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Idas y venidas por el Dólar: otra jornada de plena inquietud por anuncio no explicado

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Tras anunciar el Gobierno que se habilitará la compra de dólares para el ahorro se generó una expectativa enorme por lo que ocurrirá en el mercado luego de escalar un 15 % en los últimos dos días. Ahora mismo, el ministro de Economía se encuentra reunido con el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, para evaluar cómo será la puesta en marcha del nuevo sistema. Preguntas inevitables.

 

Mientras que aguardamos efectos positivos ante la medida anunciada, paralelamente se espera  la diagramación de un plan integral para controlar la inflación mediante una política fiscal que no asfixie a los sectores más débiles del circuito impositivo argentino.

 

La coyuntura cambiaria es tan trascendente como el orden fiscal para evitar desajustes cada vez más remarcados en términos de gasto, presión tributaria y regulaciones.

 

Se quiera admitir o no desde el Gobierno, la devaluación -PALABRA DE LA CUAL NO SE HABLA EN CIRCULOS OFICIALES- ya tuvo un impacto en la economía real.

 

Y no es descabellado que las empresas suspendan sus ventas o no presenten sus productos en góndolas por la falta de referencia de precios en el mercado, en especial de los sectores que dependen de insumos importados, como la industria metalúrgica, la alimenticia, la textil, la petroquímica y autopartes, entre otras.

 

Así, se paraliza la venta de pequeñas y medianas empresas y del mismo modo los servicios también se vieron afectados. Dentro de las agencias de turismo, se decidió “suspender la recepción de pagos por tiempo indefinido”.

 

¿Más claro aún?… Hay alarmante incertidumbre en el mercado por el precio de reposición, sobre todo con los insumos importados, y todo ello genera una inconmensurable contradicción.

 

La ausencia de una norma que explicite la medida anunciada en una conferencia relámpago por parte del jefe de Gabinete y el ministro de Economía disparó un mayor grado de vacilación y ESPECULACION sobre la operatoria y alcances.

 

Por ello es inevitable formularse algunas preguntas que, esperamos, tengan coherentes respuestas a la brevedad:

 

¿El Gobierno dejará reacomodar los precios de la canasta alimentaria, de las naftas y gas oil al salto cambiario de los últimos días?

¿Permitirá una nueva suba de tarifas del transporte?

¿Ajustará el Estado el -SIN DUDAS- devaluado salario mínimo vital y móvil?

¿Bajará los derechos de importación para atenuar la suba de los costos de insumos y partes gravitantes en el proceso productivo y comercial?

¿La liberación del cepo cambiario abarcará a las operaciones inmobiliarias?

¿El Central defenderá la paridad con venta de reservas para satisfacer la demanda, o dejará que el mercado opere sin intervención oficial?

¿Los pagos de servicios de turismo en el exterior con tarjeta de crédito seguirán con un recargo a cuenta de Ganancias de 35%, o también se reducirá a 20 por ciento?

¿Regirá algún límite de adquisición por día, mes, o año?

 

Demasiados interrogantes que estaría muy bueno cuenten con respuestas criteriosas en los próximos minutos y no dejar todo librado al azar.

 

La “Década Ganada” en los últimos tiempos ha venido marcando contradicciones insalvables en cuanto a los discursos. A lo que se anuncia, a lo que se dice, a lo que se expresa, y luego el ciudadano común no halla en la realidad traducido en cuanto al costo de vida.

 

Por ello, la escalada del dólar produjo honda consternación en especial en aquellos argentinos que ni siquiera vieron alguna vez un billete verde en el bolsillo y sí tienen que soportar que el billete de cien valga cada vez menos o con cien mangos se compre cada vez menos artículos básicos.

 

Hete aquí entonces la pregunta fundamental: ¿todo lo que viene aconteciendo en el mercado se trasladará o no a los precios???

 

Si alguien del Gobierno hoy lo negara, saldrá a supermercados y comercios a intervenirlos porque ayer un ticket de compra diga una cosa y hoy o el lunes otra???

 

Quien no tiene capacidad de ahorro, quien no compra dólares, puede sufrir un impacto muy grave por los aumentos de costo inminentes del sector productivo. Pero de esa onda expansiva el Gobierno, a través de Kiciliof y Capitanich NO HABLÓ hace instantes.

 

Solo comunicaron una decisión y el ministro de Economía lanzó una ironía provocativa… Así se maneja el Oficialismo por estos días. NO EXPLICA. NO DETALLA. Y SE CONTRADICE.

 

NO dudamos en que la maleabilidad, la especulación de los mercados bursátiles causa hondo perjuicio en las intenciones  y/o planes trazados por el Gobierno, pero para ello hacen falta medidas coherentes y EXPLICADAS. No apuestas delicadas que solo causan abismal perjuicio a las áreas más débiles de la sociedad argentina.

 

Una cuestión de este calibre requería una presentación más completa, aclaratoria. Dicen desde el Gobierno que se busca “generar más equidad en el asunto cambiario” y “dar alguna certidumbre, sobre cómo vienen las variables principales”. Capitanich y Kiciliof solo incrementaron el clima de desasosiego ya instalado de modo apocalíptico por ciertos “especialistas” en este tipo de mquinaciones.