Maran Suites & Towers

Mar del Plata espléndida: no tan cara, aunque el clima complica bolsillos

Sin dudas que la vedette de este verano marplatense es el clima inestable. Y ello incide notablemente en los costos de las vacaciones estivales 2015. Más días de sol, menos costos. Más lluvia o baja temperatura y las billeteras sufren, en especial de los padres con 2 o más chicos. Otro dato: ir en auto puede servir para trasladarse por toda la Costa Atlántica y elegir variedad de eventos recreativos, pero entre los “Trapitos” y la falta de estacionamiento cómodo o cercano al destino, más las cocheras con valores exorbitantes, conviene SIN DUDAS viajar en micro.

 

El clima viene enroscado para el turismo y las perspectivas no son las mejores. Con los avances tecnológicos uno puede recurrir al pronóstico extendido y así, equipado con un celu de alta gama, es fácil comprobar cómo vienen los próximos días con bastante certeza.

El panorama es fluctuante, sobre todo para la Costa Atlántica, por lo cual es inevitable subir la vara en cuanto a los probables costos a insumir ante más días de cine, shopping, juegos, teatro y mayores consumiciones gastronómicas.

 

 

Obviamente, Mar del Plata y otras localidades “Marítimas” cuentan con una amplia gama de actividades para no sufrir la falta de playa. Claro… Todo cuesta más, y los presupuestos se estiran a límites insospechados, por más que no se quiere o se cuide al máximo las tarjetas.

 

Hablemos de una Familia tipo (padre-madre-2 hijos). Siendo positivos sobre las condiciones meteorológicas, uno desayuna bien “power”, se va para la playa onda 10.30 y debe pensar amén del bronceador/protector, y el iglú (lo cual permite evitar alquiler de carpas), en consumir primariamente no menos de un par de botellas de agua mineral de 500/600 cc a un valor promedio de $ 20 aunque se puede conseguir más barato.

 

 

Ya a la hora del almuerzo, dependiendo del Parador, se puede apelar a la tradicional hamburguesa completa con montos oscilantes en los $ 50 y los 75.

El sandwiche de milanga entre $ 60 y 80.

El súper Pancho va de los $ 30 a los 50.

El de jamón y queso entre $ 25 y 40.

El de vacío o bondiola entre $ 70 a 90.

El de lomito entre 75 a 90.

El cono de papas fritas $ 25 a 40.

El cono de rabas de $ 60 a 95.

Las empanadas $ 15 y 20.

La ensalada completa de $ 50 a 75.

Un heladito no baja de los $ 25.

 

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¿La bebida? Ya hablamos de las agüitas minerales… Una gaseosa chica puede comprarse de $ 20 a 35.

Aguas saborizadas de $ 18 a 30.

Una cerveza de 30 a 60.

 

Estos valores suben o bajan dependiendo si es en La Perla, El Torreón, Playa Chica, Varese, Playa Grande, Mogotes o Playas del Sur, incrementándose los importes en ese orden.

 

Seguís con la siesta y luego viene la búsqueda de la frescura con un licuado, que puede conseguirse de $ 35 a 60, aunque entre medio y hasta la tardecita puede llegar la necesidad de otras aguas minerales.

 

Saquen la cuenta… Esto, en un día de playa. Aunque, bien vale la pena aclarar… Las heladeritas-conservadoras dan una mano enorme con el solo hecho de bajar costos de bebidas o algún yogurt, frutas o postrecitos con los cuales los chicos tiran…

 

Y hete aquí un punto saliente: los combos que ofrecen rotiserías, súper atractivos o los supermercados exhiben precios hasta más favorables que los de Paraná con espectaculares promociones de menúes para llevar a la playa o comer en el “Depto”.

Y a la hora de comparar valores de algunos artículos comestibles miren: Media docena de medialunas $ 20; Manzana Red el kilo $ 27; Manzana Green 16; Durazno 29; Banana 10; Naranja 8; Kiwi 60; Ciruela 20; Papa 7; Tomate 29; Lechuga 10; Cebolla 12; Carne Picada 35; pan lactal $ 35. Muy similares a los supermercados de Paraná.

 

El problema viene con la baja de temperatura y/o con la lluvia. Los restaurantes exigen otros costos. Hay algunos como Montecatini y Manolo que ayudan, pero hay que tener suerte y no hacer colas extensísimas por la excelsa ecuación precio-calidad de sus productos culinarios sobre la que dedicaremos un espacio especial en próximas editoriales.

 

Aunque no todo es comida. Hay que pensar en el shopping, las tentaciones al ver ropas y calzados a precios de promoción, como en ciertas casas y/o galerías de la Peatonal las ventas de ocasión son ultra convenientes.

Y ya que andamos en el shopping o en el centro, vienen los pedidos de los chicos con Burguer King, Mc Donald´s o hasta el infaltable cafecito con unas medialunas extraordinarias en el Café de La Fonte D’Oro o en la Boston.

 

Surge el cine, el verificar que hay lugar para la noche en el teatro y sin playa hay energías para redistribuir.

Aparecen las seducciones por excursiones, una más interesante que la otra, los pibes piden ir al Acquarium y es un paseo imperdible.

 

El Museo de Arte Contemporáneo es una buena alternativa para pasar un rato sin tanta erogación. Pero es una mañana, o una tarde. Luego quedan varios días.

 

Si está nublado o con chubascos, la ida al Puerto es otra chance de pasar el tiempo sin tanto costo, más allá que los olores exquisitos de mariscos tientan y está Chichilo, Alito, La Banquina de Pescadores, Santa Rita. Si entrás ahí es posible que salgas muy feliz con la panza llena pero preocupado por lo que salió la movida.

 

Para colmo, al lado de los restaurantes está uno de los Kartódromos. Y andar con hijos y no llevarlos es una picardía que algún día no te lo perdonarán.

 

En fin… Un día sin playa complica lo presupuestario. Ni hablemos dos o más… Por ello, hay que repensar las vacaciones y “jugar” con el pronóstico.

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Ah… Y a no olvidarse de algo… Yendo en el propio auto es HERMOSO, pero poco placentero por el stress con el cual uno vuelve. Mar del Plata y en sí todas las ciudades de la Costa, son un hervidero de autos. Para colmo, cada vez más grandes, 4 x 4 modelos Siglo XXII y un modo de manejar poco cordial. Peor todavía… No conseguís por cuadras y cuadras lugar para estacionar. Y si conseguís es por dos razones: a) cocheras donde te arrancan un ojo de la cara; b) los “Trapitos” cada vez más ABUSIVOS. La mayoría te cobra NO MENOS de $ 30 ni bien cerraste el coche. O sea… NO esperan que vuelvas. Y si hacés carita fea, prepárate. Es uno de los PUNTOS MUY FLACOS del Operativo de Seguridad. La COIMEADA INFAME de estos personajes detestables. Ojo… Volviste y el “Trapito” se dio cuenta que estuviste TODO EL DÍA, y te azota de nuevo. Podés quejarte, pero es MUY PROBABLE que te ocurra algo. Así de contundente.

 

Por ello, ALTAMENTE RECOMENDABLE, viajá en micro y movete en taxi, remiseso fuera de horas pico en micro. Una que hacemos nosotros. Rumbo a Playa Grande, Mogotes o Playas del Sur, en ómnibus no más allá de las 10.30. ¿La vuelta? En taxi o remis pero pidiéndole al chofer que corte por atrás, o sea, sin ir por el Boulevard Marítimo.

 

Si uno hace la cuenta, LES ASEGURAMOS que el riesgo es menor yendo en micro a la Costa Atlántica, o a Carlos Paz. La otra que queda, ir en auto propio pero guardarlo definitivamente en la cochera del hotel, depto.. o casa. AMPLIAREMOS.-