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¿Y si da para milagro?: Francisco bendijo a Oscar

Oscar Schmidt, quien lucha contra un cáncer cerebral, vivió hoy una de las más grandes  emociones de su vida, al recibir en Río la bendición personal del papa Francisco. El brasileño que en 2003 batió el récord de puntos de Kareem Abdul-Jabbar con más de 49 mil puntos tiene cáncer cerebral y se arrodilló ante el pontífice mientras éste le posaba la mano sobre la cabeza bendiciéndolo.

El encuentro entre el pontífice y el ex basquetbolista ocurrió en el marco de la ceremonia de entrega simbólica de las llaves de Río a Francisco, quien bendijo también las banderas de los  Juegos Olímpicos y Paralímpicos que recibirá la ciudad en 2016. El ex jugador apodado “Mano Santa” fue uno de los 200 deportistas invitados por el alcalde Eduardo Paes a la ceremonia realizada en el Palacio de la Ciudad.

Allí, el Papa dio su bendición a varios deportistas, entre ellos los ídolos del fútbol Zico y Deco y el coordinador técnico de la selección brasileña, Carlos Alberto Parreira y dos atletas paralímpicos. El contacto con Schmidt fue sin embargo el más emotivo.

El ídolo, de 55 años, se quitó la gorra con la que cubría su cabeza casi totalmente calva en razón del tratamiento combinado de radioterapia y quimioterapia se arrodilló y permaneció por un largo tiempo agarrado de la mano a Francisco, llorando y con la cabeza baja, tocada gentilmente por el Papa.

Poco antes del encuentro, Schmidt había asegurado que no le pediría al Papa una bendición personal: “No pido nada para mí. He tenido una vida muy buena. Sólo quiero lo mejor para el pueblo brasileño, una gente sufrida que vive un momento político histórico”.

Luego, agregó en tono de broma: “Nunca me imaginé que me fuera a gustar tanto un argentino. Él es humilde, le gusta tener contacto con el pueblo”.

La lucha de Schmidt contra el cáncer, que se inició en 2011, recién fue dada a conocer en mayo pasado, cuando el ex deportista confirmó que se había sometido a una segunda cirugía para retirar el tumor detectado en su cerebro, un nódulo de grado 3, más agresivo que el que fue removido hace dos años.

En ese entonces, aseguró que confiaba en derrotar el cáncer por segunda vez: “Este es un desafío más. He superado a varios a lo largo de toda mi vida. Si más adelante no logro vencer, paciencia. Yo haré todo (lo que sea necesario). Si tengo que abrir la cabeza diez veces, lo haré, siempre y cuando pueda seguir hablando y sobrio”.

“Si no lo logro, paciencia. Mi vida fue muy buena. Fue linda. Logré todo lo que deseaba. Sólo me falta este premio en septiembre, y espero vivir hasta allá. Es una broma. Voy a vivir hasta allá”, afirmó el astro del deporte, que en septiembre ingresará formalmente en el Salón de la Fama del baloncesto estadounidense.