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El mayor aumento de muertes por Covid en esta segunda ola se registra entre los 45 y 59 años

La segunda ola de Coronavirus no solo viene con un alarmante récord de contagios y fallecidos, también suma otro elemento que preocupa: las víctimas fatales son cada vez más jóvenes.

La franja etaria que va de los 75 a los 89 años era la que durante 2020 registraba más muertos, el 40% del total. Con la vacunación, hoy representa el 25%. Su lugar lo pasaron a ocupar aquellos de entre 60 y 74 años, hoy primeros en el triste ranking (44%). En tanto, los fallecidos por coronavirus de entre 45 y 59 años pasaron de un año al otro del 12% al 20%.

Mauro Infantino, ingeniero en sistemas y desarrollador del sitio covidstats.com.ar, analizó y comparó los datos oficiales. De allí surge la variación en la edad de los fallecidos. En mayo del 2020, la edad promedio de las víctimas fatales era de 73,6. El mismo mes de este año es de 67,5 años. Es decir, 6 años menor.

La diferencia resulta más notoria al poner el foco en las franjas etarias. Los mayores de 90 años pasaron de representar entre un 8% y un 10% de los muertos por Covid 19, a un 3,3%.

El 40% de los fallecidos tenía entre 75 y 89 años durante la primera ola. Hoy representan el 25% del total. La franja con más víctimas fatales es ahora la de entre 60 y 74 años, con el 44%, mientras que durante 2020 ocupaba el segundo lugar con entre el 35% y el 40%.

De la misma fuente surge que la franja que experimentó un crecimiento mayor fue la de entre 45 y 59 años. “En 2020, representaba el 12% de los fallecidos. En la segunda ola, alcanzó el 20%”, advierte Infantino en diálogo con Clarín.

En el grupo que va de los 30 a los 44 años también se evidencia un cambio aunque bastante menor: hace un año los muertos de este segmento se ubicaban cerca del 4%, hoy son un 6% del total.

Eleonora Cunto, médica intensivista e infectóloga y jefa de Terapia Intensiva del Hospital Muñiz, señala que la baja en la edad de los fallecidos no le sorprende ya que coincide con lo que están viendo en el centro de salud.

“La mayoría de los pacientes internados en este momento en terapia intensiva tienen entre 40 y 59 años. El grupo que le sigue es el de entre 60 y 69 años. Son pocos los mayores de 70”, asegura.

Aclara que en muchos casos los jóvenes hospitalizados tienen comorbilidades y que, a pesar de ello, las posibilidades de sobrevida son más altas justamente por su edad.

Sin embargo, más internados se traduce en más víctimas fatales. “Al tener más hospitalizados graves de esta edad, también terminan falleciendo más que el año pasado. Antes el promedio de edad de los cuadros severos era más elevado”, afirma Cunto.

La primera explicación que encuentra para este cambio es la vacunación de los adultos mayores y su impacto positivo sobre las complicaciones por Covid 19 y la mortalidad. “De los internados graves que tenemos hoy, solo uno está vacunado. Tiene casi 80 años y recibió una sola dosis”, detalla la especialista.

Y dice que, como segundo factor, seguramente haya que tener en cuenta las variantes que están circulando actualmente y que golpean con más fuerza a los que no están inmunizados.

Como tercer punto se refiere a que este año hay más reuniones entre jóvenes y que, hasta las restricciones que entraron en vigencia este fin de semana, seguían abiertas ciertas actividades que pueden derivar en un aumento de los contagios.

Arnaldo Casiró, jefe del servicio de Infectología del Hospital Álvarez, describe un panorama similar. Consultado por la disminución en la edad de los fallecidos, advierte: “Es lo que estamos viendo también con las internaciones, cada vez hay gente más joven en las terapias”.

Para él, el dato objetivo está en la inmunización. “Bajó la mortalidad entre los de 75 y 89 años porque son los que llevan más tiempo vacunados y algunos de ellos con dos dosis. La población de más de 60 puede que, en muchos casos, aún no haya generado anticuerpos. Necesitan entre 21 y 28 días”, sostiene.

“Los de entre 45 y 59 años directamente no recibieron ninguna vacuna. Es probable que esta realidad esté asociada a la baja en la edad de los fallecidos”, insiste Casiró en un amplio informe de Clarín.

Para el infectólogo del Álvarez, los adultos mayores se están cuidando aún más que el año pasado. “Esto seguramente tenga que ver con que vieron morir a gente de su edad durante la primera ola y porque están observando que el sistema de salud está saturado y tienen miedo de no poder contar con la asistencia adecuada si se enferman”, reflexiona.

Los adultos jóvenes, según el especialista, no sienten el mismo nivel de peligro y, en consecuencia, se exponen más al virus.

“Tener circulación comunitaria de las variantes de Manaos y Reino Unido también influye”, aporta Casiró y destaca que aún no sabemos qué puede pasar con variantes como la originada en Sudáfrica o la de la India. “Hasta el momento, dieron con pocos casos en el país, pero seguro existan más que no fueron detectados y que, sin querer, están contagiando a otros en Argentina y complicando todavía más la situación”, agrega.

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