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Ya ni flores se puede llevar al Cementerio

Triste Columna Editorial. Más allá de los esfuerzos del actual personal del Cementerio Municipal de Paraná por renovar canteros y mantener pasajes o senderos limpios, sigue faltando Seguridad en la necrópolis de la capital entrerriana. Calmados los delincuentes en cuanto a robo de lápidas, mármoles, y/o placas, la última tropelía es hurtar flores o arreglos florales.

 

En los últimos años se han conocido todo tipo de denuncias respecto a inseguridad en el Cementerio Municipal de Paraná. Desde sustracciones de diversa índole en panteones, lápidas, nichos, hasta asaltos a mano armada en zonas alejadas a la puerta principal.

 

Hoy, se sabe al menos que CRITERIOSAMENTE, COHERENTEMENTE la Policía de Entre Ríos ha establecido controles con Personal de Civil, o sea NO UNIFORMADO, que sigilosamente recorre las instalaciones. Y eso, es evidente que los malvivientes lo saben pues han mermado las quejas de los habituales visitantes.

 

Sin embargo, pese a tener un Destacamento dentro del mismo, y a esa nueva operatoria de recorridas, como en épocas no tan lejanas ha recrudecido la rapacidad inherente a toma de flores.

 

Al parecer, habría una banda -presuntamente ligada a floristas santafesinos- que elige las especies florales más frescas, recién puestas y las toman para reducirlas en la zona céntrica, ocurriendo ello semanalmente aunque, se incrementa con jornadas concomitantes a celebraciones como Día del Padre, de la Madre, de los Santos Difuntos.

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Hemos sido testigos de haber depositado un recuerdo floral y, “misteriosamente”, a los pocos días el florero de la tumba ya no tiene el ramo allí tributado.

 

Personal de la necrópolis ha confirmado estos atropellos, explicando que “no damos abasto para cubrir todos los sectores, y ni nuestra presencia como la policial han conseguido frenar este tipo de situaciones pues no se puede dudar o desconfiar de todos. Por allí dicen que son chicos que luego reducen las flores por monedas para drogarse, pero hay algo más. Detectar a pibes con flores, sin Mayores a cargo, es simple. El punto es cómo hacés para detener a un hombre o mujer y decirle de dónde sacó esas flores. ¿Te va a mostrar el ticket de la florería? Son muchas las personas que entran a diario a rendirle un homenaje a sus muertos, y es injusto detener arbitrariamente a un señor, a una señora, a un o una joven y preguntarle si compró esas flores. Se podría hacer algo si tuviéramos cámaras y más gente. Hoy, así, solo podemos evitar robos grandes y hasta arrebatos cuesta controlar”.

 

Sería una muy buena medida de la intendenta, en conjunto con la Policía de Entre Ríos, establecer una especie de Oficina de 911 independiente, con cámaras en distintos puntos de la necrópolis. Nuestros muertos merecen ser homenajeados por familiares y amigos que sin miedo, sin temor a sufrir un episodio delictivo, asistan más asiduamente a visitar donde yacen sus restos.