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Grassi preso: esperará un milagro en Ituzaingó

El Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 de Morón dictó la orden de detención para el sacerdote Julio César Grassi, condenado a 15 años de prisión por abuso agravado de menores. El cura había solicitado que no se violaran sus “garantías” argumentando que durante todo el proceso “me mantuve a derecho” ya que todavía le queda una instancia de apelación.

Sin embargo, el tribunal compuesto por Mariana Maldonado, Claudio Chaminade y Pablo Lucero ordenó, por unanimidad, la “inmediata detención” del padre Grassi en carácter de prisión preventiva, a efectivizarse en la Unidad 39 del penal de Ituzaingó.

“El encarcelamiento durante el proceso solo se justifica cuando es absolutamente indispensable para no impedir el normal desarrollo penal”, consideraron los magistrados en su sentencia. Y justificaron su decisión al afirmar que “existen razones debidamente fundadas que justifican una medida preventiva”.

Ahora, Grassi quedará en prisión cuando sólo le queda apelar su condena ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que sería el cuarto tribunal en expedirse sobre su culpabilidad.

 GRASSI PRESO

El tribunal primero había rechazado el recurso de recusación y nulidad presentado por la defensa de Grassi. Luego escuchó a los distintos alegatos. Durante la audiencia, el Padre Grassi había acusado al Grupo Clarín de armar la causa en su contra y se defendió de la querella, que había solicitado su inmediata detención.

Antes, Grassi había advertido que todavía “quedan muchas instancias judiciales” por el caso y dijo estar “entero”, tener “fe en Dios” y “esperanza en la Justicia”, a la vez que manifestó que la causa es “una cruz” que tiene “que llevar”.

No obstante, admitió tener “miedo de injusticia” y, en ese sentido, pidió a “aquellos que consideran que hay justicia que recen para que sea plena”. “Estoy tranquilo, tengo fe en Dios y esperanza en la Justicia. Estoy entero: no bajo los brazos y sigo adelante”, dijo a la prensa Grassi afuera de los tribunales de Morón.

El caso se desató en 2002, cuando un informe del programa Telenoche Investiga de Canal 13 comprometió al titular de la fundación Felices los Niños, con distintos testimonios que lo apuntalaban por abuso de menores.

Grassi permaneció en prisión durante un mes, hasta que el tribunal le otorgó la excarcelación mientras esparaba el juicio oral. En 2009 fue condenado a 15 años de prisión por sólo dos de los 17 cargos que se le imputan. Pero el sacerdote quedó en libertad luego de que la defensa apelara el fallo. Ahora, la Suprema Corte bonaerense ratificó la condena y desestimó los recursos presentados en su favor.