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Carbó e Illia: lo advertimos…por milagro no pasó una tragedia

La Municipalidad de Paraná sigue sin hacer nada en cuanto a prevención de accidentes en la esquina de Illia y Carbó. De hecho que hoy al mediodía un Ford Taunus embistió violentamente por atrás a un Renault Fluence. Los conductores y ocupantes de ambos vehículos no salieron lesionados y una mamá y una pequeña alumna del Colegio Hermanas Mercedarias se salvaron de milagro.

Poco después de las 13.30, un Renault Fluence que transitaba por Carbó, al llegar a la intersección con Illia frenó con luz amarilla por precaución, en especial viendo que una madre y su pequeña hija se aprestaban a cruzar por la senda peatonal hacia el Colegio Mercedarias.

Pese a la atinada maniobra de quien conducía el auto último modelo, un Ford Taunus casi provoca una tragedia de la cual por años se hablaría inculpando no solo al imprudente conductor de éste último vehículo sino también a la Municipalidad de Paraná que sigue sin reaccionar pese a nuestros insistentes artículos exigiendo operativos de seguridad en esa zona.

El veterano automovilista del Taunus no logró controlar a su coche que, por la huella de frenada y cómo corrió al auto colisionado, venía a alta velocidad -seguramente intentando ganarle a la “Línea Verde” de los semáforos- impactando así –vehementemente- al Renault, provocándole severos daños fácilmente verificables no solo en cuanto a abolladura y/o salida de cuadro de la parte trasera, sino que puerta baúl quedó en falso encastre.

Lo peor de todo fue, por un lado, escuchar las excusas o pretextos del claro culpable del accidente, quien primer intentó enrostrar por el suceso al embestido (que circulaba con sus dos hijos) y después buscó culpar a una falta de sincronización del semáforo de Carbó y Belgrano, aunque la nota pésima fue saber que no tenía seguro.

Felizmente, primó la cordura del conductor del Renault Fluence y paradójicamente, más rápido que nunca, llegaron dos inspectores a tomar fotos, croquis y demás datos de los autos involucrados y sus responsables constatándose asimismo que quien conducía el Taunus trasladaba a un pequeño lo cual pudo haber agravado la situación que, felizmente, no trajo aparejadas lesiones físicas.

Vale rescatar que también, desde hace vasto tiempo, venimos pidiendo a la Comuna operativos para controlar carné de conductor y seguros, como sería estupendo, revisiones vehiculares básicas. Quizás, tendrá que suceder una tragedia para que ello se emprenda.

Para finalizar, obsequiamos una galería de nuevas infracciones, precisamente en esa esquina que esperamos no tener que bautizarla a futuro “La Esquina de la Muerte”. Si ese día llegase, quien sea damnificado con absoluta Justicia va a tener Derecho de quedarse con el Palacio Municipal pues en realidad, no hay indemnización que cubra una vida, más aún, cuando se pudo haber evitado con controles más estrictos.