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¿El Probásquet APB llena carencias de los clubes?

Las flamantes autoridades de la Asociación Paranaense de Basquetbol gestaron en este 2013 la instauración del Probásquet, una especie de Campus Selectivo que viene siendo un acicate para algunos pibes afortunados con la “selección” que hicieron sus propios técnicos de cada club, como para otros representa una FRUSTRACIÓN por no haber sido siquiera invitados a un entrenamiento en pos de ganar motivación extra.

Y si hablamos de niños decepcionados, nos referimos a pibes que se pierden, que abandonan el básquet pues se acrecienta la franja entre los gurises talentosos, año a año cada vez más animados, estimulados por sus técnicos desde muy chiquitos, en una actitud que venimos repudiando con drasticidad, pero elocuentemente ACEPTADA por los dirigentes codiciosos de glorias efímeras de entrecasa.

Apoyamos el Probásquet, pero pensamos que debería ser más ABIERTO y no tan RESTRINGIDO a precoces talentos, un error GARRAFAL que sigue sin querer admitirse.

Así, con ésta tónica, tendremos en un par de años, un grupo ULTRA seleccionado, muchos jugadores SIN FUNDAMENTOS y menos aún, SIN PERSONALIDAD para portar un balón y/o saber qué hacer con una pelota pues su propio coach o el de Formativas se encargó de DEFORMARLOS, quitándoles chances de evolucionar, y cientos de ex jugadores de Premini, Mini y U13 que ni siquiera llegaron a jugar en U15.

La pregunta es… ¿para qué sirve el Probásquet en la APB? ¿Para detectar talentos? ¿Para premiar a hijos de…? ¿Para consolidar una idea política? ¿Cuál es su REAL objetivo?

Es simple… Hay 2 o 3 chiquilines por club que “la rompen”. Ellos en las prácticas y juegos de cada club son los líderes, los que juegan más, los que definen, y hasta, en algunos casos, los que se erigen en correctores o fiscales de sus compañeros menos hábiles.

Son quienes más tienen la pelota, por ende, los que más se divierten… En sus clubes son PREMIADOS por sus capacidades y, en algunos casos, esas chispas que poseen la trasladan a ciertos comportamientos objetables que son apañados y/o no penados con el rigor que debiera aplicarse.

Y la frutilla del postre es que, amén de esa idolatría que se tiene por ellos en el club, la APB los distingue dándoles entrenamientos especiales, integrando un grupo seleccionado, y así a sus propias dotes, se le agrega CAPACITACIÓN, PERFECCIONAMIENTO.

El resto… Bien, gracias… Entrena poco en la semana, menos de 50 minutos por la rotación de cancha. Con un solo entrenador que tiene que controlar a no menos de 15/20 gurises y que NO DA ABASTO; y esos chicos NO TAN HÁBILES o quizás NO TAN DESPABILADOS/EXCITADOS como los virtuosos, casi NO disfrutan de la bola y por consiguiente, NO APRENDEN.

O sea… Tenemos 2 o 3 gurises RECOMPENSADOS por las idoneidades que la naturaleza les confirió, y una amplia mayoría resignada a “acompañar” hasta tanto no se harten y dejen el deporte FRUSTRADOS.

Creímos que el Probásquet sería DISTINTO. Vemos que nos EQUIVOCAMOS. El tiempo nos dirá quiénes eran los EQUIVOCADOS. Eso sí… Mantenemos la idea… Pasen y vean los registros de la APB. Recuerden composición de selecciones entre 13 y 17 años desde más o menos el ’99 en adelante.

En los 3 últimos lustros de nuestro bendito básquet, ¿qué figura salió?… ¿Qué crack salió?… ¿Cuántos valores paranaenses vistieron la casaca nacional de Mayores?… Etc, etc, etc… Preguntas y varias más que hemos repetido en tantas Columnas de Opinión.

¿Qué “Estrella” formaron nuestros técnicos del ’99 a hoy?… Salvo Muller y Siemienczuk/Blanc que han tenido proyección nacional, o Svetliza-Seigorman-Vesco que solo se han desempeñado en el Proyecto Sionista, ¿qué técnico local se proyectó a la Liga y se consolidó en la misma?

Aníbal Cantero, Roberto Benvenutto, José Cottonaro, Alejandro Dilenque, Oscar Maffey, Carlitos Hirschfeld, Daniel Sánchez, SÍ fueron los precursores y pueden estar orgullosos de sus tareas, resultados competitivos al margen.

Hoy, con tantos Campus, Clínicas, capacitación online, parece que el básquet de Paraná está CONDENADO a SUFRIR una nueva generación de técnicos que deambulan por varias instituciones, escuelas, colegios, institutos para ganarse el sustento salarial, o hasta trabajan en diferentes empresas y hasta en el Gobierno, y dedican sus mayores ESMEROS por animar a críos talentosos, o hijos del dirigente de turno, que por una FORMACIÓN INTEGRAL DEL GRUPO, cualidad que MUY PERO MUY POQUITOS jóvenes técnicos exhiben.

Y eso no solo lo contempla la dirigencia APB cruzada de brazos, sino que LO INCENTIVA con un Probásquet que al final pareciera suplir lo que NO se hace en las instituciones, como si el cuerpo de entrenadores designados por la Asociación, pudiesen hacer en un día lo que NO se entrena en los clubes durante la semana.

Amigos… El Probásquet NO está comandado por un Cuerpo de Técnicos del máximo nivel nacional, o por qué no, de viejas glorias de Liga. No señores… Cuenta con un staff laborioso, ello no se discute, Made In Paraná, que también desarrolla sus tareas profesionales en cada entidad afiliada a la APB y, repetimos, no logra dedicarse íntegramente al basquetbol por la necesidad de acrecentar sus emolumentos con otras actividades profesionales. Al perder ESPECIALIZACIÓN, ya resigna mucha calidad a la transmisión de su acervo.

Por añadidura… el Probásquet termina erigiéndose como una especie de Clínic pero -INSISTIMOS- abierto en exclusiva para los chicos privilegiados que esos mismos entrenadores seleccionan de sus clubes,  dejándose en el camino a cientos de pibitos a los que también les encantaría ser citados hasta para mejorar la cantidad de tiempo de entrenamiento pues en la semana, por el Colegio/Escuela/Idioma o hasta por vicisitudes internas de sus propios coaches o de las propias instituciones NO SE GOZA DE UN BUEN NIVEL DE TRABAJO.

Ni siquiera el Probásquet cuenta con una estructura que permita seguimientos de jugadores lesionados. Se convoca a un chico, el mismo no puede por una lesión y/o enfermedad, y chau pinela… No se lo invita más. Un DESASTRE. Patético. Aunque en realidad, ello ocurre hasta en los clubes.

Como si en ENEBA solo se formase TÉCNICAMENTE a los entrenadores. Como si lo HUMANO no tuviese trascendencia.

¡Cuánta diferencia hay entre los entrenadores de hoy y los de antes!!!… Allá por la década del ’80 nos preocupábamos por nuestros chicos. Por cómo andaban en la Escuela, los visitábamos si estaban enfermos, hablábamos con sus padres si nos preocupaba algo, y/o hasta influíamos en los seguimientos clínicos.

Hoy un gurí puede faltar una semana a la práctica que nadie lo llama, ni el técnico, ni el club. Se lesionó dentro del club y NADIE se interesa por saber cómo está, como marcha la rehabilitación, si necesita ALGO, si se puede asistir de alguna manera a los padres. Ni siquiera se fomenta que los compañeros vayan a visitarlo al lesionado. Mucho Seguro de ésto, Seguro de aquello, plata para pólizas, pero un pibe se lesiona y ni siquiera el DT lo asiste porque tiene otros 20 gurises que atender (o más…).

¡CERO VALORES HUMANOS!!! Y eso… ¿no lo ve la APB?… ¿O solo es una entidad recaudadora? ¿Dónde está el Departamento Técnico de la Asociación? 

Aplaudimos la intención de crear el Probásquet, pero consideramos que está MUY MAL coordinado y pinta para ser un FIASCO.  Claro… a tiempo se está de cambiarlo. Es solo una cuestión de actitud.