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El “Negro” no puede (contra los árbitros)

Ya es histórico. Tradicional. Un hábito nefasto. En el “Grella”, Patronato NUNCA es local. Acá vienen los hombres de negro y hacen lo que se les cante. A veces llegan jueces honorables, en otras vienen como preparados, animosos a generar polémica con sus fallos u negligencias. Fue como que el ’78 dejó su huella en la relación Cuerpo de Árbitros e institución. Y no hay forma de corregirlo aparentemente. Pasó el poderoso Crucero del Norte (un equipazo con un DT Viejo Lobo de Mar), dejó su impronta en lo individual y en lo colectivo, pero contó con una mano (las dos…) de Mariano González, quien le abrió la puerta a la victoria.

El puntero llegó a Paraná para cumplir con éste choque por la 14ª fecha de la Zona 2. Arribó ya clasificado al Pentagonal pero con ganas de seguir sumando. Vino con todas sus armas para dañar y sin embargo fue acosado por un adversario que hizo todo por ganar, soportó estoicamente un arbitraje vergonzoso y también tuvo culpas a la hora de una desinteligencia defensiva que, más allá de las dudas en cuanto a si había posición adelantada o no, costó el único gol de la tarde/noche paranaense.

Mariano González fue el héroe misionero con una tarea cuestionable en extremo que encendió serios reclamos y fue la causa concreta, clarísima de un disgusto comprensible de la gente que no quiere “beneficios” para el “Santo” pero tampoco quiere que la despojen en la propia cara de una alegría tan necesaria como merecida.

Claro está que hubo otro titán o súper hombre: Julio Gaona quien ahogó, contabilizadas junto a la pantalla chica, no menos de 3 acciones clarísimas de gol, y otras 4 de muy probables destino de red. Sí, 7, SIETE!!! instancias cruciales sofocadas por el cuidapalos brillante que tiene este candidato al Ascenso (por mérito propio y beneficios ajenos que surgen vaya uno a saber de qué esfera…).

Patronato jugó BIEN. Y por momentos hasta MUY BIEN. Redondeó una de sus mejores actuaciones en cuanto a conducta y creación de acciones ofensivas. Las intenciones estuvieron. La mentalidad fue ganadora, pero los objetivos, las finalidades, si no son acompañadas por contundencia, no sirven de nada.

No alcanza el “querer” y luego chocar con el “no saber” como explotar esos propósitos. Por lo tanto, la autocrítica debe posarse sobre la “Comarca Rojinegra” y reconocerse que se sucumbió ante el “Gigante” Gaona y a la hora de evitar sufrir atrás, los goles no convertidos se terminaron soportando en el propio marco.

Enfrente estuvo un rival de mayor calidad en varias de sus posiciones. De hecho que Crucero no necesitaba de González para conservar el empate o hasta por ahí ganar. Por añadidura, los fallos y las “distracciones” (al no ver determinadas jugadas con final a favor del anfitrión) del árbitro, terminaron hasta siendo lesivos para con el mismo equipo (o club) misionero pues cayó un manto de dudas muy pesado sobre sus acreencias legítimas pasadas y el cómo logra estar tan arriba con semejante luz por sobre sus escoltas.CRUCERO PATRON FOTO CLUB CRUCERO

A la salida del “Grella” quedó flotando esa sensación que los ánimos ya se habían descargado y daban paso a cierto grado de reflexión: “el ´Cuervo´ nos entregó pero esto no es de ahora, fue de siempre, y ellos tienen un equipazo. Están para ascender con o sin los árbitros. Nosotros ni ahí que ascendemos, necesitamos un enganche, otro delantero por izquierda, y otros defensores laterales. Aparte, no estaría mal darle la chance a Bossio porque Bértoli anda muy nervioso…”, coincidían algunos hinchas, otros, más profundos hacían hincapié en: “al ‘Pelado’ teníamos que darle un buen susto y estos no nos cobran así nunca más, pero al final acá la Policía los protege y cuando vamos afuera nos matan a nosotros, nos hacen de todo y permiten que a los árbitros los presionen y se c….n en las patas… Todo está al revés con la ‘Poli’ en ésta p..a ciudad, donde  nos roban en la cara y se defiende al ladrón. Pero macho… no estamos para ascender. Tantos empates nos mataron, no lloremos ahora…”.

Y mucha razón hay en esto último…Hablar de Mariano González resulta inevitable por lo evidente de su arbitraje, pero Patronato no queda complicado por éste revés. Esto data de antes y entonces el análisis exhaustivo debe surgir, debe brotar desde la dirigencia y desde el cuerpo técnico. Cero soberbia, mucha humildad, esa debe ser la consigna para ésta evaluación en el seno íntimo del campamento ‘Rojinegro’.

El partido en sí…

Amaya cumplió con lo que laburó en la semana en cuanto a la faz táctica. Planteo táctico de 4-3-1-2. Dechat se jugó por un 4-3-3 que se transformaba en 4-4-2 con inmensa dinámica.

Así, el encuentro tuvo un intenso inicio. Patronato lateralizando, Crucero jugando al pelotazo. Los dos, con sus sistemas, se animaron rápido a llegar a los arcos y los arqueros tuvieron trabajo, no muy arduo, pero sí debieron estar atentos y proceder en consecuencia.

En el ‘Ping-pong’ de acciones peligrosas, no hubo jugadas que uno dijera: “era medio gol”, pero sí zozobras, y en ese balance de los primeros 45 se vio mejor parado a Crucero, con más oficio, como tirando la calidad de sus hombres para hacer circular el esférico con astucia, en especial en los contragolpes.

El local fue un manojo de nervios y de buenísimas aspiraciones, pero halló muy bien parada a la zaga y así se fueron los 45 iniciales con un justo 0 a 0.

Ya en el final de la primera etapa Patrón tuvo la iniciativa pero carecieron de espacios en los últimos metros. La contra fue para Crucero pero no explotó los tiempos y espacios. Así se fue el primer tiempo. Intenso como su inicio, aunque carente de chances de gol.

CRUCERO PATRONDel vestuario saltaron con ánimos de hacerse daño (en el buen sentido de la palabra, o sea de atacarse…), y así Bértoli como Gaona se rompieron el lomo cortando centros, volando para sacar pelotas con ganas de mimar redes o achicando ante uno a unos generados en menos un cuarto de hora.

Como conforme con el empate, Dechat movió la estantería y restó poder ofensivo colocando un doble 5, no obstante vino el baldazo de agua helada. Derlis Soto leyó la jugada defensiva de off side y cruzó el balón para que Del Bono someta al cuidapalos local.

Gol, dudas, protestas del anfitrión, pero gol al fin. 0-1 y a remarla…

Amaya buscó tener mas fútbol con el ingreso de Bianchini y la salida de Mancuello, pasando los entrerrianos al esquema 3-5-2. El acecho entrerriano fue imponente y así el área “Yerbatera” fue asolada luciendo Gaona sus aptitudes extraordinarias.

Pero González tenía que remarcar cómo son las cosas con el arbitraje en la Argentina: disparo de Jara, y mano de un jugador de Crucero, remate de Núñez y otro “hand” qaue en la tele se ve por la posición del juez que podía sancionar los dos penales sin vacilar.

Luego, otros fallos, u omisiones exacerbaron peor los ánimos, de por sí caldeados y terminó todo con la derrota de Patronato y una reacción lamentable, pero esperable desde la tribuna lo que se complicó aún más con un gesto irónico de Tomassini a Bianchini y una trifulca entre los jugadores ante una Policía que defendió a ultranza a las autoridades, separó a los más ofuscados jugadores luciendo demasiado enérgicos los uniformados contra los hombres de Amaya (algo que debe urgente reverse y tener en cuenta lo que ocurre en otros pagos, sin caer, obvio en lo ilícito), y peor aún, el operativo terminó con ciertos baches producto del comportamiento de unos miembros que equivocaron su proceder lo que deberá estudiarse en el seno de la fuerza que nos tiene acostumbrado a dispositivos dignos de elogio por lo justos, lo equitativos.

Sabor amargo

Con este resultado el “Santo” descendió al cuarto puesto de la Zona 2 y se queda afuera del lote de equipos que avanzará a la próxima ronda.

Más allá de González, quedó en evidencia una tarde/noche con picos irregulares de Urresti, como en sí de la zona central de creación, donde costó poner la pelota y jugarla al ras del piso recurriéndose quizás en exceso al juego aéreo.

Pero además, seguimos viéndolo como incómodo a Muller partiendo desde muy atrás. Como si le faltase al “Diablo” un lanzador, alguien que desnivele con la habilidad, que desequilibre y geste el desnivel o la desventaja para que los delanteros hagan lo que saben hacer.

Seremos algo drásticos: faltó un “10”, un talentoso que la rompa, que preocupe al contrario y colocarlo a “Carucha” donde más inquieta. Jara y Núñez, alimentándose a ellos mismos insistieron, dejaron todo por vulnerar a Gaona, pero es como que progresivamente se auto-desgastan y pierden claridad.

Ahora hay que prepararse para choques trascendentales. Primero Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay de visitante, y luego Ben Hur de Rafaela en el Grella.

Digan lo que digan, Bértoli es un arquerazo, el “Negro” Andrade es un defensor que podría estar en el Nacional B sin dudas, López es otro de nivel superior, Núñez y Jara solo tienen que mejorar el porcentual pero mucho tiene que ver que ellos mismos se fabrican las opciones más claras y terminan muertos por tanto sacrificio.

Si Urresti no tuviese tantas intermitencias quizás otra sería la historia pero no le pongamos a él todas las culpas. Para nada… de por sí se está reencontrando con su mejor nivel, pero ya concluye la 1ª fase y se concedió demasiado trecho con aguantar repuntes de cotización como no podemos olvidar ausencias por expulsiones, amonestaciones y lesiones que complicaron el andamiaje.

Tal vez, un triunfo ante el “Lobo” sea la bisagra para empezar a disfrutar de momentos extraordinarios. En busca de eso van los muchachos de Amaya. El crédito aún está abierto, pero no se pueden seguir dilapidando, derrochando las ocasiones de sumar alegría y tranquilidad.