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Urribarri lo deja entrever: “Tiempo al tiempo” respecto al “baño de humildad” local

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- “Tiempo al tiempo, todavía estoy administrando mis emociones”, respondió el gobernador Sergio Urribarri cuando colegas le consultaron sobre la posibilidad de que replique en la provincia el pedido que Cristina Kirchner hizo a nivel nacional y le pida “un baño de humildad” a los varios precandidatos a gobernador que hay en la provincia y a intendentes en Paraná.

 

¿Va a replicar el pedido que hizo la presidenta y va a pedir un baño de humildad a los precandidatos a gobernador?, le preguntó APF Digital, a lo que Urribarri respondió: “Tiempo al tiempo, todavía estoy administrando mis emociones, los cientos de mensajes que estoy recibiendo de la gente, que son una ratificación de algo que yo sabía, que es el tremendo amor que uno se ha ganado”.

 

No negó. No fue categórico. No lo descartó de raíz. Solo trasuntó que, por ahora, no tiene en mente esa premisa o prioridad. Mientras, los días pasan y deberá tener cuidado con los pasos que sí se den desde Buenos Aires.

Urribarri sabe lo que son las “operaciones” políticas, las componendas, los pactos, los arreglos. Entendemos, interpretamos la posición del gobernador.

 

Son horas especiales, particulares. Acaba de tomar una decisión trascendental, acaba de dar un paso significativo. Pero en política, quien se duerme puede sufrir decepciones lapidarias.

Sería INTELIGENTE de su parte estar MUY atento pues desde Buenos Aires llegan murmullos, rumores cada vez más consistentes respecto a cómo podrían confeccionarse las boletas.

 

Urribarri dice que en estos últimos meses de gestión se dedicará “a inaugurar las decenas, cientos de obras que tenemos y seguramente a algunas de ellas deberá inaugurarlas quien me suceda, que será algún dirigente de nuestro partido”. Y está bueno. Pero cuidado con las tentaciones que se están trasladando desde contubernios porteños.

 

Salvo que el gobernador esté al tanto y sea parte de su estrategia cotejar lealtades hasta último momento. ¿No será una táctica extremadamente arriesgada, apreciándose el poder creciente de Daniel Scioli?

¿O será que Urribarri apuesta fuerte a la vicepresidencia?