Paradójico: tanto hablar de Venezuela, y Oscar Aguad anunció que contratarán el equipo de un venezolano para buscar al ARA San Juan
|En una reunión con picos de dramatismo y fuertes reproches de los familiares del ARA San Juan, el ministro de Defensa, Oscar Aguad, confirmó que el Gobierno contratará un equipo de búsqueda privado venezolano que trabajará durante cien días para tratar de dar con el submarino desaparecido el 15 de noviembre pasado.
Aguad se presentó en el Congreso ante la bicameral que investiga qué paso con el San Juan y cómo se manejaron las operaciones de búsqueda y rescate, comisión que fue creada justamente a instancias de los familiares de los 44 tripulantes, duramente críticos del ministro y del rol de la Armada en la tragedia.
“El domingo se cumplieron cinco meses y seguimos sufriendo, estoy esperándolo todavía a mi hijo. ¿Por qué todavía no se logró nada?”, lanzó María Victoria Morales. Daniel Polo, padre del cabo primero Daniel Alejandro Polo, sostuvo: “Estoy cansado de esta burocracia, este protocolo que usted tiene hacia nosotros”.
Así fue de duro el tono, y hubo un reclamo común de los familiares: apurar la contratación del AUV (un vehículo submarino no tripulado) para seguir la búsqueda. Aguad llegó al salón Illia del Senado con el anuncio (que se publicaría este martes) de la apertura de la contratación directa para que pueda presentarse la empresa SEA (Sistemas Electrónicos Acuáticos) del venezolano Hugo Marino, que cobrará 3,8 millones de dólares. Aguad explicó que el UAV no pertenece a Marino -que lo subcontrata- y explicó un “problema técnico” no menor: ningún buque de la Armada puede albergar ese vehículo. Hay un tema de velocidad: mientras el UAV explora, el buque en superficie no puede ir a 5 nudos (como van los buques navales) porque “lo perderían”. También hay que hacerle una adaptación y cortarle el casco, con lo que el buque quedaría después “inutilizable, pero estamos dispuestos igual. Estamos buscando el barco donde se pueda subir el submarino”, dijo Aguad. Y aclaró que “no lo podemos hacer en los tiempos que ustedes querrían”.
En la bicameral presidida por el senador fueguino José “Nato” Ojeda, del peronismo no K , se dio así la situación inédita de un ministro de Defensa dando explicaciones durante horas a familiares de marinos desaparecidos en la presunta explosión de un buque de guerra. Al ministro le reprocharon supuestas mentiras, dilaciones, falta de resultados. “Nunca mentí”, repitió. “Lo buscaron las potencias del mundo”, dijo por la ayuda internacional de EE.UU, Rusia y Gran Bretaña. Nada de lo que dijo pareció alcanzar, y hubo otros cruces con hermanas y esposas de tripulantes que le enrostraron haber dicho que “puede ser el mar la tumba definitiva” de los 44. “A pedido de los familiares subimos a videntes a los barcos que buscaban”, les recordó el ministro. Al cierre de esta edición tras hablar los familiares, diputados y senadores de la bicameral esperaban turno, con la oposición kirchnerista afilada. En un sillón detrás de Aguad en discreto segundo plano estuvo el jefe del Estado Mayor Conjunto de las FF.AA., teniente general Bari del Valle Sosa.
Aguad reiteró afirmaciones de los últimos meses: que el submarino estaba en condiciones de navegar, que “nunca” se abandonó la búsqueda, que el San Juan no navegó al oeste de Malvinas como señaló un “borrador” de una Orden de Operaciones que “debió haber ido a la basura”.
A un metro de Aguad se sentó el jefe de prensa de la Armada, capitán de navío Enrique Balbi, que con respaldo firme del Gobierno -que sin embargo echó al jefe naval, Marcelo Srur- fue el vocero de toda la tragedia. Aguad se apoyó en Balbi que en relación a la búsqueda privada razonó que “no se podía contratar antes habiendo Marinas del mundo buscando desinteresadamente” y que el cuestionamiento surgía ahora “con el diario del lunes” porque “no lo pudimos hallar”. También explicó que el UAV (“es como un torpedo subacuático” definió), explora sobre las grietas del talud continental -donde se supone cayó el San Juan- tiene sensores acústicos pero si hacen algún contacto debe bajar un ROV (robot como el que usaron los rusos) para certificar que sea el submarino.