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Día Mundial sin alcohol: ¿por qué se celebra cada 15 de noviembre?

El 15 de noviembre se celebra el Día Mundial sin Alcohol para concientizar sobre los perjuicios físicos y psicológicos de su consumo en el organismo. Para ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS), además de establecer esta efeméride, creó el Sistema Mundial de Información sobre el Alcohol y la Salud.

Allí se puede encontrar información sobre las consecuencias sanitarias y sociales de las bebidas alcohólicas y datos respecto a las características e intensidad de cada una de ellas.

Es necesario informar sobre el consumo responsable de alcohol para prevenir muertes por esta causa. Según un estudio conjunto de la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el consumo de bebidas alcohólicas ocasionó un promedio de 85 mil muertes por año entre 2013 y 2015 en América. En esta región, la ingesta per cápita supera en un 25% el promedio mundial.

Argentina es el segundo país en consumo de alcohol en América del Sur con una ingesta por persona de 9,88 litro de alcohol puro al año. En este marco, en este país mueren 8.000 personas al año por enfermedades vinculadas al consumo de esta sustancia.

El consumo de bebidas alcohólicas en la población joven también genera preocupación. Según el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en los últimos siete años, aumentó un 50% la ingesta de esta sustancia en adolescentes de entre 12 a 17 años.

Qué consecuencia trae el consumo excesivo de alcohol en la salud

La ingesta desmedida de alcohol genera importantes riesgos para el organismo entre los que destacan:

-Dificultades de memoria
-Enfermedades cardíacas y hepáticas
-Cáncer de mama, boca, garganta, colon, hígado, laringe y recto
-Daño en mucosas del aparato digestivo
-Aumento de la tensión arterial
-Accidentes cerebrovasculares
-Violencia e irritabilidad
-Dificultades de erección en los hombres
-Sensación de hormigueo en brazos y piernas
-Daño al feto durante embarazos (Síndrome de Alcoholismo Fetal)

El consumo de alcohol aumenta el riesgo de siniestro viales

La ingesta de bebidas alcohólicas aumenta el riesgo de siniestros viales dado que reduce las capacidades físicas del conductor. Aquí, algunos de sus principales efectos:

-Reducción de la visión periférica y/o visión doble: esto dificultad la capacidad de discernir el entorno y restringe la capacidad de calcular distancias respecto de otro objetos del ambiente.
-Falso estado de euforia, seguridad y confianza en uno mismo: esto se traduce en un mayor desprecio por el peligro y, por ende, una mayor osadía que lleva a transgredir las normas como el uso del cinturón de seguridad o el casco.
-Coordinación y atención disminuida: aumenta el tiempo de reacción ante situaciones imprevistas.

Factor causal en más de 200 enfermedades

La institución encargada de impulsar el Día Mundial sin Alcohol informa que el consumo de este tipo de sustancia lícita es “un factor causal en más de 200 enfermedades, traumatismos y otros trastornos de la salud”.

Respecto de los problemas de salud más importantes que trae el alcoholismo, la Asociación Toxicológica Argentina remarca que los “trastornos mentales y comportamentales e importantes enfermedades no transmisibles tales como la cirrosis hepática, algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares” son los principales efectos del consumo excesivo.

Asimismo, la ingesta de alcohol arrastra consecuencias que van más allá de los efectos en el organismo. El daño que genera en la economía personal también es destacable. Por otra parte, un consumo problemático de un individuo deja sus huellas en los seres que lo rodean, sean familiares, amigos e incluso desconocidos.

Formas de reducir la carga del consumo nocivo de alcohol

Los problemas sanitarios, de seguridad y socioeconómicos achacables al consumo de alcohol se pueden reducir eficazmente mediante medidas aplicadas al grado, las características y las circunstancias en que se produce la ingestión, así como a los determinantes sociales de la salud.
Compete a los países la responsabilidad principal de formular, aplicar, vigilar y evaluar políticas públicas para disminuir el consumo nocivo de alcohol. Los formuladores de políticas tienen a su disposición un acervo considerable de conocimientos científicos en torno a la eficacia y la coestoeficacia de las siguientes estrategias:
-Regular la comercialización de las bebidas alcohólicas (en particular, la venta a los menores de edad)
-Regular y restringir la disponibilidad de bebidas alcohólicas
-Promulgar normas apropiadas sobre la conducción de vehículos en estado de ebriedad
-Reducir la demanda mediante mecanismos tributarios y de fijación de precios
-Aumentar la sensibilización y el apoyo con respecto a las políticas
-Proporcionar tratamiento accesible y asequible a las personas que padecen trastornos por abuso del alcohol
-Poner en práctica programas de tamizaje e intervenciones breves para disminuir el consumo peligroso y nocivo de bebidas alcohólicas

El Día Mundial sin Alcohol se presenta entonces como la oportunidad ideal para reflexionar acerca de las consecuencias que el consumo excesivo de esta sustancia tiene en lo personal y también de su alcance colectivo y social.

Regular la venta de bebidas alcohólicas, en especial para los menores de edad, y brindar información que ayude a la toma de consciencia son algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo para disminuir los riesgos, enfermedades y muertes por el consumo indiscriminado.

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