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Obras dejó a Quilmes inmerso en un caos

Obras Sanitarias le ganó ampliamente a Quilmes en Mar del Plata por 90 a 74 y consiguió el primer triunfo en lo que era un cruce entre perdedores. Obras sentenció el juego en el segundo cuarto. Quilmes sufrió la lesión de Britton Johnsen. El Chuso González se peleó mal con hinchas de su propio equipo. Estudiantes, Peñarol, Boca Juniors y el “Tachero” (con uno más) son líderes con 4.

 

Obras definió el juego cuando promediaba el primer tiempo. En el primer cuarto obtuvo una renta de diez merced al protagonismo de Gutiérrez (13) y la conducción de Osimani frente a un Quilmes errático y con gruesos problemas defensivos y que para perjuicio de sus intereses sufrió el primer golpe con la lesión de Britton Johnsen, que lo marginó del resto del partido (será evaluado físicamente en los próximos días).

 

En el segundo cuarto los porcentajes locales decayeron algo más (9/28 en la primera mitad), las pérdidas aumentaron y así la brecha se amplió a casi veinte con Mázzaro y Lewis (27-45). Y por si algo le faltaba a Quilmes fue una discusión entre Román González y el DT Daniel Maffei, que determinó su salida definitiva por decisión del entrenador y esto a su vez desencadenó la irritación de una parte de los simpatizantes quilmeños, quienes increparon al pivote, éste respondió y en el final se produjeron algunos altercados.

 

En el complemento solamente quedaba por ver si Quilmes reaccionaría pero Obras se le transformó en un cómodo dueño del trámite e incluso su potencial se mantuvo en los momentos en que apeló a la banca. El tercer cuarto -previa máxima de veintiséis (42-68)- finalizó por veintitrés y pareció resolverse (47-70).

 

Quilmes experimentó una mejoría recién durante el segmento final cuando la cosa estaba ya definida. Por entonces Obras sacó el pie del acelerador y Quilmes se acercó a nueve (64-73) de la mano de Hopson y Morris pero llegó hasta allí porque Obras recobró intensidad en la defensa y definió sin más sobresaltos.

 

Si Román González que llegó como el jugador franquicia no puede cumplir en ninguno de los dos aros, que queda para el resto: poco. El “Chuso” luce lento, física y mentalmente.

 

Maffei parece un técnico sin ideas, como si la brújula se le rompió hace rato. Luce extraño ésta versión de quien fuera un técnico sagaz, astuto, hábil para resolver coyunturas.

 

Nada le funciona de éste Quilmes anárquico y liderado por un Hopson extraordinario en el TNA y que la Liga le representa un nivel demasiado grande, por ahora.

 

A partir del tercer chico lo de González pasó a ser de una nueva mala noche a un caos. Tras un desacierto defensivo Maffey decidió decidió cambiarlo y retarlo. González que venía de meter sus únicos dos puntos en todo el partido discutió con el técnico y tuvieron un cruce muy fuerte de palabras.

 

El jugador le habría dicho “No me pongas más”, mientras Maffei le espetó que si no estaba de acuerdo que se vaya.

 

Finalmente, en los minutos de cierre, Chuso fue objeto de insultos provenientes de los cuatro sectores, no de todo el público, pero sí hubo disconformidad mayoritaria aunque lamentablemente crecen en nuestros gimnasios las presencias de desubicados cobardes que se escudan en el anonimato de las masas, y hubo groserías desmedidas, ademanes, amenazas que también patéticamente fueron contestadas por Román González que debió ser contenido por sus compañeros y dirigentes en su intención de ir a pelear con algunos espectadores.

Una vergüenza que en tan poco tiempo de haber retornado a la máxima categoría, pase esto en Quilmes. Responsable n° 1 la dirigencia en dejar entrar a ciertos inadaptados que no debería haber en las canchas de básquet argentinas; responsable n° 2 el jugador, que es un profesional, UNO DE LOS MEJORES PAGOS en el Continente, incurriendo en una gravísima actitud que debería tener una sanción de parte de la Asociación de Clubes. Reglamentariamente, las pruebas fílmicas y fotográficas lo dicen todo, González debería ser mínimamente convocado a declarar y si es punible de sanción, establecer la misma.

 

Claro que, hay algo para nada descartable: Maffei debe URGENTE reacomodar la estructura de éste equipo que, oportunamente, calificamos como candidato a la lucha por no descender. Y hoy, ese talentoso jugador que es Román González, acapara gran parte del presupuesto para rendir en ésta forma.

 

La síntesis

 

QUILMES (Mar del Plata) 74-OBRAS SANITARIAS (Capital Federal) 90

 

Quilmes (74): Nicolás Ferreyra 12, Phillip Hopson 15, Tyler Newbold 5, Britton Johnsen 2, Román González 0 (fi); Facundo Piñero 10, Esteban López 0, Gregorio Eseverri 4, Brian Morris 26 y Gonzalo Gorostiaga 0. DT: Daniel Maffei.

Obras (90): Martín Osimani 2, Julio Mázzaro 15, Lawrence Lewis 20, Juan Gutiérrez 30, Pablo Espinoza 6 (fi); Alexis Elsener 10, Alejandro Konsztadt 4, Tomás Zanzoterra 3 y Tyler Field 0. DT: Julio Lamas.

Árbitros: Osvaldo Bautista y Oscar Martinetto. Parciales: 15-25, 27-45 y 47-70. Estadio: Islas Malvinas.