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Luis Larrateguy: “el tabaquismo, mata”

Con el fin de reafirmar considerandos de la Ley que declara a Entre Ríos Libre de Humo de Tabaco, norma que tiene por objeto proteger el derecho de las personas no fumadoras a respirar aire no contaminado, el Dr. Luis Larrateguy, coordinador de Prevención de Enfermedades Crónicas no Transmisibles, dependiente del Ministerio de Salud de la provincia, condujo una charla destinada a secretarios, subsecretarios, directores y jefes de área de la Administración Pública en la cual alertó sobre las consecuencias negativas del tabaco para la salud de las personas y puso acento en lo inherente a las ganancias varias veces millonarias de las tabacaleras como a sus campañas propagandísticas.

“El cigarrillo causa primordialmente una adicción que es psicológica y farmacológica provocando asimismo enfermedades pulmonares, cardiacas, accidentes cerebro vasculares, de circulación en las piernas y todo un grupo de enfermedades producidas por las 4.800 partículas que tiene el humo de cigarrillo”, enfatizó Larrateguy.

“Estamos trabajando y pedimos a la población que nos ayude a prevenir el inicio del hábito, motivar a que los fumadores desistan de esa conducta, y también que se le de preponderancia al respeto de la ley que prohíbe fumar en espacios cerrados”, añadió el prestigioso neumonólogo quien con una exposición rica en matices y debidamente fundamentada, se refirió al impacto directo de esta problemática en la salud de la sociedad, dejando entre varios conceptos catedráticos, una sentencia que invita a la reflexión. “Quien fuma es como que inhala el humo de un brasero en forma permanente”.

Larrateguy fue concluyente: “Quien fuma debe ser consciente que no solo esta afectando su salud sino también la de aquellos que, involuntariamente, inhalan el humo proveniente de sus cigarrillos. El tabaquismo pasivo representa la exposición de los no fumadores a los productos de la combustión del tabaco en espacios cerrado, lo cual supone la inhalación de una cantidad de humo que llega a ser la tercera causa evitable de muerte en los países desarrollados, después del tabaquismo activo y del alcoholismo”

El facultativo opinó con argumentos irrebatibles que “en definitiva, el tabaquismo pasivo representa en nuestros días un importante problema sanitario, y a pesar de la proliferación de evidencias científicas, legislación y declaraciones institucionales, muchos millones de personas en todo el mundo están expuestas de manera involuntaria a un ambiente perjudicial para su salud y pueden morir por ello. El mejor conocimiento de los riesgos a que están expuestos debe ser el acicate definitivo para defender sus derechos, lo que, sin duda, facilitará una mejor salud para todos, no fumadores y fumadores”

Larrateguy entiende que para lograr abandonar el hábito hay que estar motivado. “La persona que desea y decidió dejar de fumar tiene que estar preparada para hacerlo. A partir de allí uno puede trabajar con la terapia conductual: ir cambiando conductas que llevan a fumar”, comprendiendo que una persona fuma después de algo, con determinada persona o en determinada circunstancia. Al cambiar esos hábitos, la persona empieza a dejar de fumar”

“El tabaquismo es uno de los factores de riesgo más importante de las enfermedades crónicas no transmisibles. Es la causa de muerte más prevenible y más del 70% de las muertes por cáncer de pulmón, bronquios y tráquea son atribuibles al consumo de tabaco. Necesitamos trabajar en este tema para evitar que más de 40.000 personas mueran en nuestro país”, advirtió Larrateguy.

“Dos tercios de la población no fumamos, -consideró Larrateguy-, es decir que la mayoría somos los no fumadores. Por lo tanto, tenemos que lograr que no se fume en los lugares cerrados para no aspirar el humo de segunda mano o tabaco ambiental, que es el que exhala el fumador y produce tantas enfermedades como si fumáramos activamente. Es un camino largo, pero no imposible. No esperamos resultados inmediatos, sino que en unos 10 años vamos a ver un cambio sustancial en los números”

Por eso exhortó a “tomar conciencia individual y colectiva, para instrumentar acciones para controlar este flagelo que provoca altos costos en salud, en vidas humanas, ausentismo laboral y educativo y deteriora la calidad de vida”.