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Milani aclara (o intenta…)

Mientras el Gobierno nacional posterga el pliego con su designación oficial como jefe del Ejército, César Milani aclaró su relación con el soldado Alberto Ledo, hoy desaparecido, y volvió a rechazar su supuesta vinculación con crímenes de lesa humanidad en la última dictadura.

En una aclaración publicada por el diario oficialista Página/12, el periodista Raúl Kollman dio, por pedido de Milani, mayores precisiones sobre la entrevista que protagonizara el domingo pasado en ese medio.

“En el Batallón de Ingenieros de La Rioja nosotros teníamos unas 50 deserciones por año. Cuando un soldado no se presentaba en cinco noches y cinco días, se hacían las actuaciones por deserción. En Tucumán se informó en aquel momento que Ledo había desertado. Es obvio que no era así”, sostuvo el general en una entrevista con el diario Página/12.

Milani confirmó en una aclaración a P/12 que firmó el expediente que se hizo después en La Rioja por la deserción de Ledo: “Éramos cuatro subtenientes y nos tocaban los expedientes por azar para la firma”.

“Yo me presenté ante el juez este viernes, pero nunca fui ni nombrado por ese caso en 36 años. Es ridículo decir que Ledo fue mi asistente o auxiliar”, concluyó el militar.

Durante la última dictadura militar, el entonces subteniente César Milani se desempeñaba en el Batallón de Ingenieros de Construcciones 141 de La Rioja. Por su rol en esa unidad, que había sido enviada a Tucumán para integrar el Operativo Independencia, se lo vincula con supuestos delitos de lesa humanidad que, junto a otras acusaciones, complicaron su ascenso a teniente general al ser designado como jefe del Estado Mayor del Ejército por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Pero el militar tiene otra versión de los hechos: sobre la desaparición del Alberto Ledo, un conscripto de 21 años, Milani aseguró que “nunca” estuvo bajo su mando y que en su momento lo consideraron como un “desertor”.

“No sé por qué me tengo que estar defendiendo de esto después de 36 años. Estuve en La Rioja varias veces, en forma pública, saliendo en los diarios y nunca se me imputó nada. La madre del soldado Ledo jamás me nombró, pero básicamente porque no tuve ninguna relación con su hijo. Yo era de la Compañía A de Ingenieros y Ledo estaba en la Compañía de Comando y Servicios que era la que se dedicaba a la parte administrativa, a cocinar, a hacer guardias de seguridad”, aseguró Milani, quien reiteró: “nunca tuve a Ledo bajo mi mando y menos todavía como mi asistente o auxiliar.”

La desaparición de Ledo figura en el libro El escuadrón perdido, del capitán José Luis D’Andrea Mohr: “En la noche del 17 de junio de 1977 salió tres veces con el capitán Esteban Sanguinetti a hacer una recorrida. La última noche no volvió”, menciona el texto.