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Alternativa Radical Entrerriana realizo su asamblea en la ciudad de Concordia

En el salón de ATE Concordia, colmado con la participación de representantes de casi la totalidad de los departamentos de la provincia, el radicalismo entrerriano desarrolló una asamblea que contó con la asistencia de más de cien dirigentes. Finalizadas las deliberaciones se aprobó el documento “Nadie hará por el radicalismo lo que los radicales no hagamos por nosotros mismos”, una exacta síntesis de los que se debatió y de lo que se piensa que tendría que hacerse hoy por la Unión Cívica Radical.

 

En el congreso se plasmó emotivo acto de reconocimiento al ex senador nacional Arturo Vera. El intendente de Chajari Pedro Galimberti, el ex intendente de Viale Orlando Chiardola, el presidente de la junta de gobierno de Lucas Norte Arturo López y Eduardo Vasco Álvarez entregaron una placa que destaca su trayectoria, honradez, trabajo y compromiso con las grandes causas del país.

 

Seguidamente se abrieron las deliberaciones y cada uno de los asistentes abarco el temario que marcha del gobierno nacional del gobierno provincial la situación partidaria, el futuro de cambiemos

 

Se creó  una comisión que tendrá a su cargo coordinar y llevar adelante el fortalecimiento del sector y mantener los contactos y diálogos con los demás sectores de la  vida interna partidaria.

La mesa quedó integrada por Fabián Rogel por Paraná, Pedro Galimberti por Federación, Karina Percara por Concepción del Uruguay, Arturo Vera de Federal, Marta Nuñez de La Paz, Matías Regalado de Islas, Arturo López de Villaguay, y Ezequiel Martínez de Concordia.

 

Entre otros estuvieron presentes Fabián Rogel (Paraná), Arturo Vera (Federal), Pedro Galimberti (Chajarí – Federación), Marta Núñez (Santa Elena), Eduardo Vasco Álvarez (Uruguay), Orlando Chiardola (Parana Campaña), Arturo López (Villaguay), Matías y José Luis Regalado (Islas), Ezequiel Martínez, Marcelo y Eduardo Spinelli (Concordia), Andrés Pesssolani (Federación), Karina Percara (Uruguay), Marcelo Pascariello (Los Charruas), Guillermo Reggiardo y Dardo Ramos (Victoria), Lucio Benítez (Gualeguaychú), Nery Irigoy (Departamento Colón), Néstor Mover, Ariel Toller (Federación), Silvia Monzón (Islas), Daniel Nanni, Julián Girard, Karina Guerra, (Paraná Campaña), Rubén Polo Ruiz, Carlos García (Concordia), Sara Foletto (La Paz), Rolando Kleiman, Pablo Sarli, Alexis Pezani (Concordia), Juan Spagñoletti, Luciano Slootsman, Juan Pablo Talarico (Federación),  Celomar Argacha, Eduardo Paccot, Miguel Bourlot Bussielo (Concepción del Uruguay), Carlos  Magariños, Horacio Piceda, Estela Onores, Mirta Saavedra, Manuela González, Juan Vilches, y Edgardo Zuffiaurre (Paraná) y Amilcar Michel de Gualeguaychú.

 

Documento político aprobado

 

“Nadie hará por el radicalismo lo que los radicales no hagamos por nosotros mismos”

 

“Construir un partido político lleva un tiempo, el radicalismo tardó 25 años desde 1890 hasta 1916 para llegar a ser gobierno. Mantener la idea que ese partido representa implica, de ahí en adelante, hacer buenos gobiernos, reponerse de las derrotas, cuando a ese partido le toca ser oposición cumplir con la misma eficacia ese rol que cuando uno es gobierno, y también implica mantener un contacto permanente con el pueblo, mantener muy firmes las convicciones fundacionales y reactualizar las ideas que sean necesarias con el paso del tiempo.

 

Lo que es más difícil aun para que un partido tenga vigencia, y es otro de los desafíos, es mantener una vocación de poder para que el pueblo perciba que queremos gobernar las cosas del país para transformarle la vida al pueblo, y no tener vigencia política de supervivencia para contentarnos con los cargos de la minoría.

 

La Unión Cívica Radical viene, después de más de 120 años, de no tener un candidato a Presidente y Vice, y de no tener en la provincia un candidato a Gobernador y Vice. Cualquier análisis debe partir de esa dolorosa realidad.

 

Plantear que el problema del Radicalismo es que el Pro no nos da la participación o los cargos que nos mereceríamos, o creer que el problema es cambiar las conducciones partidarias para sacarle la birome a uno y dársela a otro, creyendo que ese otro va a negociar mejor los cargos, no es el problema.

Es una crisis importante, profunda y que no es coyuntural, puesto que se viene agravando elección tras elección.

 

Para definirlo de una manera más categórica, podríamos decir que: el radicalismo debe repensarse a sí mismo. En primer lugar que quiere representar y a quienes, es decir, cuando la gente escucha hablar de los radicales debe tener una idea general de lo que representamos y de lo que queremos para el país. Hasta no hace un tiempo muy lejano, se sabía qué pensaban los radicales de la educación pública, la salud pública, la infraestructura, el modelo productivo y económico, las políticas sociales, se sabía que rol jugaba el movimiento obrero y que papel podían jugar los recursos naturales y en particular, cuál era el modelo energético del país.

 

Nadie vota a un partido que se balancea entre una socialdemocracia y la nada, y esto es lo que nos ha ocurrido en este último tiempo. Volver al contacto con el pueblo es otro de los desafíos que surge de la crisis que tenemos, y por supuesto, tener una estrategia como partido para conquistar el poder y mantenernos en el gobierno, es una de las grandes inconvenientes  que venimos arrastrando,  desde 1963 a la fecha.

El año pasado tomamos la decisión institucional en la convención, de constituir una coalición que nos permitió que lográramos desplazar al Kichnerismo del gobierno y que estemos gobernando el país a través de un presidente del Pro que es la otra fuerza política que integra esta coalición.

 

Decimos a esta altura de estas descripciones, que nadie hará por el radicalismo lo que los radicales no hagamos por nosotros mismos. Y que las alianzas y coaliciones políticas se fortalecen y perduran, en la medida que sus integrantes se fortalecen y perduran. El fortalecimiento del radicalismo en Cambiemos es responsabilidad nuestra  y nuestro debilitamiento, no será responsabilidad del Pro. Es decir, fortalecer el radicalismo es una estrategia y una obligación para fortalecer la coalición y lograr que la acción del gobierno logre el cometido que le prometimos a la gente.

 

La idea que hemos elegido hasta hoy para justificar nuestros desaciertos de que siempre los  culpables son los demás, nos ha llevado a la situación en la que nos encontramos

 

Necesitamos pues asumirnos como verdaderos dirigentes y decir  que la culpa de lo que nos pasa la tenemos nosotros, que hemos abusado de esta gran causa y que hemos colocado a un Partido que tanto bien le hizo al país en una agonía imperdonable.

 

Finalmente, decimos que el agravio y la descalificación constituyen un proceso penoso de autodestrucción. El pueblo lee o escucha la desacreditación de radicales entre si y huye despavorido. Decimos también que la interna por sí misma no constituye nada si solo busca que los errores en vez de realizarlos Juan los realice Pedro.

 

Si hay un sector que planteó ideológica y estratégicamente otras posibilidades, fuimos nosotros. Y hasta fuimos víctimas de estas posiciones a partir de que  ni siquiera pudimos competir.

 

Por lo expuesto: Convocamos a todos los sectores internos de la vida partidaria de esta provincia, a repensar la forma de hacer política, a devolverle al Radicalismo lo que el radicalismo nos ha dado a todos; Convocamos a todos los sectores internos sin excepción a una mesa de diálogo para que asumamos todos nuestra responsabilidad y podamos hacer funcionar el Partido de manera tal que este no esté al servicio de un sector interno, sino que la estructura partidaria se dedique, desde su presidente hasta el último vocal, a discutir los  desafíos arriba enunciados, que elabore una propuesta para los grandes temas de la provincia, que ejerza firmemente su rol opositor y que sea una conducción que represente los intereses de todo el partido y  no los intereses de un sector que al otro día comenzará a trabajar candidaturas.

 

Las candidaturas en tiempo y forma deben existir, y para eso la democracia tiene un mecanismo, y todos lo que quieran ser candidatos podrán serlo, pero es hora de que haya más dirigentes y menos candidatos, porque los dirigentes harán perdurar las ideas, construirán un programa de gobierno, y en esta instancia fortalecerá la coalición llamada cambiemos. Los candidatos solo tendrán la tarea de interpretar lo que el partido le proponga al conjunto del pueblo”.