¿Alguien tendrá piedad por la Fuente de la Convención Constituyente?
|ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- El Monumento Conmemorativo de la Reforma de la Constitución Nacional de 1994, construido por Celia Julia Perino de Schneider en alusión a la Convención Nacional Constituyente realizada en Paraná, padece no solo el deterioro lógico del paso del tiempo sino que sufre un abandono total.
La obra de la artista y docente rafaelina, construida en piedra con un peso aproximado de 40 toneladas y 6m40 de altura, hoy deja correr agua por fisuras laterales, el líquido es nauseabundo, el fondo de la misma está absolutamente enmohecido, y es un depósito de botellas, latas, basura de diversa índole que mentes descuidadas, irrespetuosas, han arrojado impunemente sin que nadie prevenga o castigue ello.
Hasta los pájaros, testigos de tanta dejadez, observan incrédulos cuánto desamor hay por ese monumento que debería ser orgullo de los paranaenses, más aún, habiendo sido la entrerriana por adopción galardonada y reconocida por la legislatura de la provincia como “gestora y promotora cultural”.
Celia Schneider a través de sus vastas actividades como ciudadana responsable y comprometida, defendió y revalorizó el arte provincial, nacional y latinoamericano; en la convicción del espíritu transformador de la educación por el arte, en especial para los jóvenes, a la cual dedicó muchos años de su vida mostrando una luz en grupos de artistas que hoy destacan ese valioso legado; en la construcción de obras de arte que han representado dignamente a nuestro medio y que han sido acreedoras de premios y distinciones otorgados a partir de la decisión de jurados conformados por prestigiosos críticos en la materia.
La talentosa escultora pensó ese Monumento como la proyección del futuro desde el testimonio del presente y según sus propias palabras cuando fue inaugurada, “estamos construyendo dificultosamente nuestro destino con un aprendizaje constante en el reconocimiento de nuestra identidad. Pienso que la piedra es el material básico representativo para este monumento histórico por la permanencia del tiempo en su mutante formación desde el vientre de nuestra tierra, consolidando la base de la vida del hombre. En su estructura contiene la compactación de su materia de la que emanan la fuerza y la firmeza aglutinadas en una energía latente, la que simboliza los caracteres básicos de nuestra Constitución nacional, que rigió y regirá el destino democrático del hombre argentino”.
La Cámara Baja en su momento supo reconocer la persona de bien de Celia Schneider y se le rindieron los honores pertinentes por su laboriosa y fructífera trayectoria, distinguiéndola como ciudadana ilustres de la provincia.
Hoy, su obra, es un basurero del cual mana líquido putrefacto y se encuentra atiborrada de suciedad. ¿Habrá ALGUIEN que reaccione? ¿Se unirán nuestros colegas a éste reclamo? ¿Tanta indolencia tenemos los paranaenses? ¿Quién debería mantenerlo o proceder a una reconstrucción para ponerlo en condiciones?
Nos encantaría que ALGÚN FUNCIONARIO COMUNAL responda a ésta inquietud, con valentía, haciéndose cargo y explicando el por qué se abandonó tanto una obra que en algún momento supo ser orgullo de diputados de ésta tierra.