Ojo con el golpe de calor
Mientras en supermercados, bazares y casas de náutica se incrementaron las ventas de piletas tipo Pelopincho o en los clubes, pese al precio de los Derechos, la oferta de natatorios se presenta como alternativa más confortable ante la falta de playas, en los hospitales ha crecido en las últimas jornadas la atención por casos de golpes de calor a raíz de “previas” de bronceado en terrazas o techos de viviendas.
Es que la crisis del bolsillo de los argentinos, en éste caso de los paranaenses, ha provocado que muchos decidan tomarse las vacaciones en febrero o hasta en marzo para evitar los sobreprecios de enero.
Por eso, si un entrerriano normal (no de óptima posición económica, ni asfixiado en sus finanzas) soñó todo el año con un viajecito, y fue sacrificándose para llegar a ésta época estival y darse el gusto, en el último mes del 2009 y en el primero del 2010 apela a broncearse en las terrazas o techos de sus viviendas por la falta de playas cómodas al rebelarse el río frente a nuestras costas.
Hete aquí una circunstancia agravante de las altas temperaturas que se vienen soportando. Y vaya paradoja, las atenciones médicas por éstos cuadros han sido de jóvenes o adultos, en especial, damas, que han padecido descompensaciones diversas.
La idea de llegar con buen tono de piel a los destinos varios (nuestra Costa Atlántica sigue al frente de las preferencias) está haciendo estragos.
Es que los “ahorros” no bastaron como los derechos de pileta no están al alcance de todos, ídem con la variable de comprar un piletín para un mes y luego “tomarse el buque”.
Así, los “Adoradores del Dios Febo” se encontraron con un arranque de año agobiante y no tuvieron idea, en especial las chicas, de irse al techo, matarse con el betacaroteno y los nocivos rayos solares, lo cual implicó quemaduras y golpes de calor.
Por lo narrado, el consejo de facultativos reitera que los primeros 3 ó 4 días no se debe tomar el sol directamente durante más de 15 minutos. Se aumentará progresivamente el tiempo de exposición al sol, pero sin sobrepasar las 2 horas seguidas.
Aproximadamente a los diez días de exposición progresiva nuestra piel estará preparada para recibir los baños de sol. 
Se debe evitar tomar el sol entre las 11 y las 6 horas y debe utilizarse siempre una crema protectora con el factor adecuado para nuestra piel.
Aplicarse el protector solar media hora antes de empezar a tomar el sol.
Después de una jornada de sol, tomar un baño, secarse bien y aplicarse crema hidratante sin omitir el protegerse los labios y los ojos.
El pelo protege del sol. Los hombres calvos deben protegerse la cabeza con una gorra.
En los días nublados las radiaciones solares inciden igual que en el contacto directo con el sol, por lo que es necesario aplicarse las protecciones en estos días.
Importante entender que los menores de 5 meses no deben exponerse a los rayos solares y hasta los tres años con muchas precauciones.
Durante el embarazo se producen manchas solares o “cloasma”, que no suelen desaparecer después.
Cuidado con los medicamentos fototóxicos, como la píldora anticonceptiva, que produce manchas antiestéticas en la piel.
Y algo vital, tomar agua, toda el agua posible. No demasiado fría, ni caliente más allá de los mates que nunca están de más. Concretamente, el hidratarse es clave de lo contrario las vacaciones futuras peligran entre quemaduras y deshidrataciones que no en pocas oportunidades desembocaron en graves cuadros de salud.
Obviamente, si la billetera aún tiene algunos morlacos y se es socio del Rowing, del CAE o del Pescadores, aún el majestuoso Paraná no llegó al tope y quedan playitas para disfrutar. 
El mejor asesoramiento, y gratuito… Si no tienen chicos o de última, si tienen paciencia, las playas del Thompson están bastante potables con el río en un estado no ideal pero sin peligros de contaminación y con un boyado seguro. El techo o la terraza son algo más íntimos siempre y cuando no haya vecinos mirones, pero verdaderamente en éstos días de calor infernal resultan una trampa mortal.
Un domingo medio que te hacinás en el Parador pero entre semana no está mal. Claro está, llevate la heladerita porque si bien hacen unas papas fritas exquisitas, tomar o comer algo es con precios mínimamente marplatenses.
