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¿Feliz Navidad?

La Noche Buena en Paraná, luego de las celebraciones en Familia, concluyeron -para una multitud que se reunió en la Costanera Baja- en un caos provocado por un minúsculo grupo de inadaptados que pudo generar un desastre de proporciones incalculables. Sin haberse previsto la magnitud de la convocatoria por parte de Comuna y Policía de Entre Ríos, miles de jóvenes se dieron cita en la zona de la Bajada de Bertozzi y rotonda del Rowing, tipo fiesta improvisada, y allí dieron rienda suelta a su euforia. La apoteosis tuvo un telón final a pura agresividad con botellazos que no terminaron en tragedia por casualidad.

 

Adolescentes de no más de 15 años, y jóvenes con un promedio no superior a los 22, obviamente con excepciones en cada extremo, concurrieron al precitado sector del Parque Urquiza aprovechando la Noche de Fiesta y/o hacer “previa” para dirigirse -posteriormente- a otros festejos.

Como ya hemos reflexionado en otras Columnas Editoriales, NADIE se hace cargo de la responsabilidad que le compete en cuanto a prevención, orden, respeto de normas ante esta clase de celebraciones, pero la principal ausencia/falencia es del Estado provincial y del Estado Comunal.

 

Por lo tanto, es lamentable observar el saldo de este tipo de tertulias, en las cuales prolifera la circulación de alcohol ilimitado, sin ningún tipo de verificación de edades, como -de modo preocupante-, lo que genera a nivel actitudinal tanto consumo indiscriminado.

En ese sentido, sin haber una organización responsable, el desmadre, el desborde es desmedido.

 

Por añadidura, los comportamientos son todo lo contrario a lo que debería significar una festividad, y tan inapropiada conducta deriva en toda clase de comportamientos escabrosos.

Pero si de ausencia total de operativos preventivos hablamos, inevitable citar la falta de baños químicos, por lo cual los procederes se tornan más obscenos a la hora de satisfacer necesidades fisiológicas y/o hasta sexuales.

 

Digamos que es un descontrol total, ultrajando tanta riqueza natural que tanto se promociona turísticamente pero no se cuida debidamente por parte del mismo Gobierno.

Ya es tiempo que la Municipalidad de Paraná y la Policía de Entre Ríos tomen cartas en el asunto.

 

De más está decir… resulta una obviedad para nuestros lectores habituales, que MUCHO podemos reflexionar acerca del daño que está provocando la ingesta de alcohol en nuestra juventud (ni hablar del consumo de drogas…, tema más profundo aún a debatir), flagelo que ya se vislumbra en fiestas “de 15”, bailes, “previas” en domicilios propios, viajes de egresados o recepciones…

Una profunda, severa autocrítica debemos acometer los grandes en el seno de las Familias, eje primordial de los modos, maneras, usos sociales que exhiben fuera del hogar los Menores.

 

Algo más para el municipio…

 

La Municipalidad de Paraná invierte miles y miles de pesos en promoción de la Gestión Varisco a través de su área de Prensa y Difusión. Pero…, no es capaz de encarar las operaciones de PREVENCIÓN aludidas, y más delicado todavía, recién pasado el mediodía de este domingo salieron cuadrillas de limpieza a higienizar el descalabro provocado en una noche que debía ser de introspección como la Navidad.

Ha pasado un año tras la asunción de Sergio Varisco. La herencia fue pesadísima, ardua y hasta conflictiva. Pero ello no debe implicar “hacer la plancha” y descargar todo el compromiso propio en el legado ajeno.

 

O se está despilfarrando dinero en materia comunicacional, o no se están haciendo adecuadamente los deberes en las áreas pertinentes. Lo cierto es que, pretender disfrutar de la Costanera en la mañana de Navidad fue caótico y execrable, una imagen repugnante en tan excelso paseo.

¿Qué debemos esperar para el 31/1°?

Foto Gentileza: P. C. – Paraná Hacia el Mundo