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Préstamos personales crecen más que tarjetas de crédito

En los últimos años los consumos de tarjetas de crédito superaron a los montos de préstamos personales. Sin embargo, en lo que va de 2016, la tendencia se dio vuelta. Mientras que en 2015 los plásticos registraron un crecimiento de 56,6% y los créditos de 36,8%, en el primer trimestre del año el aumento fue de 0,14% y 5,6%, respectivamente.

 

Si bien algunas entidades tienen políticas enfocadas en la captación de clientes por medio de los préstamos personales, los incentivos que encuentran los tomadores de estos créditos son el consumo, aprovechando plazos más largos, y el pago de saldos en tarjetas, por la diferencia entre las tasas.

 

Pese a que las tasas subieron, debido a una política más contractiva del Banco Central (BCRA), existe una amplia diferencia. Los costos de las tarjetas no solo son más altos, sino que son variables, ya que las tasas se pueden ir modificando cada mes. El costo total para financiar saldos de tarjeta ronda el 55% anual, pero al incluirse el IVA, seguro de vida y otros gastos, la tasa se ubica entre 70 y 100%, en casos extremos.

 

En cambio, los préstamos se pueden tomar en hasta en 60 meses y a una tasa fija, en momentos en que los plazos máximos para financiar con plástico rara vez superar las 12 cuotas. Según el Régimen de Transparencia del BCRA, el costo financiero total de los personales ronda, en el Banco Ciudad, entre 30,2 y 44,7%, en el Banco Provincia de Buenos Aires se ubica en 43,2% y llega al 58% en el Hipotecario y en otros bancos provinciales y privados, hasta ascender a un tope de 63% en el caso del Banco de Chaco.

 

Una fuente del mercado que pidió no ser identificada aseguró: “Estamos viendo una desaceleración en el crecimiento de tarjetas y un crecimiento en préstamos personales, lo que demuestra que se viene un año distinto”. Sobre el destino de los créditos, el especialista señaló que se usan “para comprar productos específicos, ahora que no hay tantas cuotas con tarjetas, o para pagar los saldos que se adeudan en tarjetas”.

 

Por su parte, el responsable de productos de inversión banca minorista de ICBC, Lucas Mir, comentó: “Aunque el destino de los fondos es libre, los fines más comunes son el consumo, sean electrodomésticos, un auto o viajes y el pago de tarjetas. En ese caso, si una persona tiene una financiación más cara en tarjeta aprovecha para cancelar deuda”.

 

Cabe recordar que en 2015, en pleno año electoral y con el dólar artificialmente congelado, los consumidores se refugiaron en el consumo, aprovecharon los pagos en cuotas, un ejemplo fueron los pasajes aéreos, para anticiparse a un 2016 económicamente más duro, con menos chances de financiación.

 

El incremento de las colocaciones de deuda tiene que ver también con algunas campañas de los bancos. De hecho, el ICBC mantiene la promoción de tasas 0% para quienes trasladen su cuenta sueldo a la entidad. Asimismo, desde el HSBC y el Galicia también confirmaron que están incentivando este producto.

 

“Hacemos mucho foco por los canales alternativos. Ofrecemos un crédito personal tanto por el canal telefónico como por el homebanking. Triplicamos la oferta y obtuvimos una muy buena respuesta de nuestros clientes”, indicaron fuentes del HSBC.

 

Al mismo tiempo, desde Galicia expresaron: “Tenemos campañas vigentes; son un producto muy valorado por nuestros clientes. No vemos una merma en la colocación, a lo largo del 2014 y 2015 hemos desarrollado una plataforma de canales de colocación complementaria a la red de sucursales (online banking, ATM’s, fonobanco y telemarketing), y estamos comprobando el éxito de esta estrategia en incrementos sostenidos mes a mes de nuestra colocación”.

 

El objetivo de los bancos es captar clientes. Así lo explicó Mir: “Cuanto más productos tiene el cliente en el banco, mayor es la fidelización. Los préstamos personales hacen que los clientes se queden a plazos que pueden ser de 60 meses. Esto afianza la relación, porque pueden apreciar otros beneficios”. Hay que subrayar, además, que las entidades también ofrecen tasas especiales si el cliente elige otros productos, como un seguro o una tarjeta adicional.

 

Por el contrario, los bancos que no tiene una estrategia, vieron una merma en sus colocaciones. “Nosotros tuvimos un mal comienzo de año por el alza de tasas, pero repuntamos en marzo”, asumieron desde una entidad de capitales extranjeros.