Unidad/LPF: se cumplió el vaticinio
Peñarol y Sportivo Urquiza igualaron en un tanto por bando, en el clásico de barrios más popular del fútbol liguista. En el tercer minuto de tiempo prolongado empató el dueño de casa cuando parecía que los forasteros se volvían a La Floresta con tres puntos. Hubo incidentes fuera de la cancha y demoras para abrir el match como la segunda etapa.
Sportivo Urquiza fue superior a Peñarol durante casi todo el partido pero el local no claudicó, no bajó los brazos y apostó a la esperanza hasta el epílogo en el cual conquistó un empate con cierta dosis de injusticia pero valedero, legítimo.
Las dos barras se portaron bastante bien dentro de la cancha, más allá de algunos actos de rebeldía de simpatizantes de la V, pero en la salida hubo cruces a raíz de una provocación imbécil de parte de inadaptados que se apedrearon mutuamente no importando quien empezó.
Felizmente, la decidida intervención policial puso simple corte a las agresiones recíprocas.
En lo que atañe a fútbol, Sportivo Urquiza trató bien el esférico sustentando esa virtud en los despliegues de Mauricio Riera, Hugo Steinert, Rodrigo Barrios y hasta Carlos Herlein para contar con el balón y depositarlo en los pies de Gustavo Romero, la principal usina generadora de virtudes técnicas.
Amén de esa buena conducta con aspiraciones, a la hora de contener o quitar, hubo un interesante planteo de romper la conexión Matías Suárez-Hernán Sosa para partir al medio a los “Tricolores”.
Las buenas intenciones visitantes, sin embargo, solo se tradujeron en dos maniobras claras de peligro, una conjurada por Renzo Correa y la otra no se tradujo en gol porque el balón sacó astillas al vertical y luego fue despejado al córner.
Su rival, tenso, ansioso, impreciso, desprolijo no llevó inquietud al marco “Albiazul”. Así se fueron los 45 iniciales con un dominador (Sportivo) y un dominado (Peñarol).
Poco varió en el segundo capítulo aunque Sportivo bajó su ritmo llegando al gol a los 27’, cuando Marcelo Galván sacó un largo centro desde la derecha que rechazó de cabeza Marcelo Velásquez pero rebotó en Juan Barrios y se coló por encima de Correa.
Tras el gol, Peñarol se soltó más y buscó las vías de producir brechas en la labor de contención visitante, no obstante Sportivo se replegó con sobra disciplina y así se llegó a la clausura. Festejaba la parcialidad de La Floresta, tenía todo controlado su equipo, pero un centro de Guillermo Cabeza no fue rechazado por la defensa, hubo un par de rebotes que favorecieron a Molina y éste vulneró a César Galli, para desatar la contenida emoción del hincha local.
Uno a uno y final. Empate. Cosecha de un punto para cada bando, como lo presagiamos en nuestro anuncio. Vaticinio cumplido.
Universitario ganó y se aleja
Universitario se trajo un valiosísimo triunfo de Crespo, donde venció 2 a 0 a Cultural. El equipo del barrio Corrales manda en la Zona 1 con 19 puntos y un partido más, contra 12 de Instituto y 9 de Sarmiento.
En tanto, Don Bosco (10 puntos) trepó al segundo lugar de la Zona 3, al ganarle a Argentino Juniors 2 a 1. En ese grupo, Paraná y Ministerio, ambos con 8, completarán el miércoles.
Oro Verde, en su casa, pero haciendo las veces de visitante, dio cuenta de AUFI venciéndolo por 3 a 1. Así, trepó a la tercera posición (6 unidades) de la Zona 4. Comparte ese lugar con Patronato, que jugará el miércoles ante Los Toritos (9).
Finalmente, en el Interzonal, Neuquén y Palermo no pudieron sacarse ventajas. Igualaron 2 a 2 y, como ocurrió en la primera rueda, el Pingüino no pudo sostener la ventaja y Palermo lo igualó en tiempo de descuento.
Neuquén sigue colista en la Zona 2 (4 puntos) y Palermo suma 6 en la agrupación 1.
Cruces domingueros
Desde las 16, Sarmiento-Instituto, en cancha de Sarmiento. Árbitro: Gustavo Vilotta. Asistentes: Oscar Fernández y Carlos Monzón.
Deportivo Strobel-San Benito, en cancha de Atlético Diamantino. Árbitro: Francisco Aguilera. Asistentes: Julio Sanabria y Omar Pavesio.
A las 16.30 Unión-Belgrano, en cancha de Cultural. Árbitro: Daniel Barcos. Asistentes: Víctor Vocal y Alexis Romero.