Maran Suites & Towers

Las playas marplatenses más cool

Es una tendencia que continúa replicándose en Mar del Plata, donde lo exclusivo parece estar reservado al sur de la ciudad o tras cruzar el Faro, como les gusta decir a los locales. Son las playas elegidas por los adolescentes que vienen a vacacionar solos por primera vez o por las familias jóvenes que disfrutan de la movida que sugieren este tipo de balnearios, ubicados en la zona más cool de Mar del Plata.

Consagrados como verdaderos íconos del verano, renuevan cada año su oferta con el fin de mantener cautivos a los clientes, y atraer también a otros segmentos de un público que se perfila cada vez menos arraigado y más nómade.

Aquí, un breve resumen por los puntos más destacados:

Arena Beach

Cuando se trata de imprimirle ritmo a las vacaciones, la opción es Arena Beach. Entre los amantes de la música, el balneario se destaca por ser uno de los pocos que ofrece shows y propuestas artísticas para vivir el verano en un espacio único.

Dos radios, la Rock & Pop Beach y la Metro Mar del Plata, instaladas en la zona, constituyen una alternativa ideal para apreciar bandas y reportajes en vivo, mientras se toma sol en la pileta o se deleita un plato americano o mediterráneo (superan los $60) en alguno de los dos bares instalados en el predio.

Al caer la tarde, el protagonismo se lo llevan los “Sunsets live”, donde reconocidos DJ musicalizan los atardeceres hasta bien entrada la noche.

La Caseta

Es un clásico de Mar del Plata que sabe reinventarse. En el inicio del 2012, la novedad del balneario llega de la mano del programa Bio, anclado en la búsqueda del bienestar y el equilibrio.

La idea de La Caseta se traduce en volver a la esencia de lo natural mediante actividades integrales. Entre ellas, se incluyen: caminatas en la playa, yoga y masajes, meditación, reiki, fangoterapia y spa en un escenario que fomenta la conexión interior para aprovechar al máximo la propuesta.

El alquiler de la carpa, a $ 300, habilita al uso de las instalaciones y de los servicios. Por separado, se cobran las sesiones de reiki y masajes, entre $ 60 y $ 100.

Para quienes deseen, además, cultivar y extender esta filosofía mientras contemplan el mar, el lugar ideal es Goa, el nuevo parador de sushi (rolls variados y niguiris entre $ 50 y$ 95) y jugos naturales.
Allí se sirven sabores de lo más originales, como el mix de melón, ananá y albahaca, y se destacan algunos tragos que van ganando terreno en los grupos más jóvenes, como el “antiresaca” (naranja, limón, pomelo y miel). El precio promedio de ambos ronda los $ 20 y $ 30.

Mute – Club de Mar

Rodeado de pinares, Mute recibe a los turistas con una propuesta de lo más versátil en un entorno boscoso.

La música en vivo y las camionetas 4 x 4 le confieren un sello sofisticado al lugar, marcando presencia y originalidad en la zona de El Alfar. Una de las novedades son las carpas para los vehículos 4×4, a un valor de $200 pesos por día.

Terrazas en deck y piscinas circulares con vista al mar envuelven de entrada a los turistas que se acercan a este complejo semiescondido. Para acceder a las piletas, alcanza con haber alquilado una carpa tradicional, por $ 150.

Muchos deciden descansar en la arena, mientras otros se inclinan por probar los platos de un menú variado, casero y light, que define la carta de su restó.

Hacia la noche, los veraneantes pueden tomar unos drinks a orillas del mar y extender así las cuotas de placer que origina el contacto con la arena. El valor de una caipiriña es de $ 30.

Abracadabra

Ingresar a este parador supone transportarse automáticamente a una exótica playa de Bali y querer descubrir qué se esconde detrás de todo ese montaje dispuesto a la perfección con piezas importadas de la isla.

Mientras algunos se entregan al relax de día, con masajes basados en la técnica “Ayurveda” (el arte de curar en India), otros se dejan atrapar por los after beach en la arena y la movida nocturna.

Abracadabra recomienda probar los platos del restó, ubicado en el corazón del parador, que ofrece cocina mediterránea. Almorzar o cenar allí oscila entre los $ 100 y $ 200 por persona.

El Taino

Se trata de un parador-balneario de tinte familiar que invita a refrescarse con su imponente piscina y solarium de cara al mar. Ofrece un menú de pizzas gourmet de ocho porciones (algunas opciones incluyen langostinos) y los precios oscilan entre $ 45 y $ 50.

El complejo adhiere también al boom de organizar actividades recreativas vinculadas con el cuidado de la salud y de la figura. De esta manera, se dictan clases de spinning, yoga y pilates, y se realizan masajes a cargo de profesionales, en distintos horarios.

Las mujeres que visiten El Taino cuentan, además, con el beneficio de poder renovar su look (sin cargo) en las instalaciones de la peluquería montada especialmente para las clientas del balneario durante la temporada. En el lugar, además, se pueden testear exquisitos licuados de frutas que prepara un equipo de expertos en el bar Zeta Jones.