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Clausura de AFA: Racing y una reacción formidable

Más allá que se le haya ganado a un “Muletto” de Vélez Sarsfield, lo que vale en el resonante triunfo de Racing por 3 a 1 fue el cómo se logró. Tras estar abajo y ver cómo sus hinchas se trenzaban en tan graves como lamentables incidentes, el equipo de Russo se lo llevó por delante al de Gareca y ganó de manera incuestionable. El juez Collado cometió gruesos errores. Boca volvió a perder. Esta vez el verdugo fue GELP. San Lorenzo goleó a Huracán en el Derby. Igualdad en el clásico rosarino.

Racing acumuló nuevo material para llenar aún más páginas de su historia reciente, plagada de momentos heroicos e impensados, de situaciones muy sufridas, de caminos empinados, de festejos enloquecidos y de triunfos anecdóticos. En Avellaneda derrotó 3-1 a Vélez, en un partido repleto de condimentos. No sólo volvió a la victoria luego de la dura derrota sufrida ante Estudiantes, sino que se mantuvo fuera de la Promoción.

La tormenta salpimentó este combo. ¿Alguno de los dos se destacó por el juego? Lejos estuvieron de brillar, pero corrieron, buscaron, trataron de ganarlo y lucharon hasta el último minuto. La Academia arrancó mejor gracias a las subidas de Castromán por la derecha, a la presión de sus mediocampistas y a los buenos movimientos aéreos que generó. Avisó Yacob con un cabezazo que controló Barovero y luego salvó Coronel ante la amenazante presencia de Lugüercio.

El equipo de Russo no era prolijo ni lujoso, pero apretaba y generaba peligro. Castromán quiso sorprender con dos tiros desde afuera que pasaron cerca, pero fue Yacob quien inquietó mediante un derechazo lejano que Barovero mandó al córner. Por su parte, la visita, con muchos suplentes, lo tuvo primero de contra, pero el disparo final de Alvarez se fue por arriba. Y a los 39, en una jugada aislada, se puso en ventaja inmerecidamente: Tobio apareció totalmente solo en el segundo palo tras un córner y fusiló de cabeza a De Olivera.

Con el segundo tiempo llegaron los insultos y Racing comenzó a desesperarse. Ese aluvión de ganas le permitió arrinconar a Vélez y crear más situaciones de peligro. A los 14, Grazzini, quien reemplazó a un lesionado Castromán, reventó el palo derecho de Barovero con un tremendo zurdazo. Pero ese ir constante casi lo traiciona en la contra, ya que a los 18 De Olivera le tapó un mano a mano increíble a Cabrera y dos más tarde, Alvarez no logró definir de cabeza ante la buena marca de Martínez.

Pero a los 22 se produjo el primer punto de inflexión con la expulsión de Alvarez, quien habría insultado al árbitro Collado. Siete más tarde, cuando parecía que la Academia tenía todas las puertas cerradas, Lugüercio encontró la llave con un tremendo derechazo desde afuera del área y decretó la igualdad. Racing se contagió de la tormenta y fue un verdadero aluvión en apenas cinco minutos para finalmente llevarse una victoria sumamente importante.

A los 31, Hauche, quien ingresó realmente endiablado, quedó mano a mano y perdió ante una muy buena reacción de Barovero. Un par de segundo más tarde, el ex Argentinos volvió a probar los reflejos del arquero y Bieler no llegó para empujarla en el rebote. Estaba al caer y cayó a los 32: Yacob tomó un despeje, le dio desde 30 metros y, con la ayuda de un desvío, venció al arquero del Fortín. Para completar este ciclón de goles, Bieler se sacó una marca en la puerta del área a los 34, le pegó de zurda y venció nuevamente la estirada del uno.

La nota negra de la noche la dieron los hinchas. Algunos de Vélez se agarraron a trompadas durante la primera parte y los incidentes continuaron a lo largo de todo el encuentro, que estuvo parado en algunas ocasiones y no se suspendió de milagro. Los de Racing no se quedaron atrás y también rompieron una reja. Esta vez la fiesta en Avellaneda estuvo sobre el césped.

San Lorenzo se dio otra gran alegría frente a Huracán

Con goles de Papu Gómez, Bordagaray y Leiva, el Ciclón se impuso por 3-0 y ganó el segundo clásico consecutivo. Ya había superado a Independiente y, ahora, se le viene Boca. El Globo fue una sombra y se descontroló tras la expulsión de Filipetto.

De la mano de Sebastián Méndez, San Lorenzo empieza a enderezar el rumbo perdido y, en el camino, gana clásicos. La semana pasada lo bajó a Independiente, esta tarde superó a Huracán por un contundente 3-0 y el próximo rival del equipo del Gallego será Boca. El Globo estuvo muy lejos del rendimiento que venía teniendo.

No fue bueno el primer tiempo. Se jugó de tres cuartos a tres cuartos, los dos metieron mucho más de lo que jugaron y las ocasiones en los arcos no abundaron. San Lorenzo atacaba preferente por la derecha, por intermedio de Papu Gómez, mientras que Huracán dependía casi con exclusividad de lo que realizaba Toranzo.

La primera aproximación con cierto peligro fue un zurdazo desde lejos de Toranzo, que salió por arriba del travesaño. En tanto, en la primera a fondo del Ciclón se abrió el marcador: a los 21m, Bordagaray le ganó a Diego Rodríguez, habilitó a Gómez y el ex Arsenal superó a Monzón con un remate fuerte y rasante.

Tras la ventaja, San Lorenzo se paró decididamente para buscar una contra que casi nunca sacó con claridad en el primer tiempo y Huracán contó antes del descanso con una muy buena oportunidad para igualarlo: Toranzo sacó rápido un tiro libre, Clara encontró a los defensores dormidos pero el que estaba atento fue Migliore para mandar al córner el disparo.

Pese a que Rivoira mandó al campo a Balvorín en el complemento, el Globo seguía sin encontrar profundidad y él único que intentaba llevar la pelota limpia hacia el área rival continuaba siendo Toranzo. A los 10m, Esmerado inquietó a Migliore y en la réplica fue Bordagaray quien hizo trabajar a Monzón.

El desarrollo estaba claro: Huracán iba impotente, San Lorenzo esperaba acertar una contra. Ninguno hacía grandes cosas, pero a los 20m la expulsión de Filipetto terminó de inclinar la balanza para el lado del Ciclón, que aprovechó al máximo el descontrol de su rival.

A los 23m, Monzón se lo tapó a Menseguez; a los 24m, Bordagaray no pudo cabecear bien un centro del Kily González y, a los 27m, llegó finalmente el segundo: Bordagaray encaró a Monzón, lo dejó en el camino y tocó la pelota a la red antes del cruce desesperado de Goltz.

Este ciclo de Méndez en San Lorenzo marcó la vuelta a la titularidad de Leiva y el Negro esta tarde coronó un muy buen partido con un golazo: a los 27m, Bordagaray encaró a Monzón, sin ángulo tocó hacia atrás, el ex Godoy Cruz la tiró de emboquillada y el balón ingresó por arriba de la cabeza de Goltz.

Luego, sólo hubo tiempo para que la gente de San Lorenzo disfrutara la victoria en el clásico y este momento del equipo, que venía de superar a Independiente y tendrá como próximo desafío la Bombonera. Huracán perdió después de cinco fechas y deberá recuperarse nada menos que ante el Rojo.

Central y Newell´s, iguales en el clásico de Rosario

El Canalla, que sigue en zona de Promoción, ganaba en Arroyito con gol de Braghieri (PT 2m), pero Schiavi, de penal (PT 16m), decretó el 1-1 final para la Lepra. Ambos terminaron con nueve por las expulsiones de Paglialunga y Valentini en el local y Bernardi y Núñez en la visita.

Un día de calor, una ciudad futbolera, miles de hinchas dándole un marco ensordecedor al Gigante de Arroyito. Y en el centro de la atención de todos, un partido de fútbol entre Rosario Central y Newell´s que terminó 1-1 y no estuvo a la altura de tanta pasión: tras comenzar a puro ritmo, se sobrepobló de expulsiones y terminó hundido en la intrascendencia.

El conjunto de Leonardo Madelón comenzó con el pie a fondo en el acelerador. Copó el mediocampo con Matías Ballini y Mario Paglialunga y la movilidad de Emilio Zelaya le aportó vértigo en ataque. Y ya a los dos minutos encontró la ventaja cuando Diego Braghieri quedó solo con la pelota en el pie tras un córner desde la derecha que sobró a todos y reventó la red con un disparo a la izquierda de Sebastián Peratta.

Pero a los 15 minutos, en la primera incursión en la que lograba trascender el asedio local, golpeó la Lepra. Cristian Núñez ingresó al área y Nahuel Valentini le cometió un penal que generó discusiones, porque arrastró pelota y piernas. Y un minuto más tarde Rolando Schiavi definía alto y a la derecha de Hernán Galíndez para emparejar la historia.

La paridad entonces no se reservó al resultado, sino también al desarrollo. En un trámite más calmo, Newell´s ya no pasó tantos sofocones y no se sucedieron las emociones como antes. Eso sí, a los 33 minutos, Paglialunga cometió una plancha y Lucas Bernardi le dio un codazo; ambos vieron la roja, y a los 45 Núñez aplicó otro golpe de codo que lo sacó del partido.

Se esperaba un complemento emotivo cuando apenas a los cinco minutos Valentini vio su segunda amarilla y ambos conjuntos quedaron con nueve, pero nada hubo más allá del vértigo propio de un clásico.

Los equipos se hundieron en imprecisiones, el Canalla intentó más con el ingreso de un deslucido Luciano Figueroa y alguna pincelada de Milton Caraglio y los de Roberto Sensini esperaron para salir de contra y se cerraron muy bien atrás; el resultado fue de un nivel muy bajo.

El epílogo llegó con la fiesta en las tribunas y el conformismo inundando el campo de juego. El partido había prometido más que lo que fue. Un nuevo clásico se iba, al fin y al cabo, estirando la sonrisa de Newell´s y dejando a Central donde estaba, en la Promoción.

Boca volvió a la derrota ante un Gimnasia que se ilusiona

El Lobo superó como local al Xeneize por 1-0 con un gol de chilena de Marco Pérez (ST 13m) y quedó cerca de salir de la zona de Promoción. El equipo de Pompei extrañó a Riquelme y no pudo repetir lo hecho frente a Arsenal.

Boca no pudo confirmar la recuperación después de la goleada ante Arsenal y Gimnasia sumó tres puntos de oro en su objetivo de permanecer en la categoría. El Lobo superó 1-0 como local al Xeneize, por la 15ª fecha del Torneo Clausura, y dejó en el olvido la caída contra Huracán.

El conjunto de Roberto Pompei volvió a mostrar una pálida imagen, relacionada más con la etapa de Abel Alves que con la que ilusionó Tito en su debut. La ausencia de Juan Román Riquelme se sintió y Federico Insúa nunca pudo hacerse dueño de un equipo que careció de fútbol.

La ausencia del enganche no evitó que continuara la polémica que se generó en la semana con el máximo goleador en la historia del club. La Doce se expresó con una bandera que decía: “Martín Palermo mi único héroe en este lío”, en claro apoyo al delantero en este enfrentamiento.

El único tanto del partido lo hizo Marco Pérez, a los 13 minutos del segundo tiempo, en una acción muy curiosa. El colombiano y Denis Stracqualursi intentaron una chilena al mismo tiempo, pero fue el autor de la conquista el que pudo conectarla y mandar la pelota contra el palo izquierdo.

La victoria de los dirigidos por Diego Cocca fue justificada por haber sido más claro que su rival. En la primera mitad contó con las chances más claras, en el complemento concretó y hasta tuvo varias ocasiones para liquidarlo, pero falló y estiró el suspenso hasta los últimos instantes.

El nivel de Boca volvió a preocupar: comenzó impreciso, tuvo nuevamente errores infantiles en defensa y casi no generó situaciones serias. Sólo alguna escapada de Nicolás Gaitán, un remate desde afuera de Cristian Chávez y un cabezazo de Guillermo Marino que dio en el palo.

Lo de Gimnasia fue más simple, con la velocidad de Pérez y el peligro que genera Stracqualursi adentro del área, además de los intentos desde lejos de Alvaro Ormeño. Hasta Hernán Encina tuvo sus chances para anotarse en el marcador, pero Javier García le ahogó sus festejos.

Los intentos de Pompei por torcer el rumbo no dieron resultado y pese a haber concluido con cuatro delanteros (ingresaron Pablo Mouche y Lucas Viatri), las cosas no le salieron. La polémica quedará en tres situaciones que pudieron haber sido penales contra Gaitán.

Si la semana posterior a la goleada ante Arsenal fue polémica, es difícil imaginar qué sucederá en los próximos días de Boca con una derrota.