Emilio Fouces, un “distinto” en el peculiar mundillo de la política
Por Francisco Pancho Calderón
Es uno de los letrados de mayor predicamento del Foro regional. De hecho, su Estudio maneja causas no solo provinciales, sino que trascienden la esfera jurídica entrerriana. Emilio Fouces da el salto al ámbito complejo de la política luego de conocer íntimamente sus pro y contra, acompañando como precandidato a edil a Lucía Varisco en la lista Paraná Está para Más.
Sus raíces son peronistas y hasta no ha ocultado su identificación con el “Néstor Kircherismo”, sin embargo, decidió volcarse al ruedo político tras una extensa carrera como jurista en la que cosechó innumerables elogios por su carismática actitud, su desenvoltura paradigmática, su original imagen desafiando al estereotipo jurídico, típico de los Tribunales.
Emilio Fouces además, es presidente de una de las más trascendentes instituciones deportivas del país: el Club Atlético Estudiantes, dándole a la entidad desde su asunción un toque distintivo, con una apertura saliente a toda la sociedad paranaense, y sacándolo de un posicionamiento de élite, como supo erigirse la entidad “Albinegra”.
Desde su asunción el Club del Parque Urquiza abrió sus puertas a la Comunidad y aumentó no solo las disciplinas sino sus deportistas, algunos de ellos de proyección nacional e internacional, fortaleciendo el espíritu de ser Formador de Formadores, con equipos técnicos de relieve donde sobresale un loable estilo interdisciplinario.
Con 56 años de vida, Fouces jamás ocupó un cargo público, pero sí representó a políticos y asesora al Estado nacional cuando se lo requiera por diferentes causas.
Su oficio legal conlleva litigar, pero es un dialoguista que conserva férrea convicción por lo ético poniendo especial énfasis en que el arte de charlar bien no puede reducirse a la sola práctica de las expresiones, sino entendiendo que es neurálgico el argumentar lo que pretende y comprometerse a transmitirlo.
Si bien la integridad es un deber esencial en dicha profesión no todos los abogados corresponden a ese dogma. Fouces, digamos que es un “distinto” … Íntegro en sus pensamientos, justo en sus expresiones, leal en sus acciones. Es un fraterno reparador que ha demostrado ubicarse por sobre la “Justicia Elitista” y la “Garantista”, tendiendo puentes.
Partiendo de la base en lo inherente a respetar a la democracia en términos dialógicos, es atrayente la figura de Fouces insertándose en la política.
Más aún con su experiencia en lo concomitante a la producción rural habiendo incursionado en emprendimientos agropecuarios, y a su vez, junto a su hermano heredó de su madre la Librería el Ateneo, de calle Buenos Aires.
Estéticamente es un legista disímil al resto, que en esa lucha de pasiones que es la abogacía, lucha a diario por el Derecho; pero pone acento en la lucha por la Justicia, depositando su Fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la Justicia, como destino normal del Derecho; en la paz, como sustitutivo bondadoso de la Justicia; y sobre todo, esgrime que le sobra la Fe en la Libertad, sin la cual no hay Derecho, ni Justicia ni Paz.
Dicen que: “Para hacer una buena defensa el abogado debe ser verídico, sincero y lógico”… Bueno… esa es la cualidad mayúscula de Fouces. Por eso se viste como quiere y habla como quiere, sin conservar tradicionalismos absurdos ya transitando el SigloXXI.
“Ya que tengo una posición cómoda, me la voy a complicar metiéndome para tratar de aportar desde adentro”, dijo Fouces quién eligió a la parlamentaria radical y al economista del PRO para compartir Boleta. ¿Tendrá éxito? Prematuro afirmarlo, pero imaginamos que, haciendo una buena campaña puede despertar el interés de un electorado ávido de ver, sentir, escuchar nuevos políticos, y -sin hesitar- Emilio Fouces ES UNA PERSONALIDAD DISTINTA en el tan vituperado mundillo de la política.