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UADER: Schneeberger admitió su candidatura a decano

El rector normalizador de la UADER, Marino Schneeberger, evidenció sana preocupación por la situación de los empleados administrativos que cumplen funciones diversas mediante abono de servicios con horas cátedra. En el cónclave con un grupo de representantes de facultades adelantó que abogará por la prosecución de sus contrataciones y asintió que presentará su intención a ser electo decano de la FCyT. ¿Y si su nueva función estaría en la Casa Gris?

 

Schnebeerger se comprometió a que el próximo lunes, en la reunión de Consejo Superior,  desplegará una iniciativa para diferir o extender los contratos -a caer el 21 de diciembre-, a los cuales se les abona con horas cátedras.

 

La intención es por un lado evitar que durante la Asamblea Universitaria que elegirá su primer rector se genere una demanda de personal cesante, aunque además, criteriosamente, el rector normalizador propende a que las nuevas autoridades no sufran inconvenientes logísticos producto que varios de los miembros del personal -con servicios pactados hasta diciembre del 2012- dejen sus tareas acéfalas y así las distintas facultades sufran graves dificultades de logística habida cuenta que se habla de más de 150 empleados en esa condición.

 

Palabras más, palabras menos, Schneeberger esgrimió una frase que sirvió de presagio en lo inherente a su futuro dentro de la institución: “quien venga no seré yo y deseo dejar todo ordenado apropiadamente”.

 

En tanto que, ya fuera de la charla formal, reconoció que de no haber una proposición formal desde la Casa Gris, su propósito es retornar al decanato de Ciencia y Tecnología.

 

Sin embargo, por estos días, otro podría ser el destino de Schneeberger de no ser la rectoría aunque por ahora ni siquiera es un rumor, ya que podríamos calificarlo de susurro. No obstante nos animamos a anticiparlo: el cargo sería mucho más alto que el exhibido actualmente.

 

De más está decir que Schneeberger ha demostrado suma lealtad hacia éstas dos últimas gestiones, y tuvo la “cintura” suficiente para sortear favorablemente, con alto apoyo gubernamental, los distintos conflictos que se fueron planteando en el proceso de Normalización y ostentando “espalda” para superar las diferentes tensiones de una coyuntura que a otra autoridad pudo agobiar y sin embargo a él lo fortaleció aun más con el respaldo de amplio sector de la comunidad universitaria.

 

Y si bien, el procedimiento que se instrumentó para promover una Nacionalización tuvo sus aristas resistidas, culminando con un retiro del proyecto en observancia a determinados puntos cuestionados certeramente y en especial observándose una aplicabilidad de la idea inoportuna, la figura de Schneeberger no fue cuestionada desde el magno edificio de Fernández de la Puente, entre Santa Fe, Córdoba y México.

 

De hecho que, a posteriori de la decisión gubernamental en dar de baja lo preconcebido respecto a la “Fermín Chávez”, se registraron varias pláticas en las cuales quedó implícita la sensación de un desgaste en la imagen de otro alto funcionario del Gobierno y nuevamente quedó impoluta la figura de Schneeberger.

 

Justamente allí se originó la murmuración y cavilación sobre cuál sería el futuro real del hoy rector normalizador que superara tantos frentes de tormenta casi sin despeinarse, aunque con el soporte de tantos empleados y decanos fieles, aun en el disenso.