Oficial APB: en el “Pietranera”, cruce de semis con historia
La instancia semifinal del Torneo Oficial Superior de la Asociación Paranaense de Basquetbol, entre Olimpia y Ciclista, arrancará este miércoles a las 21,30 en el “Humberto C. Pietranera”. Darío Rodríguez, Rubén Zappalá y Martín Tesoro serán los jueces. LT 14 emitirá flashes desde La Rioja 153.
Dos “potencias” de los últimos tiempos estarán desde hoy frente a frente por un pasaje rumbo a la final del certamen Oficial de básquet local.
Olimpia llega tras eliminar a Talleres y con la inspiración de estar en la cuenta regresiva para participar, como uno de los favoritos al Ascenso, en la Liga Provincial clasificatoria para la B Nacional, más el aditamento de tener juveniles que vienen rompiéndola en las Ligas U17 y U19.
Ciclista arriba dejando en el camino a Echagüe, otro de sus clásicos adversarios, con más complicaciones que los “Azulgranas” debiendo liquidar su serie en el “Baglietto” en tercer choque por lo cual, para su experimentada formación fue un cansancio extra que no tiene el CAO, reiteramos, alternando una fuerte preparación con miras al certamen entrerriano.
Los dos acceden a esta semifinal ganándose uno a otro en la 1ª fase: 78-59 para los de Salamone y 65-60 para los de Passadore, respectivamente. Pero el elenco de calle Santiago del Estero arrastra una larga racha sin alegrías en el gimnasio de La Rioja 153, más específicamente desde aquel campeonato logrado en el 2006.
El hoy dueño de casa cuenta con figuras de la talla de Oscar Heis, Salvador y Alejandro Bahler, Román Princic, Juan Dreiszigacker, José Lenardón, Martín Dobry, Diego Faltoni, más excelentes pibes como Nicolás Agasse, Mauro Zarate, Nicolás Sánchez, y Francisco Lamic, entre otras fichas jóvenes.
La visita llegará con Alfredo Muzachodi, Pablo Rochi, Carlos Petrilli, Luciano Armando, Juan Pablo Gracia, Nicolás Almeyda, Julián Szczech, Aitor Padillla, Juan Pablo Vazzoler, Juan Sordi Bogado, Hernán Lizarraga, y el pibe Félix Madikián.
Un deseo sobre los árbitros
Indudablemente, promesa de un partido de alto voltaje, inaugurando una serie parejísima.
Es de esperar que los dos elencos se aboquen a jugar al basquetbol y no a discutirle todo a los árbitros. Ya viene siendo un mal coincidente en cada cancha, que jugadores, técnicos, dirigentes y público son más árbitros que los propios jueces e increpan a los mismos por cualquier acto o lo que entienden una omisión.
Realmente, impresionante como se la pasan hablando, discutiendo, enojándose algunos jugadores, con cada sanción. Honestamente, por pasajes ya fastidian y uno se pone en la piel de los jueces y por allí entiende que los nervios, la tensión los invada y metan la pata en algunos casos de modo muy elocuente.
Si bien consideramos que son los que cobran (algunos teniendo en cuenta la cantidad de partidos perciben un emolumento dignísimo), y que por ende deberían tratar de no equivocarse tanto, entendemos con firmeza que muchas de las fallas en que incurren son por el agobio que a la larga va erosionando su actitud psíquica.
Es que basta con ver algunos de los videos que tenemos reservado para observar que se protesta por cualquier cosa y llega un momento del juego en que se pierde la cordura.
Obviamente comprendemos que los equipos de Paraná están conformados por hombres y jóvenes que laburan, estudian, tienen sus compromisos familiares, y en la mayoría de los casos, salvo ínfimas excepciones, todos lo hacen de manera amateur. Entonces, a veces llegan “cargados” a las canchas por coyunturas propias y no tienen la dosis imprescindible de tolerancia hacia aquellos que sí tienen una renta por ese partido, pero ello no se erige en fundamento o argumento sólido para disponer una conducta de permanente reparo.
Quizás si todos aceptarían un poco más que no tenemos jueces brillantes pero tampoco tan horribles, que hay varios chicos que se están haciendo dentro de un ámbito donde año a año están faltando responsables y eso debería ser preocupante, y que con las sucesivas demandas lo único que se logra es calentar más el ambiente, seguramente saldrían partidos más lindos.
Por ahora, consideramos que todos, sí, todos, están en deuda en éste aspecto y que los árbitros deberían obrar con mayor autoridad para evitar que se llegue a perder el rumbo de los cotejos.