Transporte de Pasajeros: la FATAP en alerta e incertidumbre sobre la continuidad del servicio
La Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap) se declaró en estado de alerta. “Si no hay una respuesta urgente, habrá empresas que podrán contar con adelantos de las provincias o municipios, y otras no podrán afrontar el pago de salarios y el servicio naturalmente se va a paralizar”, advirtió el vicepresidente de la entidad, Gerardo Ingaramo.
“El transporte del interior en crisis por la indefinición de los subsidios”, se titula el documento de la Fatap en el que afirman que, finalizado enero, “el transporte del interior no logró despejar ninguna de las dos incógnitas con las que transitó el arranque de 2022: cuánto dinero van a recibir por subsidios y cuándo ingresarán las primeras partidas para poder afrontar los costos, entre ellos los laborales, que deben cancelar al cierre de esta semana”.
Para Gerardo Ingaramo, vicepresidente de Fatap y el referente de las firmas del interior, “si no hay una respuesta urgente, habrá empresas que podrán contar con adelantos de las provincias o municipios, y otras no podrán afrontar el pago de salarios y el servicio naturalmente se va a paralizar”, advirtió.
Para la Fatap, “la problemática se agudizó con la caída del Presupuesto en el Congreso. Allí se había dispuesto una recomposición de los subsidios al transporte del interior del 70%. Es decir, había un crecimiento real del dinero que iban a percibir las empresas y eso les iba a posibilitar un 2022 con algo más de oxígeno. Sin embargo, todo eso se esfumó. Sin Presupuesto para este año, la Nación reconduce el del año pasado en donde estaban inscriptas partidas por 28 mil millones de pesos frente a los 46 mil millones que iban a recibir”.
“Íbamos a recibir casi 4 mil millones mensuales para el interior a lo que las provincias debían sumarle otro 50% porque así estaba previsto con anterioridad. Son unos 6 mil millones que necesitaba el sistema en el interior para funcionar. Hoy no sabemos con cuánto vamos a contar ni cuándo”, explicó Ingaramo.
“Como en otras oportunidades, el problema se centra en el interior y no en AMBA. Allí los mecanismos para que lleguen los recursos al sistema de transporte están aceitados y suman unos 19 mil millones de pesos mensuales. Eso permite al AMBA no sólo hacer frente a los salarios y demás gastos corrientes, sino también abre la posibilidad cierta de tener actualizado el parque automotor mediante la renovación de unidades. En definitiva, garantiza un mejor servicio a sus pasajeros que el que puede brindar el sistema en el interior”, sostuvo.