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Vay: otra apuesta de Svetliza

Sionista partió en la madrugada de hoy rumbo a Corrientes. Allí se sumará la nueva ficha: Fabricio Vay, quien aguarda el “okey” de la AdeC para debutar viernes o domingo dependiendo de la recepción o no del transfer FIBA luego de su paso por Austria.

Recordemos que el “Celeste” de Paraná juega éste viernes, desde las 21.30, ante San Martín de Corrientes por la 11ª fecha de la Liga Nacional, 2ª fase, en duelo Interparejas que tendrá su revancha el domingo en el “Flesler”. La presencia de Fabricio Vay es una incógnita, y de hecho que el cordobés, en el caso de poder jugar, lo haría con un solo entrenamiento tras llegar en forma individual a suelo correntino.

El que si vuelve es Federico Ferrini. La Pantera sufrió una lesión de tobillo en la última visita a La Banda y desde allí se ausentó en cuatro fechas.

¿Qué se puede esperar de Fabricio “Trotamundos” Vay?… Que a su coach le salga tan bien la experiencia como la de contratar a un Matías Sandes que llegó con la incógnita de tantas ilusiones despertadas y tantas frustraciones por performances que no estuvieron acorde a su talento más lesiones que hasta le impidieron cumplir contratos.

Hoy, el mendocino es una de las enormes figuras de la Liga y en parte es uno de los “termómetros” del equipo paranaense. Por ende, una brillante idea la del head coach del Centro en traer a éste alero que se faja abajo como si fuera un “4” original.

Vay vistió varias casacas de la selección… Repasemos… en el 2003, formó parte del proceso del equipo nacional que jugó el Panamericano Juvenil. En ese combinado, aparte de Sandes, estuvieron dos ex Sionista: el Pato Rodríguez y el Mono Fioretti.
En el 2004, formó parte de aquel seleccionado juvenil interviniente en el  XXII Torneo Internacional “Albert Schweitzer” que se jugó en Mannheim, Alemania. Dirigido por Rubén Magnano, trabajó junto al paranaense Coqui Pastori.

Mundial Sub 21 en el 2005, dirigido por Gonzalo García, jugó junto a Matías Sandes.
Preseleccionado Mayor en el 2009, realizando la preparación para el Torneo FIBA Américas en Puerto Rico con el objetivo de conseguir la clasificación para el Mundial de Turquía 2010.
Conducido por Sergio Hernández, Vay compartió fajina junto a Sandes y a los entrerrianos Juan Cantero, Paolo Quinteros y Sebastián Vega.

Del mismo modo, no olvidamos su paso por aquella selección de Cadete que participó en el Sudamericano de Cadetes del 2002 en Ecuador.  Magnano eligió para ese certamen entre otros a Juan Pablo Figueroa, Marcos Mata y Carlos Schattman.

Anduvo por la Liga de Desarrollo de la NBA, la antesala de la mejor liga de baloncesto del mundo, jugando por los Iowa Energy, equipo vinculado a Chicago Bulls y Miami Heat.
En España arrancó su deambular por el Viejo Continente. Se fue muy joven a la Madre Patria con todas las perspectivas puestas en el Real Madrid aunque terminó recalando en el Pamesa Valencia, donde estaban Alejandro Montecchia, Federico Kammerichs y Fabricio Oberto. Además, el club valenciano tenía cedido al escolta Adrián Boccia y en sus categorías inferiores al pívot Leo Mainoldi.

Vay empezó una lógica trayectoria de aprendizaje que le llevó a jugar en la categoría junior del Pamesa y en el equipo EBA vinculado al primer conjunto, el Pamesa Valencia Torrent.
Luego, subió un escalón y pasó a jugar en la LEB-2 con el Pamesa Castellón.

Otra fuerte frustración sufrió en su viaje a Italia donde fue descartado a días del debut por el Rimini –quedándose con las ganas de jugar junto a sus compatriotas Fernando Labella, Demián Filloy, y Germán Scarone o con el canadiense Peter Guarasci-  recalando en el Arkadis Traiskirchen Lions de Austria donde sufrió una grave lesión de ligamentos en uno de sus tobillos.

Con una enorme actitud se sobrepuso y volvió a España para sumarse al Akasvayu Vic, elenco en el que se destacaba el pivote brasileño Rafael Hettsheimeir, y donde no logró cimentar una buena campaña. Pese a ello llegó la chance de la Liga de Desarrollo de la NBA, competencia donde fue tentado por su talla para el puesto de pívot, pero acabó de alero por su buena mano y facilidad para pasar la bola, contrastando con su escaso interés en fajarse adentro dentro de un certamen más atlético, con ofensivas rápidas y mucho egoísmo para redondear planillas que impliquen ascensos a la fastuosa “enbiei”.

Antes de llegar a Paraná tuvo, aparte de vestir la casaca de Iowa Energy, pasos por Libertad de Sunchales (sin pena ni gloria) y viene de hacer buenas temporadas en Austria, tomándose desquite de la primera.

Vay es un alero alto que puede jugar de cuatro aunque abierto para aprovechar su tiro. Aporta garra, corazón y esfuerzo. Tiene una clara propensión a jugar mucho de frente, con un correcto dribbling pero una muy buena visión para meter asistencias. Le falta consolidar el dominio del balón y arriesgarse más a la búsqueda del rebote.

Inevitable la comparación: Locatelli es más incisivo. Vay es más jugador de equipo. Manu va al frente con codicia de aro. Fabricio construye más juego. Se va a extrañar todo lo que venía transmitiendo el de Tres Arroyos, pero su sucesor arriba a Sionista con ese mismo desafío que asumió Sandes: triunfar en la Liga.
Al mendocino le está saliendo bárbaro, quizás el cordobés se contagie y logre ser reconocido de una buena vez por todas en su país.