Una Peatonal renovada pero con viejos vicios “visuales”
ESPECIAL, por Francisco Pancho Calderón.- La gestión de Adán Bahl al frente de la Municipalidad de Paraná, dejó como saldo positivo una impulsión férrea a la obra pública y una de las concreciones más loables fue el remozado de la Peatonal San Martín. Hoy, por falta de control, y tal vez de ideas, se advierte en cada cuadra bicicletas atadas a columnas de alumbrado. Nada se hace contra este detrimento del paisaje urbano.
Al parecer, no existe una ordenanza que regule los elementos fijos o móviles, oficiales o privados, que perturban el libre desplazamiento de peatones y/o vehículos, o actúan en menoscabo de la visual de un paseo que debería preservarse como “Patrimonio de la Ciudad”.
Bahl propició una renovación trascendente de esta arteria, mejorando el espacio público para darle prioridad al peatón, y que transite tranquilo. Sin embargo, por dejadez de quienes deberían ejercer un rol fiscalizador, pareciera que cualquiera solo mira su propio ombligo y estaciona donde sean bicicletas o hasta motos.
Con plena honestidad, no sabemos si existen normas reglamentarias que regulen ello, y sirvan de aplicación a la libre circulación de personas.
Vale la pena exponer este interrogante, por ende, a las autoridades de aplicación y comprobación de las normas del municipio, sea del Poder Ejecutivo como del Honorable Concejo Deliberante de Paraná en pos de hacer valer un régimen de sanciones administrativas o penales garantizando la seguridad jurídica del ciudadano.
Por ello, cuando la seguridad y/o fluidez de la circulación estén comprometidas por situaciones u obstáculos anormales, los organismos con facultades sobre la vía deben actuar de inmediato según su función, previniendo del riesgo a los usuarios y coordinando su accionar a efectos de dar solución a la coyuntura descripta.
De hecho, la Municipalidad de Paraná debería contar en sus disposiciones de ordenamiento urbano con la inclusión de normas que tornen obligatoria la delimitación de espacios para el estacionamiento o guarda de bicicletas y similares en todos los establecimientos con gran concurrencia de público.
Y si en el conjunto de reglas figura esta problemática, tener la responsabilidad prioritaria de hacer cumplir a lo que se le ha concedido validez normativa.