Palito extenuado pero aún con el corazón recontra contento, el Rey pidió que los presentes levantaran pañuelos al aire mientras cantaban “Yo tengo fe” y él dejaba el escenario aunque volvería para darle otro bloque a Lalo Fransen y sentarse atrás de la batería demostrando que es un músico de ostias.

Y si bien quedó flotando la sensación de que si le pedían otra, Palito volvía, una promesa de un nuevo encuentro en 2012 cerró el show impecablemente organizado por Queen Producciones, y el público emprendió el camino de regreso a su casa, con la certeza de haber visto de nuevo y como en su juventud a Palito, el “Rey”. AMPLIAREMOS.-