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Que el Cura de Ars colme de bendiciones a éste país cada día más violento

En el penúltimo día de su paso por la Argentina, el corazón incorrupto de San Juan María Vianney estuvo en la catedral de Buenos Aires, donde se celebró una multitudinaria misa presidida por el arzobispo porteño, cardenal Jorge Mario Bergoglio. El domingo fue contemplado por cientos de paranaenses en la Catedral de la capital entrerriana.

Concelebraron el cardenal Estanislao Esteban Karlic, arzobispo emérito de Paraná; los obispos pertenecientes a la provincia eclesiástica de Buenos Aires: Rubén Oscar Frassia (Avellaneda-Lanús); Joaquín Sucunza, Enrique Eguía Seguí, Eduardo García, Luis Fernández y Oscar Ojea (auxiliares de Buenos Aires), Guillermo Rodríguez-Melgarejo (San Martín), Jorge Casaretto (San Isidro), Sergio Fenoy (San Miguel), Horacio Suárez (Gregorio de Laferrère), Baldomero Carlos Martini (San Justo) y Jorge Lugones (Lomas de Zamora),. También más de cien sacerdotes, entre ellos, el custodio de la diócesis de Belley-Ars (Francia) que acompaña el itinerario de la reliquia, el presbítero Karlo Tyberghien.

Participaron de la misa religiosas y religiosos de distintas congregaciones y centenares de fieles que se acercaron para venerar la reliquia del patrono de los sacerdotes, a quien el Santo Padre Benedicto XVI propuso como modelo para este Año Sacerdotal.

Previo a la celebración eucarística, el corazón permaneció expuesto para la veneración de los sacerdotes, hubo una conferencia del cardenal Karlic y un momento de adoración eucarística.

Jesús no nos quiere líderes de una ONG

“Todos estamos revestidos de su gloria”, pero “de manera especial los presbíteros, que de alguna manera queremos seguirlo a Él de cerca en este camino de anonadamiento y de compasión”. Así lo expresó el arzobispo en la homilía al recordar que todos los bautizados hemos recibido la gloria que el Padre le dio a Jesús, y que “la gloria de Cristo es la cruz, es consumar su camino de compasión”.

CATEDRAL DE BUENOS AIRESAlertó a los sacerdotes que “quizás podemos perdernos en la imaginación, pensando que esto puede desembocar en el camino del martirio, de la sangre, como fue en el caso de Jesús, y esto nos puede desorientar” y no permitir “sacar el jugo de esto que Jesús nos está diciendo”. Pero San Pablo enseñó a los pastores “cómo llevar adelante este ser ungidos por la gloria de Jesús”, teniendo sus mismos sentimientos, los que “inicialmente lo llevaron a anonadarse para compartir nuestro camino”.

Por eso subrayó a los sacerdotes que su martirio y que el participar de Cristo, pasa por los sentimientos de benevolencia, humildad, dulzura y paciencia, que tienen que tener para conducir al pueblo. “¡Qué difícil, a veces, es la paciencia para un cura! -exclamó- Imagínense lo difícil que habrá sido para Jesús”. El sacerdote tiene que tener esos sentimientos “pero sin perder la firmeza de la conducción” y “sin negociar la doctrina”.

“Somos sacerdotes para caminar con nuestro pueblo fiel, con benevolencia, humildad, dulzura y paciencia. Jesús no nos quiere líderes de una ONG que pueda triunfar”. Nos quiere “ungidos” como Él y con sus mismos sentimientos, insistió.

A ejemplo del Cura de Ars, que logró alcanzar esos sentimientos porque le abrió su corazón a Cristo, exhortó a los sacerdotes a hacer lo mismo. “Si abrimos nuestro corazón, Él nos va a llenar de esta unción que nos va a llevar a este tipo de conducta, de conducción pastoral del pueblo de Dios, del cual también nosotros formamos parte”.

Despedida

Al término de la misa los sacerdotes y los fieles pudieron pasar a venerar el corazón del Santo y a las 12 partieron para la diócesis de San Nicolás de los Arroyos.

La reliquia peregrina por la Argentina desde el 6 de noviembre y su recorrido, que incluyó 25 diócesis, llegará a su fin mañana, viernes 27, en la diócesis de Lomas de Zamora.

El último sitio que visitará será el Monasterio Nuestra Señora de la Paz de las Carmelitas Descalzas, en Luís Guillón, al que llegarán esta noche. El corazón permanecerá allí hasta las 9 de mañana para finalizar con la misa que presidirá el obispo diocesano, monseñor Jorge Rubén Lugones SJ.
Al término de la misa la reliquia será llevada al Aeropuerto Internacional de Ezeiza para después del mediodía, emprender el regreso a Francia.
Más información: (011) 4222-4381 / 5184.

El paso por Paraná

Tras ingresar vía el Túnel Subfluvial a la ciudad de Paraná en caravana, encabezada por el arzobispo Mario Maulión y su auxiliar, Daniel Fernández, junto a un puñado de sacerdotes, las reliquias del cura de Ars fueron trasladadas a la CURA DE ARS MAULIONCatedral dónde se desarrolló la celebración de la Santa Misa.

Cerca de las 23, las reliquias fueron transportadas al Seminario Arquidiocesano, donde el lunes se llevó a cabo una jornada para el Clero de la Arquidiocesis, tras lo cual se procedió a la despedida.

Parte del corazón incorrupto del cura de Ars recorrió todo el país, con el acompañamiento de un custodio de la diócesis de Belley-Ars, el presbítero Karlo Tyberghien, y en su itinerario por Argentina, ya ha visitado las diócesis de Avellaneda-Lanús, San Miguel, La Plata, Mercedes-Luján, Mendoza, San Rafael, San Luis, Villa María, Córdoba, Cruz del Eje, Catamarca, Concepción, Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Rafaela, Santa Fe de la Vera Cruz, Paraná, Rosario y Venado Tuerto, encontrándose por éstas horas en la Capital Federal para luego, como ya enunciamos, dirigirse a San Nicolás de los Arroyos.

“Es una graciaImagen000 para nosotros haber recibido estas reliquias”, dijo monseñor Maulión frente a los fieles que se fueron congregando en la Catedral, y adoraron durante la tarde los restos del santo.
Y pidió que “el santo cura interceda a fin de que como sacerdotes, como obispos, como diáconos, también como consagrados, como laicos, seamos fieles al Señor”. E instó a los clérigos a ejercer “con alegría, con esperanza, con dedicación el ministerio sacerdotal, ministerio que fue la razón de ser durante toda la vida del cura de Ars”.

“Pidámosle mucho por los sacerdotes, por los consagrados, y también por las vocaciones a la vida sacerdotal y a la vida consagrada”, oró.
Fuente: AICA.-