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Echagüe evalúa corte’s …¿Una locura la vuelta de Solano?

En Echagüe deshojan la margarita. La dirigencia sabe, es consciente, que la vuelta al ahora ex TNA (hoy Liga Argentina), ha sido muy opaca. El fugaz paso por Primera División no fue placentero. Dolió la cruel realidad. Y para el regreso a Segunda División se armó un interesante plantel con un coach de la ciudad. Todo indicaba que había firmes chances de pelear por metas ambiciosas. Sin embargo, sobraron decepciones y el fondo de la Conferencia Norte genera fastidio inocultable. A días del 2018, se analizan las medidas a adoptar.

 

Un grave déficit de Echagüe en los últimos años fue el espectro comunicacional, y no por el Área de Prensa en sí. El reducido grupo directriz optó por dar pocas explicaciones respecto a las decisiones adoptadas, y el manejo de la información fue muy particular.

La criteriosa administración de recursos fue opacada por producciones deportivas que causaron más desilusiones que satisfacciones, no logrando disimularse la sensación concreta de fracasos por la mera circunstancia de no arriesgar transformaciones oportunas, o peor aún, exhibir actitudes soberbias por el mero hecho de no reconocer pasos en falso advertidos por este medio EN EXCLUSIVA.

 

Y hoy, a horas del Nuevo Año, los directivos y el propio técnico, saben que la deuda es inquietante porque está latente el riesgo de terminar zozobrando por la lucha de la Permanencia.

El entrenador puede dar un paso al costado “y salvarse”, pero los dirigentes deben darse cuenta que una lucha por no descender será el mazazo final a un proceso que ha tenido un fiasco indisimulable: la casi nula proyección de pibes formados en la entidad, propios, no desarrollados tras la crianza en otras instituciones.

 

Y son precisamente los regentes de la institución quienes deben evidenciar firmeza y recurrir a los movimientos imprescindibles.

Sí; en plural. El primero está admitido desde hace bastante, pero… esa poco inteligente actitud de estirar plazos para “ahorrar” hizo que se aguante a Bryan Coleman 8.7 puntos, 23 minutos por juego, 43.4 % de Dos, 30.4 % de Tres, 66.7 % en Libres, y 3 rebotes.

 

El estadounidense viajó para las Fiestas a su país y es utópico pensar que se le sacó ticket de vuelta.

¿Qué se traería? Depende… Al parecer, Ignacio Barsanti, antes de irse, recurriría a rectificar la estructura con otros dos cortes: Jeremías Sandrini y Mariano García. Uno de ellos, o los dos, son -presumiblemente- firmes candidatos al recambio.

 

El base fue el más cuestionado. Y no por su historia en Sionista. Es que, hasta hoy, fue la ficha donde más expectativa se puso, por su experiencia en Primera y -esencialmente- porque bajar al 2° Nivel representaba un desafío inmenso en cuanto a sumar muchos minutos en cancha y profundizar su crecimiento.

El rosarino lejos ha estado de dar una óptima imagen. Jugó muy por debajo de sus reales aptitudes, y hasta actitudinalmente quedó en deuda. Capacidad le sobra para esta Categoría, pero… 7.6 puntos de promedio, 29.5 minutos, 38.8 % de Dos, 27.1 % de Tres, 80.8 % en Libres, 4 rebotes, 4.7 asistencias, 1.6 pérdidas, 1.6 recuperos son números pobrísimos para un joven conductor que supo ser base de Sionista en varias temporadas de Liga y en la anterior no desentonó en La Unión de Formosa.

 

La otra pieza señalada y reprochada es Mariano García (7.7 puntos, 20.6 minutos, 18.4 % de Dos, 34.6 % de Tres, 87.5 % desde la línea y 3 rebotes) cuyas estadísticas son evidentemente muy discretas.

El “Garra” participó en Primera debutando en Atenas de Córdoba. Pasó por Belgrano de San Nicolás, 9 de Julio de Río Tercero, Ciclista Olímpico de La Banda y Estudiantes de Concordia, con casi 200 partidos de Liga sobre el lomo.

 

A ello debemos sumarle también más de 200 juegos en 2ª División, vistiendo las camisetas de San Martín de Marcos Juárez, Central Entrerriano de Gualeguaychú, Belgrano de San Nicolás, Argentino de Junín, Huracán de Trelew, San Isidro de San Francisco y Villa Ángela.

O sea… no es un pibe. No es un  gurí. Es un referente. Aunque, lejos estuvo de lucir tanto oficio, quizás, lo asentimos…, por el Playbook de Barsanti y el repertorio estratégico muy reducido como las debilidades exteriorizadas en el sector interno.

 

Por lo tanto, si se confirmaran estos cortes, no hay bases criollos en el mercado (en libertad) que superen la jerarquía de Sandrini, por lo tanto, deberíamos pensar en que se estudia la contratación de un extranjero para esa posición.

¿Y si se diese una vuelta de Gelvis Solano? No es imposible. El dominicano está ganando muy buen dinero en el Bérgamo de la A-2 italiana. Sin embargo, la campaña es muy mala: penúltimo puesto (15°) de su Conferencia con record de 3-10.

Solano promedia 30 minutos, 16 puntos por noche, 4 rebotes, 4 robos, y 5 asistencias.

 

En la A-2 de Italia juegan dos ex Sionista: Marcos Casini (NPC Rieti-10°) y Mike Hall (Kleb Ferrara-10°). Además se destacan: Juan Fernández (Alma Trieste-1°), Patricio Prato (Andrea Costa Imola-9°), Bernardo Musso (Treviso Basket-12°) y un ex selección entrerriana, Mario Ghersetti (Orzi Basket-14°).

El quisqueyano está cómodo en un bellísimo país, potencia mundial, con excelentes estadios y un cumplimiento contractual mucho más consistente que el de Argentina.

 

Pero sabe que no puede volver a la Argentina sin que otro club le pague a Echagüe por su Reserva. Y luego de la frustración por el descenso, no es descartable que le haya quedado ese sabor amargo de sentirse en deuda.

Por lo tanto, no es descabellado suponer que pueda ser convencido a un regreso.

 

Obviamente, si se diese su retorno, habrá que ver cuáles serían los enroques. Concretamente, sin Sandrini, el vacío en la base es inconmensurable, más allá del interesantísimo talento de Raúl Pelorosso. Con Solano de 1-2 todo cambia.

Aunque luego estará la obligación imperiosa, digamos que prioritaria, de reforzar la zona interna y por qué no… echar un vistazo a la posición de “3” en cuanto a su talla, más allá que Mateo Gaynor, con otro plan táctico que lo libere o aclare más “limpio”, ha dejado una impresión saludable en ciertos aspectos.

 

Hasta la hora del cierre de este informe, no habían novedades consistentes. Solo hipótesis, conjeturas. Y la incertidumbre se vigoriza con la posibilidad de apelarse a un corte de García.

Para concluir… Suponer que Coleman vuelve es casi ridículo. Lo de Sandrini nos atrevemos a decir que tiene un 70-30 % de veracidad. Lo de García un 60-40. ¿Y lo de Barsanti?

 

Simple… El “Titi” se merece la confianza de realizar ese (o esos) ajuste(’s) imprescindible(’s). Es absurdo promover esta (o estas) transformación(es) y no otorgar la posibilidad a Barsanti de reivindicarse concediéndosele el aval para acudir a la presunta metamorfosis aludida.

Salvo que, tardíamente, se acepte nuestro criterio en cuanto a que el mismo técnico dilató demasiado los cambios indispensables y/o ineludibles, no consiguiendo darle a su equipo una identidad.

 

Es obvio… la palabra veraz surgirá desde el AEC. Lo demás, es teoría.