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La UADER le da lugar al deporte

Argentina nunca se destacó por tener una gran tradición deportiva en el ámbito universitario. Pero en los últimos días la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad Autónoma de Entre Ríos ha decidido otorgarle al deporte un lugar de trascendencia. Como primera medida, sumó de head coach a Román Rodríguez, alero del Atlético Echagüe Club y egresado del Programa Athletic Training Education Program de la Ouachita Baptist University donde jugó en la NCAA II estadounidense tras proyectarse desde Pilar, si ciudad de origen y Boca Juniors, su primer paso en el básquet de alto rendimiento. ¿Y si algún día vemos un team de la UADER emulando a la UBA que llegara a militar en Liga Nacional?

 

Una gran parte del alumnado UADER viene del interior del país. La mayoría debe trabajar para solventar sus gastos o el alquiler de un departamento y no tiene tiempo para seguir entrenándose en sus clubes o hasta pagar aranceles societarios en instituciones.
En la Universidad, se concibe al deporte como un importante factor de integración social y desarrollo humano, el cual contribuye a la formación de hábitos saludables que mejoran la calidad de vida de las personas, generando oportunidades educativas integrales para contribuir a la formación psico-física de los individuos, contemplando los valores intrínsecos de la actividad deportiva: responsabilidad, compromiso, voluntad, servicio y/o solidaridad, superación.

A su vez, la UADER, realizando una interacción con las carreras que allí se siguen involucrará progresivamente todo aquello que implique el estudio y fomento de las ciencias aplicadas al deporte, otorgando impulso continuo a la creación de nuevos espacios, que teniendo al deporte como eje central, sean verdaderas instancias de integración social entre la Universidad y la comunidad.

Asimismo, propondrá además afianzar el rol de la Universidad como productora y difusora de prácticas deportivas inclusivas, no solo concretando actividad competitiva y/o recreativa, sino también diseñando implementar cursos y otras modalidades de capacitación desde abordajes disciplinarios diversos y complementarios.

Por ello, sedujo a uno de los jugadores más queridos del básquet local con proyección de Liga para que, con sus conocimientos alcanzados, nada menos que en una Universidad norteamericana, pueda dar una mano lo debidamente especializada como para cristalizar un exitoso proceso, reafirmando un interesante plan como promover la cooperación técnica y la asistencia a todo tipo de instituciones relacionadas con la intervención y formación en las áreas de educación, salud y deporte, públicas o privadas, en toda la provincia.

Una institución universitaria es, en gran parte, lo que sean sus directivos y sus profesores. Pero ni unos ni otros se encuentran a veces en estado “puro” o ideal. Si una universidad logra asegurar la excelencia de sus docentes, tiene asegurada, en buena proporción, su excelencia como institución de educación superior.

Al haber elegido la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UADER al Memo Rodríguez, reafirma que lo primero que se desea es que el docente aprecie su propia condición como una importante función social y asuma su ejercicio no por necesidad o porque no se puede hacer otra cosa, sino por vocación.

Pero además, si se quiere trasmitir la ciencia, la cultura amplia, la especialización, uno como docente tiene que estar imbuido de ellas. El atractivo del prestigio personal permite influir positivamente sobre las personas de los universitarios y servir de modelo de identificación para los futuros profesionales.
El mundo no necesita buenas ideas, sino gente capaz de expresarlas. El término latino ‘educere’ significa “sacar de algo lo que está potencialmente contenido en ello”. Educador es, así, “el que ayuda a crecer, a partir de lo que se tiene”.

Y la UADER, considerando que en cada uno de sus estudiantes existen “en potencia” (en posibilidad de llevarse a realización) energías latentes, que sólo esperan a alguien que los ponga en movimiento, los libere, los ayude a actuar, seleccionó a Román Rodríguez primero que todo, por la integridad de su propia conducta y desempeño, que lo constituye en modelo de identificación para sus alumnos, lo cual se denota en cada juego del Negro en el TNA. Sin dudas, una buena idea sobre la cual seguiremos hablando ya con el Memo para que nos cuente su plan de trabajo y de paso nos transmita anécdotas de su formación académica en Estados Unidos.