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¿Otra plaza de Liga que desaparece?

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Gualeguaychú una vez más se despide de la Liga Nacional de Basquetbol. En ésta ocasión, el fracaso fue de Racing. Pese a ser una de las plazas históricas de la provincia, La Perla del Sur sigue sumando decepciones.

 

La hermosa Capital del Carnaval argentino más fastuoso sigue sin lograr continuidad en el básquet profesional tras los avatares, los golpes de Central Entrerriano.

Ahora le tocó el turno a Racing que éste fin de semana dejó de tener nivel Federal.

 

Gualeguaychú, una localidad bellísima y estratégicamente ubicada, prosigue sin tener una estructura dirigencial-empresarial que logre hacer frente sin contratiempos el intervenir en al menos uno de los tres estamentos del baloncesto profesional.

 

Entusiasmo, sacrificio, pasión siempre hubo. Pero no hay duda que faltó comprometida aptitud y actitud para invertir inteligentemente y en ese sentido, saber tentar, saber seducir hasta a la misma clase política en pos que tribute ese grano de arena imprescindible, sea económico o logístico.

 

Ni Paraná tiene el Parque Industrial gualeguaychuense. Tampoco tiene la capital semejante riqueza turística con uno de los máximos espectáculos carnavalescos del Continente, las Termas, las playas, la cercanía con Uruguay y Capital Federal.

 

Pero hay más… Gualeguaychú es sinónimo de líderes políticos de predicamento nacional. ¿Qué pasó con la política y el básquet? ¿No hubo concientización en cuanto a la trascendencia de conservar una plaza que sirva de ejemplo a los chicos?

 

¿O es que quienes estuvieron al frente de los proyectos no supieron rodearse de gente idónea para cubrir determinadas áreas en pos de gestar una estructura sólida?

 

Una vez, en el ocaso de Central, en una charla espontánea, informal, con un colega de esa querida localidad nos costó digerir una frase: “la dirigencia del básquet de Gualeguaychú es muy terca, muy soberbia. Creen que la Liga sigue siendo la de los 80/90. No comprenden que todo el profesionalismo cambió y que si tratás a un jugador mal en una temporada, en la próxima ese mismo jugador habla peste del club y nadie quiere venir o te piden locuras precisamente para no arreglar acá…”

 

Hoy, lamentamos dar anuencia a aquellas palabras. El descenso de Racing desde el Torneo Federal remarca que, aun con las frustraciones de la mano de Central, no hubo una mutación, no hubo una transformación.

 

Peor aún… Es como si se hubiera potenciado esa impericia y/o esa falta de capacidad, competitividad para armar planteles básicamente confiables y mantenerlos adecuadamente para que sus jugadores se dediquen estrictamente a jugar al básquet.

 

Diego Bernardi, Juan de Dios Cancina, Pablo Mander, Joaquín Etcheverry, Benjamín Dutto, Abel Pascual, Alejandro Fidalgo,  serán junto al entrenador Gastón Narbay los apellidos que más fuerte se escuchen junto a la palabra FRACASO.

 

No obstante, hoy, el nombre circunstancial de Racing no importa. Lo que SÍ interesa es que otra vez, y van… Gualeguaychú -en cuanto al basquetbol- sigue decepcionando a una provincia con un equipo de Liga, cuatro del TNA, y ahora cuatro del TFB.

 

Una plaza que, por otra parte, ni siquiera tiene fútbol de enorme jerarquía más allá de buenas intenciones en el Argentino.

 

¿Qué frena a La Perla del Sur? ¿No habrá llegado el momento que surjan dirigentes jóvenes con renovados propósitos, con ideas modernizadas, que sepan seducir al comercio, a las empresas y a la clase política en pos que la ciudad tenga el nivel de baloncesto que supo tener?

 

Pero asimismo… a la hora de los votos, de poner un sobre en las urnas, el Pueblo gualeguaychuense ¿recuerda quienes son o han sido los políticos que evidentemente le han dado la espalda al básquet de Liga pudiendo contribuir hasta sugiriendo al empresariado a apoyarlo?

 

Estamos ávidos de leer Editoriales de colegas por los cuales guardamos un inmenso respeto y aprecio. Ellos pueden profundizar éstas palabras que solo contienen una mezcla de asombro y tristeza por ver tan aciago presente y aún más oscuro futuro para la actividad deportiva de alto rendimiento, a la postre, el espejo de tantos gurises en esa pintoresca Ciudad de los Poetas.