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En Concordia hay preocupación por una ciclovía que, tapada por arena, genera riesgos para ciclistas

El tramo de la ciclovía instalada en avenida Monseñor Rösch, entre calles Sargento Adolfo Cabrera y Boulevard Ayuí, está tapado por arena. Especialmente un área de 200 metros donde casi no se ve asfalto por donde transitar. Un ciclista y usuario de las redes sociales subió un video denunciando la situación. “Este es el estado de las bicisendas por donde pretenden que andemos, que circulemos los ciclistas. Un arenal terrible donde corremos el riesgo de caernos. Yo digo ¿las autoridades donde están que no mandan a limpiar esto?”, se preguntó.

“Es imposible, miren las ruedas como se entierran. Acá pretenden que andemos, que circulemos, porque si vamos por otro lugar, los autos nos putean, los automovilistas nos dicen de todo, que para que nos construyeron una bicisenda pero esto es una vergüenza. Realmente una vergüenza”, acotó el ciclista en las redes sociales.

Un documento del Ministerio de Transporte sobre las ciclovías establece que son infraestructura exclusiva y especializada para ciclistas. “Las Ciclovías forman parte de una Red de Vías Protegidas. Su traza se encuentra ubicada sobre la calzada, delimitada por separadores físicos. Se ubican, excepto en casos especiales, en el margen izquierdo de la calzada según el sentido de circulación vehicular, con un ancho de 2,35 m para ciclovías de doble sentido de circulación (1 m por carril y 0,35 m de separador físico) y de 1,55 m para el caso excepcional de sentido único (carril de 1,20 m y 0,35 m de separador físico)”.

Además se colocó una separación física del tránsito vehicular; se realizó una demarcación horizontal y señalización vertical; la velocidad máxima que se puede desarrollar es de 30 km/h; en arterias intervenidas, hay demarcación especial para lugares de ascenso y descenso en hospitales, escuelas, geriátricos, etc; tratamiento de cruces; demarcación en verde (cruce de ciclistas) y zonas de convivencia con peatones.

Sin embargo, todas las previsiones ejecutadas para generar seguridad a los ciclistas naufragan por la falta de mantenimiento produciendo el efecto contrario: riesgos para quienes transitan a lo largo de Monseñor Rösch. Deben salir de la misma y compartir un carril estrecho con autos que circulan a alta velocidad.

El año pasado, la instalación de las ciclovías -un proyecto que preveía cubrir 27 km de extensión- generó más de una polémica. Por un lado, se señaló que no era prioridad ese proyecto y había otras necesidades más urgentes en la ciudad que atender. La respuesta de las autoridades fue que se trata de fondos específicos que venían de la Nación con ese fin y no otro.

Pero además, se lo ejecuto en su gran mayoría en el radio céntrico, sobre calles angostas, donde se redujo notablemente el espacio para que los automovilistas pudiesen circular. Y en las zonas donde realmente hacen falta, como el Acceso Norte, por donde transiten decenas de ciclistas a diario, se dejaron las bicisendas existentes que en realidad no son más que veredas de material precarias.

La decisión de centrarse en el radio céntrico se basa en un concepto especifico: reducir el trafico automotor. En junio del año pasado, Sebastián Scévola, subsecretario de Ingeniería, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Urbano, de la Municipalidad de Concordia, explicaba que en todas las ciudades del mundo se están sacando los autos del centro, priorizando a peatones y ciclistas para la asignación del espacio urbano. “Es darle menos espacio al transporte automotor particular. Se prioriza el peatón, el ciclista y el transporte público de pasajeros”, remarcaba.

Fuente: Gentileza Diario Junio.-

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